Entendiendo a los gatos: Qué revelan las orejas, los ojos y la cola sobre los animales

¡Ay! Cuando un gato se rasca, la herida arde terriblemente. Esto hace que algunas personas desconfíen de estos animales. Les parece que el gato ataca de repente y sin previo aviso. Pero no es cierto. Al igual que los perros, los gatos muestran cómo se sienten de muchas maneras y cuándo es mejor no acariciarlos (o no acariciarlos más).
Si sabes interpretar el comportamiento y reaccionar correctamente, puedes evitar la mayoría de los arañazos. ¿Qué señales físicas debes observar en tu gato, de la cabeza a la cola?
Las orejas de los gatos son extremadamente móviles. No solo les ayudan a oír, sino que también transmiten su estado de ánimo. Cuando los gatos inclinan las orejas hacia atrás, indica miedo. Un animal enfadado tiene las orejas erguidas y muy hacia atrás. «Cuanto más erguidas estén y más visible sea la espalda desde el frente, mayor será su predisposición a atacar», explica Helga Hofmann en su libro «300 Preguntas sobre el Comportamiento Felino» (Gräfe und Unzer Verlag, 12,99 €). ¡Ahora es el momento de no tocar el pelaje!
Un gato curioso o relajado suele tener las orejas erguidas apuntando hacia adelante.

Este gato no está de muy buen humor.
Fuente: Bohdan Komarivskyi/Unsplash
Si un gato lame a una persona, es una muestra de gran cariño, a menos que tenga restos de pollo asado pegados a los dedos. Solo los animales que se tienen mucho cariño se acicalan mutuamente.
Los gatos gruñen o silban cuando se sienten asustados o amenazados. Algunos gatos también gruñen cuando han capturado su juguete favorito, pero dejarán que su dueño se lo quite sin problema. Sin embargo, si no conoces bien al gato, debes mantener la distancia si hace ruidos amenazantes o incluso se encoge. El gato generalmente huirá en lugar de luchar.
Parpadear lentamente es una buena manera de establecer contacto con un gato desconocido. Si el animal parpadea de vuelta, significa: "No soy peligroso, y espero que tú tampoco". Por lo tanto, es un gesto amistoso; "apacigua y expresa la propia inocuidad", escribe el autor Hofmann. Los gatos parpadean entre sí para evitar comportamientos agresivos. Cerrar los ojos brevemente interrumpe el contacto visual. Los gatos relajados suelen dormitar con los párpados entrecerrados.
Lo opuesto es la llamada mirada amenazante. Los gatos la usan para intimidar a sus congéneres. A veces, mirar fijamente a otros animales sirve para (re)establecer la jerarquía. Quien primero desvíe la mirada, pierde. Los humanos también deben evitar mirar fijamente a los gatos durante largos periodos. Esto les parece amenazante; en el peor de los casos, podrían atacar.

Este gato tiene miedo.
Fuente: andriish22/Pixabay
Las pupilas de un gato indican cómo se siente. Si están muy dilatadas, el gato tiene miedo. A veces incluso se le erizan un poco el pelo. Las pupilas contraídas son señal de un estado de ánimo agresivo, o de que el gato simplemente ha estado mirando al sol.
Cuando un gato se da la vuelta y muestra su vientre, demuestra confianza en los humanos. Sin embargo, muy pocos animales permiten que les acaricien el vientre. Es una parte muy vulnerable del cuerpo.
Sin embargo, si muestra la joroba de un gato, con el pelo erizado y la cola espesa, debe interpretarse como un gesto amenazante. Algunos gatos también desarrollan una cola espesa cuando están asustados.
Si un gato reacciona con indiferencia a las caricias en lugar de acurrucarse en tu mano, es mejor dejarlo en paz. El animal está indicando que no quiere que lo acaricies. Si no lo sueltas, acabará defendiéndose con sus garras. En cualquier caso, agarrarle el pelaje de repente no es buena idea. Es mejor acercarle la mano lentamente a la cara primero. Si el gato la olfatea o se acurruca, puedes abrazarlo suavemente.

Al “pisar”, muchos gatos extienden sus garras.
Fuente: Liliya Grek/Unsplash
Si la cola está erguida, el gato se alegra de ver a alguien. Si la cola cuelga relajada, se siente cómodo y seguro.
Si un gato mueve la cola, no es señal de felicidad. Una cola que se mueve bruscamente indica excitación, indecisión o ira creciente. Si no conoces al animal, es mejor mantener la distancia. Cuanto más mueve la cola el gato, más tenso está.
Hay una situación en la que los gatos usan sus garras, pero lo hacen de una forma excepcionalmente amigable. Es cuando "pisan", es decir, pisan rítmicamente el regazo de una persona o una manta con sus patas delanteras, extendiendo las garras.
Este movimiento se conoce como "patada de leche". De pequeño, el gato utilizaba esta patada para estimular el flujo de leche de su madre. La experta Hofmann escribe en su libro: "Con su comportamiento de niño pequeño, el gato demuestra que se siente cómodo. Por lo tanto, no debes decepcionarlo alejándolo ni regañarlo".
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