La familia Buss vende a Los Ángeles Lakers por 10.000 millones de dólares al dueño de los Dodgers

Nueva etapa en una de las mayores franquicias deportivas del mundo. Los Ángeles Lakers, el legendario equipo de Kareem Abdul Jabbar, Magic Johnson, Kobe Bryant y LeBron James, cambia de manos. La familia Buss, que ha controlado el destino del equipo desde 1979, ha decidido venderlo a Mark Walter, accionista minoritario y consejero delegado del poderoso conglomerado TWG Global. La compañía ha ofrecido 10.000 millones de dólares (8.700 millones de euros) para cerrar la transacción, que es ya una de las mayores en el deporte global.

La venta ha sido adelantada por Shams Charania, el periodista de ESPN insider de la NBA, quien ha citado fuentes cercanas a la operación. Hasta este momento, ni los Lakers ni TWG Global han confirmado la venta. Charania asegura que Jeanie Buss, la hija de Jerry Buss, el dueño del equipo fallecido en 2013, será quien supervise la operación y el cambio de manos a Walter, quien tiene una posición minoritaria en la franquicia desde hace cuatro años. Buss conservará asimismo su puesto ante el consejo de dueños de la NBA, han confirmado las mismas fuentes.

Mark Walter no solo es un nuevo rostro en lo más alto del equipo. Es una cara más familiar a los tiempos modernos del deporte global, donde los equipos no solo son conocidos en sus mercados, sino que familiar para las audiencias globales. Es bajo esa filosofía que TWG Global adquirió algunos de sus productos de su portafolio deportivo, como Los Ángeles Dodgers, los actuales campeones del béisbol estadounidense; el Chelsea inglés y el equipo Cadillac de la Fórmula 1. El consorcio también controla la franquicia angelina de la WNBA, la liga femenina de baloncesto, las Sparks; la liga profesional de hockey femenino y la Billie Jean King Cup, un torneo femenino de tenis.

La influencia de TWG Global no se limita a los deportes y el entretenimiento, sino también tiene una importante presencia en el sector financiero gracias a la firma de inversión Guggenheim, y también en el tecnológico con inversiones en distintas compañías de inteligencia artificial. También mantiene una sociedad con la polémica Palantir, la empresa de datos y vigilancia estrella de Wall Street.

Los fanáticos de los Lakers en Los Ángeles esperan que TWG Global repita con el equipo de amarillo y morado lo que hicieron con los Dodgers. En algo más de una década, desde 2012 hasta ahora, la empresa convirtió a un equipo que había ganado su último título en 1988 en la fuerza más dominante del béisbol estadounidense. Lo hizo precisamente gracias a su profunda billetera y a punta de fichajes estelares. El más reciente fue el de la superestrella japonesa Shohei Ohtani, a quien convencieron con un contrato de 700 millones de dólares por los próximos diez años. La inversión realizada en 2023 rindió frutos casi instantáneos, pues los Dodgers ganaron la Serie Mundial en 2024.

La operación confirma el cambio de aires para los Lakers, adquiridos en 1979 por Jerry Buss a Jack Kent Cooke, un empresario que hizo su fortuna en la radio de Toronto (Canadá) y quien después invirtió en los equipos deportivos, entre ellos los Lakers, quienes llegaron a Los Ángeles provenientes de Minneapolis en 1960. Cooke fue quien fichó a Kareem Abdul Jabbar y llevó al equipo a siete finales, ganando el título de 1972. Hoy el equipo tiene 17 campeonatos.

Pero la franquicia que hoy conocemos es obra de Jerry Buss, quien compró a Cooke a los Lakers por solo 67,5 millones de dólares en una operación que incluía también a los Kings, el equipo de hockey sobre hielo, y al estadio Forum, que fue la casa por varios años de ambos equipos. Fue Buss, un químico que se hizo millonario con negocios de los bienes raíces, quien ligó para siempre el equipo con el glamour de Hollywood y las celebridades dentro y fuera de la cancha. Gracias a él llegaron al equipo nombres como Jerry West, Pat Riley o Phil Jackson. Moldeó la dinastía que hizo vestir de amarillo a Kobe, Shaquille O’Neal y Pau Gasol. Bajo la tutela de los Buss, los Lakers ganaron once títulos, el equipo más dominante de la NBA desde 1980.

La operación de este miércoles pulveriza a la venta de otras valiosas franquicias deportivas como los Celtics, los grandes rivales de los Lakers, quienes fueron vendidos por 6.100 millones de dólares en lo que era la mayor transacción dentro de la NBA y el deporte estadounidense. Esa venta superó a la de los Commanders de Washington de la NBA, vendidos por 6.050 millones de dólares. La transacción supera también a la venta de la Fórmula 1, que Bernie Ecclestone dejó ir por 8.000 millones de dólares.