Programa nuclear iraní | Actividades nucleares secretas de Irán

El último informe confidencial del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) , al que tuvo acceso Reuters, transmite un mensaje claro: no se puede confiar al régimen clerical iraní su programa nuclear. Este exhaustivo informe, solicitado por la Junta de Gobernadores del OIEA, detalla las actividades nucleares secretas de Irán con material no declarado en tres emplazamientos largamente estudiados —Lavisan-Shian, Varamin y Turquzabad—, que se remontan a principios de la década de 2000, lo que confirma un patrón de engaños que se ha prolongado durante décadas .

El informe afirma específicamente que se utilizó un disco de uranio metálico en Lavisan-Shian al menos dos veces en 2003 como parte de pruebas a pequeña escala para producir fuentes de neutrones impulsadas por explosión, un proceso diseñado para desencadenar explosiones de armas nucleares. Además, material nuclear y equipos altamente contaminados de este programa se almacenaron durante años en Turquzabad, en la provincia de Kahrizak, lo que constituye una clara violación por parte del régimen iraní del acuerdo internacional de abstenerse de producir armas nucleares.

Según un informe independiente del OIEA, las reservas iraníes de uranio enriquecido al 60 % de pureza —peligrosamente cercano al grado bélico— se han incrementado aproximadamente a la mitad, hasta alcanzar los 408,6 kilogramos. Esta cantidad, de enriquecerse aún más, sería suficiente para nueve armas nucleares. Por lo tanto, el OIEA expresa su profunda preocupación y señala que Irán es el único Estado no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio.

Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní desestimó el informe por considerarlo "políticamente motivado", la experiencia de los últimos años sugiere que el gobierno solo ha recurrido a estas acusaciones como una expansión de su programa nuclear, que avanza rápidamente. A principios de mayo, el grupo opositor Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), fundado en 1981 por la Organización de los Muyahidines del Pueblo, opositores al régimen, reveló en una conferencia de prensa en Washington una supuesta instalación secreta de armas nucleares iraníes camuflada en una fábrica petroquímica. La información, que, según el CNRI, se basaba en una red de informantes en Irán, demostraba el avanzado desarrollo por parte de Teherán de materiales para multiplicar la potencia explosiva de una bomba nuclear y, potencialmente, producir bombas de hidrógeno.

En su informe anual sobre amenazas terroristas globales, publicado recientemente, la agencia de inteligencia nacional austriaca, según AFP, afirma que el programa de desarrollo de armas nucleares de Irán ha logrado avances significativos. El informe también pone en duda el carácter puramente civil del programa nuclear , lo cual el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní condenó inmediatamente como "información falsa e infundada".

Durante décadas, Irán nunca reveló voluntariamente ningún aspecto de su programa nuclear. En 2002, el mundo conoció los esfuerzos secretos de Teherán con el descubrimiento de las instalaciones en Natanz y Arak. Las ambiciones nucleares del régimen de los mulás están vinculadas a su deseo de mantener el poder. Según sus propias declaraciones, Irán ha invertido más de once mil millones de dólares en las instalaciones nucleares de Bushehr. Debilitado por las crisis internas, la pobreza y el aumento de las ejecuciones, el régimen se apoya en grupos de poder y en la desestabilización regional. Los dos pilares para mantener el poder —la represión interna y el belicismo en el exterior— son más importantes que nunca para el régimen iraní.

Alrededor de 300 diputados de los parlamentos estatales alemanes y del Bundestag apoyan la iniciativa "Irán Libre" para una nueva política hacia Irán que priorice los derechos humanos y los valores democráticos sobre el apaciguamiento. Además, es crucial la activación del llamado mecanismo de reversión rápida (snapback), es decir, el restablecimiento de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU para desmantelar el programa nuclear iraní antes de que se pueda construir una bomba nuclear .