James Rodríguez brilla con León y sentencia a Chivas desde el penalti

La Liga MX vivió una noche de alto voltaje cuando el Club León enfrentó a Chivas en el renovado estadio de León, escenario de un duelo cargado de simbolismo, expectativa y tensión. En medio de un ambiente dividido y exigente, James Rodríguez se alzó como el líder absoluto de los Panzas Verdes, reafirmando que su talento no es cosa del pasado, sino una realidad presente que aún marca diferencias.

Con el dorsal 10 en la espalda, James Rodríguez no solo carga la expectativa de una afición entusiasta, sino también el legado de haber vestido camisetas históricas como la del Real Madrid y la Selección Colombia. Su llegada a la Liga MX fue vista por muchos como un retiro dorado, pero el colombiano está decidido a dejar huella real en el futbol mexicano.

Ante Chivas, en uno de los clásicos más atractivos del calendario, James respondió como lo hacen los cracks: con un penalti cobrado con maestría al minuto 65, que selló el 1-0 definitivo.

Todo comenzó con una jugada rápida de Ettson Ayón, que recortó dentro del área y terminó cayendo tras un contacto con Erick Gutiérrez. El árbitro Adonai Escobedo revisó la jugada con apoyo del VAR, determinando penalti tras observar cómo el mediocampista rojiblanco se interpuso en el trayecto del delantero esmeralda.

James no dudó. Caminó con decisión al manchón penal. Sostuvo la mirada entre gritos e insultos de la parcialidad visitante. Y con frialdad quirúrgica, venció al arquero Raúl Rangel engañándolo completamente. Luego, sin gritar, sin aspavientos, celebró mirando a los seguidores de Chivas. Silencio, gesto y presencia.

Del otro lado, Gabriel Milito hizo su debut como técnico de Chivas, con un equipo lleno de incógnitas más que certezas. La apuesta fue Cade Cowell, joven velocista mexicano-estadounidense, como único hombre punta, por encima de figuras como Alan Pulido o Roberto Alvarado.

Lo que más sorprendió fue la ausencia de Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien permaneció en el banquillo durante todo el encuentro. El ídolo rojiblanco, llamado a ser el referente ofensivo, sigue sin tener protagonismo en la cancha, lo cual genera dudas sobre su estado físico y su rol en este nuevo ciclo.

El Club León no solo ganó tres puntos. Ganó confianza, ganó credibilidad y reafirmó su identidad. James Rodríguez no vino a México a pasear. Está demostrando que aún puede decidir partidos con talento, temple y claridad táctica. Su interpretación del juego sigue intacta, y su liderazgo, más maduro que nunca.

Chivas, por su parte, deja más preguntas que respuestas. La imagen del torneo anterior persiste: posesión sin profundidad, movilidad sin remate y un plantel que parece no encontrar equilibrio entre experiencia y juventud.

El impacto de jugadores como James Rodríguez no se mide solo por los goles, sino por lo que generan a su alrededor. La Liga MX, históricamente criticada por su falta de figuras internacionales de peso, encuentra en el colombiano un jugador que eleva el nivel competitivo, exige a sus compañeros y emociona a los aficionados.

Mientras León avanza con paso firme, Chivas tendrá que reorganizar su proyecto. El torneo apenas comienza, pero algunos ya comienzan a mostrar que quieren más que participar.