Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Germany

Down Icon

Estudio: Esta es la razón por la que realmente tendemos a comer emocionalmente

Estudio: Esta es la razón por la que realmente tendemos a comer emocionalmente

¿Eres de esas personas que, cuando están estresadas, buscan inmediatamente chocolate y otras golosinas? Según un nuevo estudio, existen sorprendentes vínculos entre nuestro apetito y nuestro estado de ánimo. Algunas personas son mucho más propensas a comer por motivos emocionales.

El término "comida reconfortante" no es casualidad, ya que la comida puede calmarnos, relajarnos o ayudarnos a regular nuestras emociones. Sin embargo, cuando el chocolate, las papas fritas y similares se convierten en nuestro único mecanismo para afrontar las sensaciones desagradables, todo puede volverse problemático. En este caso, hablamos de comer emocionalmente.

Estudio sobre la alimentación emocional

Un equipo de investigación de la Universidad de Luxemburgo y la Universidad de Salzburgo descubrió en un estudio que algunas personas tienen una mayor tendencia a comer emocionalmente que otras.

Para el estudio, los investigadores mostraron a 80 mujeres de entre 16 y 50 años imágenes de comida e imágenes neutrales tras conversar con ellas, las cuales evocaban emociones negativas o neutrales. Las mujeres se dividieron en dos grupos: comedoras emocionales y comedoras restrictivas, que no eran propensas a comer emocionalmente.

Algunas personas parecen ser más propensas a comer emocionalmente.

Los investigadores examinaron la relación entre las emociones de los participantes, su control del apetito y sus hábitos alimenticios al ver las imágenes. El equipo descubrió que las mujeres propensas a comer emocionalmente tenían mayor apetito al experimentar emociones negativas. También fruncían menos el ceño al ver imágenes de comida mientras experimentaban emociones negativas.

Por otro lado, el apetito de quienes comen de forma restrictiva no varió significativamente, independientemente de si experimentaban emociones neutrales o negativas. Por lo tanto, los investigadores concluyen que las emociones negativas desencadenan una mayor sensación de hambre en las personas propensas a comer emocionalmente.

Dossier de oferta de Brigitte

¿Buscas rutinas que te ayuden a relajarte? ¿Quieres dormir bien por fin? Aprende a gestionar con calma los periodos de estrés.

Descúbrelo ahora

Necesitamos otras estrategias de afrontamiento

Incluso con un IMC saludable, comer en exceso para regular las emociones puede convertirse en un problema —explica Rebekka Schnepper, coautora del estudio—. Al intentar mejorar nuestros hábitos alimenticios, las estrategias de regulación emocional no basadas en la alimentación pueden ser útiles.

Claro, eso no significa que no podamos cocinar nuestra pasta favorita o comernos un trozo de ese delicioso chocolate recién hecho después de un día estresante. Pero cuando la comida reconfortante se convierte en la única forma de afrontar emociones difíciles como el estrés o el duelo, puede llevarnos a hábitos alimenticios poco saludables.

mbl Brigitte

#Temas
brigitte

brigitte

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow