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Irán: Entre la propaganda de venganza y el caos de un mando decapitado

Irán: Entre la propaganda de venganza y el caos de un mando decapitado

Irán: Entre la propaganda de venganza y el caos de un mando decapitado
Teherán Arderá": La brecha entre la propaganda de venganza de Irán y el caos de su cúpula decapitada

Desde Teherán, la retórica es de fuego y venganza. El Líder Supremo promete un «destino amargo» para Israel. Pero tras las cámaras, el régimen se enfrenta al caos de haber perdido a sus principales estrategas militares en un solo golpe.

La narrativa que emana de los medios estatales y los líderes de Irán es desafiante, furiosa y promete una venganza apocalíptica. «Que no piensen que ya atacaron y se acabó. No. Ellos han comenzado esto; ellos han iniciado la guerra», declaró el Líder Supremo, el Ayatolá Ali Jamenei, en mensajes difundidos en redes sociales, prometiendo que los «sionistas no saldrán indemnes».

Esta postura se ve reforzada por las imágenes de protestas masivas en Teherán y la retórica incendiaria de los funcionarios. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, es el objetivo de su ira, quien amenazó con que «Teherán arderá» si continúan los ataques.

Sin embargo, detrás de esta fachada de unidad y poderío, el régimen iraní se enfrenta a su crisis de seguridad más grave en décadas: una guerra abierta con un enemigo tecnológicamente superior y con su propia cúpula de mando decapitada.

Los canales oficiales iraníes, como la agencia de noticias Tasnim, se centran en minimizar los daños y magnificar su respuesta. Informan de daños «leves» en la sede del Ministerio de Defensa en Teherán y presentan sus oleadas de misiles como una operación de represalia exitosa y controlada.

El mensaje al pueblo iraní y al mundo es claro: Irán es fuerte, no se doblegará y tiene la capacidad de infligir un dolor inmenso a su adversario. Han calificado el ataque israelí como una «declaración de guerra» y congelado cualquier diálogo con Estados Unidos.

La cruda realidad es que la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), la espina dorsal del poder militar y político del régimen , ha sufrido un golpe devastador. El ataque de «decapitación» israelí eliminó a una parte significativa de sus comandantes más experimentados.

Este ataque ha creado una brecha peligrosa entre la retórica y la capacidad:

  • * Vulnerabilidad Expuesta: La operación israelí demostró que la inteligencia enemiga puede penetrar hasta el círculo más íntimo del régimen, un hecho profundamente desestabilizador.
  • * Caos en la Planificación: ¿Quién está ahora al mando de la respuesta estratégica? Los nuevos líderes, nombrados a toda prisa, deben tomar decisiones de vida o muerte mientras aún evalúan el alcance total del daño a su estructura de mando y control.
  • * Presión Interna: El régimen, que ya enfrenta descontento por la situación económica y las restricciones sociales, ahora debe demostrar fuerza para mantener su legitimidad. Una respuesta que se perciba como débil podría erosionar aún más su poder internamente.

Los ataques israelíes han dejado un rastro de destrucción y muerte en suelo iraní. El primer recuento oficial reportó 78 muertos y más de 320 heridos , incluyendo un ataque a un edificio residencial en Teherán que, según la televisión estatal, mató a 60 personas, entre ellas 20 niños.

El régimen iraní se encuentra en una encrucijada. Necesita proyectar una fuerza inquebrantable para satisfacer a su base y disuadir a sus enemigos. Pero la realidad de su mermada capacidad de mando podría hacer que una escalada total sea un suicidio estratégico. La pregunta que se cierne sobre Teherán no es si quieren la venganza, sino si, en este momento, realmente pueden ejecutarla de la manera que prometen.

Giovanna Cancino
La Verdad Yucatán

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