Inglaterra demuestra en la final de la Eurocopa cómo superar el dominio español: el título no se basa en la casualidad (de penalti)


En St. Jakob-Park, los gritos forman parte de la banda sonora; una vez más, se percibe claramente la presencia de muchas jóvenes entre el público de este torneo. Cuando Chloe Kelly remata el penalti ganador para Inglaterra, se alzan olas tras la portería, donde se encuentra el sector inglés. La final se decide en la tanda de penaltis, tras un empate 1-1 tras 120 minutos. La selección femenina española no logra convertir tres penaltis consecutivos, lo que significa la exitosa defensa del título de Inglaterra.
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Las españolas volvieron a dominar el partido, demostrando que eran casi invencibles. Pero no fue la noche de Alexia Putellas. Ni tampoco la de Aitana Bonmati, las protagonistas que han sido nombradas Jugadoras Mundiales del Año en los últimos años. Putellas fue sustituida pronto y Bonmati falló su penalti. A España le habría encantado seguir su título del Mundial de 2023 (victoria por 1-0 en la final contra Inglaterra) con un triunfo en la Eurocopa de 2025, pero esta vez no pudieron mantener su ventaja de 1-0.
En cambio, observan cómo Lara Dickenmann, exfutbolista suiza y embajadora del torneo, coloca el trofeo en el podio. No es para ellas, sino para sus oponentes, que han demostrado cómo desafiar a España. Por supuesto, la suerte también influye, sobre todo en una final como esta.
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— Leonas (@Lionesses) 27 de julio de 2025
Tras Suecia, Noruega y Alemania, Inglaterra se ha convertido en la cuarta nación en ganar dos Eurocopas consecutivas. La defensa del título subraya el dominio actual de la Asociación de Fútbol (FA) en el fútbol internacional. La FA marca la pauta con sus selecciones nacionales en las categorías femenina, masculina y juvenil. Esto es el resultado de una reorganización integral que comenzó hace una década, cuando la FA se encontraba en su punto más bajo. En la Eurocopa de 2013, la selección femenina fue eliminada en la fase de grupos, mientras que en la Eurocopa de 2016, la selección masculina sufrió una vergonzosa derrota ante Islandia en octavos de final.
Como resultado, la FA contrató al estratega comercial Mark Bullingham, quien previamente había impulsado con éxito el desarrollo de diversas empresas deportivas. Bajo su liderazgo —inicialmente como Director Comercial y, a partir de marzo de 2019, como Director Ejecutivo de la FA—, la asociación adquirió una nueva seriedad. En lugar de enfoques superficiales, prevaleció la acción estratégica. Esto se evidenció no solo en la selección de entrenadores, sino también en la planificación y ejecución de los torneos de selecciones nacionales.
Esto se hace evidente de nuevo en la Eurocopa de Suiza, empezando por la cuidadosa elección de la sede del equipo: el lujoso Dolder Grand Hotel, en las alturas de Zúrich, que ofrece suficiente aislamiento a pesar de su entorno urbano. Al conformar su equipo, Inglaterra prioriza hoy considerablemente los principios de rendimiento, la fuerza de carácter y una composición equilibrada.
Las decisiones difíciles sobre el personal no se evitan, como lo demostró la agitación en el equipo femenino antes del torneo actual. Alrededor de un tercio de las jugadoras fueron nominadas para un torneo importante por primera vez. Esto refuerza una jerarquía sana con roles claramente asignados. Las tensiones internas, como en años anteriores, se han vuelto poco frecuentes.
La FA ha encontrado a los entrenadores idóneos para este enfoque. En el caso del equipo femenino, la neerlandesa Sarina Wiegman, de 55 años, está al frente del equipo desde otoño de 2021. Encarna la combinación de profesionalismo y humanidad que la FA anhelaba debido a conflictos pasados. Imparte esta actitud a sus equipos. Los éxitos de los últimos años la han confirmado, pero no la han cambiado. Esta es una de las razones por las que las inglesas rara vez cometen errores contra rivales más débiles.
Queda un objetivo: el título mundialLa despreocupación contradice el enfoque práctico y trabajador de Wiegman: jamás toleraría la inactividad. Durante mucho tiempo, ni siquiera se permitió celebrar goles ni victorias. Siempre se mantenía concentrada en la banda. Solo en esta Eurocopa se ha mostrado más relajada, compartiendo más sus emociones con el público.
Wiegman, con Países Bajos e Inglaterra, encadenó una racha de títulos sin precedentes tras sus participaciones en las finales: ganó tres Eurocopas (2017, 2022 y 2025) y llegó a dos finales del Mundial (2019 y 2023), ambas derrotadas por un estrecho margen. El estratega empresarial Bullingham elogió a Wiegman como una entrenadora excepcional y por haber contribuido a construir una cultura sólida, tanto entre las jugadoras como entre el cuerpo técnico.
Michael Buholzer / Keystone
El director ejecutivo reiteró que Wiegman podría desempeñar cualquier puesto en el fútbol, incluyendo ser entrenador de la selección masculina de Inglaterra. Su contrato con la FA es válido hasta después del Mundial Femenino de Brasil 2027 y no es negociable. Bullingham rechazó firmemente cualquier intento de ficharla, afirmando que no hay precio por el que esté dispuesta a irse.
Sin embargo, es dudoso que Wiegman siquiera considere otra carrera. Las perspectivas con el fútbol femenino inglés son difíciles de superar. Volver a ganar la Eurocopa es un testimonio de la inversión en el fútbol femenino. La Superliga Femenina inglesa está en su mejor momento, y la próxima generación de jugadoras ya está avanzando. Es casi imposible caer en la complacencia. La presión de las expectativas de todos es demasiado grande. Y aún queda un objetivo por alcanzar: el título mundial.
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