Ya existe un equipo nacional suizo de vela. Gracias a la financiación de Arabia Saudí.

Han pasado 40 años desde que Pierre Fehlmann, francófono, junto con una tripulación suiza, participó cinco veces en la entonces Whitbread Round the World Race, precursora de la actual Ocean Race. Fehlmann fue un pionero y, como el primer suizo, marcó la pauta de la vela oceánica durante 20 años.

Después de eso, fueron sobre todo navegantes en solitario como Dominique Wavre, Bernard Stamm , Alan Roura y Justine Mettraux quienes representaron la bandera suiza en los océanos del mundo; en su mayoría estaban solos, pero acompañados de una gran respuesta mediática.

La idea de un equipo nacional suizo independiente de vela oceánica surgió una y otra vez, pero generalmente fracasaba en la fase de diseño, sobre todo por falta de financiación. Esto cambió en otoño de 2024: poco antes del inicio de la décima Vendée Globe, Alan Roura, Simon Koster y Elodie Mettraux presentaron un documento conceptual que abría perspectivas concretas por primera vez. Los tres estaban convencidos de que era el momento adecuado para formar una tripulación nacional para la Ocean Race. «Hay dinamismo en todos los ámbitos y un gran talento esperando expresarse en diferentes tipos de barcos», declaró Roura en aquel momento. Para Koster, estaba claro: «La decisión de la Ocean Race de centrarse en la clase Imoca en el futuro encaja con nuestra idea».

Los planes ya se han hecho realidad. La selección de regatistas finalizó a principios de esta semana: de entre unas cincuenta candidaturas, los promotores preseleccionaron a catorce talentosos regatistas, seis de los cuales formarán parte del equipo que, bajo el liderazgo de Roura, participará en la Ocean Race Europe bajo bandera suiza. El ginebrino de 32 años, que anteriormente había navegado en solitario, asumirá el papel de patrón en un equipo de tres regatistas; aunque esto supone un cambio, no supone un reto abrumador. "También he liderado equipos en tierra, y no estuve solo en viajes de traslado", afirma Roura. Está deseando asumir la tarea. Y, sobre todo, transmitir sus conocimientos y experiencia, incluso entre etapas.

Inicialmente, Roura, Koster y Mettraux esperaban financiar el proyecto con patrocinadores suizos. Sin embargo, a pesar del interés, no se concretaron compromisos sustanciales. El equipo ahora es posible gracias a fondos provenientes de Arabia Saudita, a través de Amaala, un megaproyecto turístico actualmente en construcción en la costa noroeste del país. Amaala forma parte de un gigantesco plan de desarrollo diseñado para guiar al reino hacia un futuro poscombustibles fósiles: económicamente diversificado, con visibilidad internacional y tecnológicamente avanzado. El proyecto incluye 1200 residencias de lujo, casi 4000 habitaciones de hotel, instalaciones de bienestar, un puerto deportivo y un campo de golf. Se espera que los primeros huéspedes lleguen este año. Según la empresa, el proyecto se centrará en la sostenibilidad.

Red Sea Global (RSG), la empresa estatal promotora de Amaala, ya ha invertido más de 6.000 millones de dólares. RSG es una filial 100% propiedad del Fondo de Inversión Pública (PIF), el fondo soberano de inversión saudí. Este fondo, controlado directamente por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, es el principal impulsor de Visión 2030, el programa de reformas con el que Arabia Saudí busca superar su dependencia del petróleo y posicionarse como un centro global de negocios e innovación.

Un componente importante de esta visión es el desarrollo de una imagen global mediante proyectos de prestigio. Estos incluyen fútbol, ​​golf, boxeo, equitación, Fórmula 1 y, desde hace varios años, vela, donde el enfoque principal es la promoción de jóvenes talentos. Arabia Saudí ha sido acusada repetidamente de utilizar el llamado lavado de imagen deportivo para distraer la atención de graves violaciones de derechos humanos .

Roura es consciente de estas críticas, pero enfatiza: «Firmé un contrato con una empresa, no con un Estado». La estrategia de sostenibilidad de Amaala lo convenció. Se trata de un proyecto innovador que también está comprometido con la conservación de los océanos, un aspecto totalmente compatible con los valores de la navegación. Sin embargo, la pregunta sigue siendo cuán creíble es dicha coalición, especialmente a la luz de la libertad política, las violaciones de derechos humanos y los derechos de las mujeres y las minorías en Arabia Saudita .

La carrera de Roura como regatista oceánico está en un punto de inflexión. Hace casi diez años , el entonces joven regatista de 23 años se embarcó en su primera Vendée Globe como el competidor más joven con el presupuesto más reducido (unos 400.000 francos suizos) como aventurero. Anteriormente, había pasado quince años navegando por los océanos del mundo con sus padres y dos hermanos, creciendo en veleros.

Aunque no pudo competir con los mejores regatistas y tenía ciertas deficiencias en comparación con sus competidores, su carácter abierto y humorístico lo convirtió en uno de los favoritos del público, lo que le permitió participar en la regata de vela más exigente del mundo dos veces más. Ha completado tres circunnavegaciones en modo regata, algo que muy pocos regatistas han logrado. Este capítulo probablemente esté cerrado para él, como insinúa Roura. Ve su futuro como patrón en regatas de tripulación.

El patrocinador principal se ha mantenido fiel a Roura; su barco ahora compite bajo el nombre de "Team Amaala" y luce los colores del club náutico del mismo nombre. La nueva camiseta azul del equipo del regatista luce letras árabes, un contraste con el primer patrocinador de Roura en la Vendée Globe de 2016, una fábrica de galletas en el oeste de Suiza.

Las ambiciones deportivas para la Ocean Race Europe, que comienza en Kiel en agosto, siguen siendo modestas dado el breve tiempo de preparación. «La formación de equipos es fundamental», afirma Roura. Pero el objetivo es claro: participar en la Ocean Race 2027, cuya última etapa será Amaala, Arabia Saudí, lo cual es casi simbólico. Con los colores del club náutico local, los regatistas suizos incluso serán prácticamente un equipo local.