"Si puedes beber...": Cuando la selección alemana estaba completamente decaída tras la debacle de Portugal

Oliver Kahn tuvo una mala noche contra Portugal.
(Foto: IMAGO/Foto de prensa Baumann)
¡Cómo cambian los tiempos! El miércoles, la selección alemana se enfrentará a Portugal en las semifinales de la Liga de Naciones. En la Eurocopa de hace 25 años, este encuentro fue el último clavo en el ataúd del fútbol alemán. Una debacle entonces, pero ahora una emocionante anticipación. La selección nacional vuelve a ser divertida.
"¡Si puedes beber, puedes correr!" El portero Oliver Kahn estaba completamente harto hace 25 años y, en una entrevista, denunció verbalmente a sus compañeros y al entrenador de la selección alemana, Erich Ribbeck. La selección alemana había disputado una Eurocopa desastrosa por aquel entonces, que culminó con un partido contra el equipo B portugués ante más de 50.000 espectadores en Róterdam. Al final, la selección alemana no solo perdió 3-0 ante un rival arrollador, sino que también perdió toda dignidad tras la deshonra deportiva de aquella memorable noche.
Las difamaciones públicas que siguieron al bochorno fueron elocuentes. El fútbol alemán estaba en ruinas. Y en un documento histórico, el entrenador de porteros de la selección alemana, Sepp Maier, informó que los comentarios de Oliver Kahn sobre sus compañeros bebedores ("En mi opinión, los chicos pueden divertirse tanto como quieran en los bares. Pero luego tienen que rendir al máximo") no fueron exagerados.
El campeón del mundo de 1974 y veterano jugador de la selección nacional, como veterano, ya tenía una idea de lo que le esperaba al fútbol alemán antes de la Eurocopa. Había presenciado de primera mano cómo algunos jugadores de la DFB intentaron derrocar al entrenador Erich Ribbeck en la concentración española.
"Eso es lo que hago cuando estoy sobrio"El seleccionador nacional de porteros informó sobre la noche en la isla, que pasó a la historia como la fallida "Revolución de Mallorca": "Hablaron un montón de tonterías hasta la madrugada. Si querían derrocar a Ribbeck con estas tonterías, entonces yo soy Huber. Hago cosas así cuando estoy sobrio, no cuando ya me he tomado tres o cuatro cervezas y una botella de vino. Así todos están fuertes". Sepp Maier extrajo una conclusión poco halagüeña para los rebeldes jugadores nacionales: "Creo que, en el estado en que se encontraban, ni siquiera habrían podido encontrar la habitación de Ribbeck. Y mucho menos derrocarlo".
Tras la "vergüenza futbolística" de la Eurocopa 2000 en Países Bajos y Bélgica, la importante revista alemana "Sport Bild" se preguntó de forma dramática, pero también con razón: "¿Saldremos algún día de esta?". Divididos, sin un liderazgo real y, sobre todo, sin un plan real para revertir rápidamente este desastre deportivo, el fútbol alemán quedó en ruinas hace 25 años. En aquellas primeras horas tras la debacle contra Portugal, nadie imaginaba que la selección alemana pudiera recuperarse rápidamente. Los problemas parecían demasiado grandes e insuperables.
Pero una vez más, el fútbol estaba a punto de convertirse en realidad. Tan solo dos años después, la vergüenza contra Portugal y la eliminación en la ronda preliminar de la Eurocopa no se habían olvidado, pero se habían olvidado por completo. Con su nuevo seleccionador, Rudi Völler, la selección alemana se había ganado de nuevo el corazón de la afición alemana en el Mundial de Japón y Corea del Sur, llegando a la final contra Brasil. Aunque perdieron ese partido, la "Rudi Nazionale" había reunido a la comunidad futbolística alemana.
"¡Si corres, también puedes beber!"Esto recuerda un poco al otoño de hace un año y medio, cuando, tras la destitución del exseleccionador nacional Hansi Flick, Rudi Völler asumió el cargo de entrenador interino y marcó el comienzo de un futuro más positivo para la selección alemana con la victoria en el amistoso contra Francia. Bajo el liderazgo de Julian Nagelsmann, la selección alemana por fin vuelve a disfrutar, aunque sea por más tiempo. El contraste con el desastroso verano del 2000 es innegable. La expectación por el partido del miércoles contra Portugal en Múnich es enorme.
Y si la selección alemana llega a la final de la Liga de Naciones y celebra otra maravillosa noche de fútbol con su afición, a nadie le importará que los jugadores nacionales disfruten de una bebida fría en el bar después. Siguiendo el ejemplo de un dicho ligeramente modificado de Oliver Kahn: "¡Si corres, juegas y luchas, también puedes beber!". Aunque casi podemos asumir que los jugadores de entonces y de ahora probablemente difieran también en este aspecto.
Fuente: ntv.de
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