España amaga con bloquear el objetivo del 5% de gasto en defensa en la OTAN


La cumbre de la OTAN más importante desde la Guerra Fría, que se celebrará en apenas unos días en La Haya, amenaza tormenta. El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, envió anoche una misiva a los aliados en la que hace realidad todos los deseos de Donald Trump: los socios de la OTAN deberán elevar el gasto en seguridad y defensa a un 5% del PIB en 2032 —aunque el Reino Unido e Italia han pedido que sea en 2035—, una cifra que no alcanza ni uno solo de los aliados, ni siquiera Estados Unidos. En España eso supone aumentar el gasto en defensa en uno 80.000 millones del euro al año, casi la mitad de lo que supone la factura de las pensiones. Hay varios países que podrían bloquear ese acuerdo, que debe tomarse por unanimidad. España, confirman fuentes de La Moncloa, es uno de ellos: el Gobierno español debe responder en apenas unas horas la carta de Rutte. La respuesta es una negativa que se venía anunciando en las últimas semanas y que pone patas arriba una reunión clave, con el avispero en Oriente Próximo en máxima tensión con los ataques cruzados entre Israel e Irán y la guerra en Ucrania camino de enquistarse en el vecindario de Europa, que está obligada a aprender a defenderse en solitario ante las continuas amenazas del Trumpismo.
El movimiento de Rutte precipita un escenario de tensión en La Haya, con un puñado de países —no solo España— en contra de un salto tan importante: el listón actual de gasto es del 2% del PIB. Después de que Emmanuel Macron predijera la “muerte cerebral” de la OTAN hace unos años, Putin revivió la alianza con el ataque a Crimea de 2014 y, sobre todo, con la invasión del Donbás en 2022. Trump exige que Europa dé un paso adelante y que los socios de la UE sean más productores que consumidores de seguridad. Pero en los Veintisiete las sensibilidades son muy diferentes: el centro y el Este de Europa, de los bálticos a Polonia pasando por los Nórdicos, el miedo a Rusia ha encendido todas las alarmas, mientras que en países como Italia, Portugal o España la sensación de peligro es muy diferente, con el foco en el Mediterráneo, la inmigración y otro tipo de problemáticas.
Estados Unidos lleva meses presionando para fijar la meta del 5% del PIB en gasto, con Rutte (un supuesto “frugal” en términos de política fiscal) convertido en el estilete del trumpismo. Pero la división en el seno de la alianza ha sido evidente desde el principio: otros países, entre los que figura España, subrayan que el objetivo no deben ser porcentajes fijos, que son una especie de señuelo, sino el cumplimiento de los objetivos y las capacidades fijadas, y han apostado por incluir otros capítulos de gasto en el porcentaje final: un 3,5% de gato militar puro y el 1,5% restante en cuestiones relacionadas con ciberseguridad, infraestructuras y demás.
Las fuentes consultadas en La Moncloa subrayan que no se puede descartar que Europa alcance algún día el 5% ante la militarización expansionista de Rusia, pero consideran que es precipitado fijar esa meta. “España no está a favor, y hay una coalición de países que tampoco”, apuntan las fuentes consultadas. Vienen curvas en la cumbre de La Haya. Pedro Sánchez ha suspendido su agenda esta mañana ante la exigencia de respuesta de Rutte.
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