Laura Corsini, de nuevo embarazada: así es la vida de la fundadora de Bimani

"Y de repente, la vida te sorprende". Con esas palabras ha iniciado una de sus últimas publicaciones ante sus más de 85.000 seguidores en Instagram Laura Corsini. Con ella ha dado a conocer la buena nueva que ha recibido recientemente: está embarazada de su segundo hijo. "Agradecidos por el regalo que está en camino y que llegará para rematar un año de muchísimo aprendizaje. Gracias por tantísimo cariño a todos y a todas, de corazón", ha escrito, antes de igualmente darle las gracias a sus "chicos" por hacerle "permanentemente feliz".

Ellos, que también aparecen en el post junto a ella, no son otros que el empresario Javier Ibáñez Fuertes, con quien se dio el "Sí, quiero" en julio de 2022 —en uno de los grandes enlace del año—, y Juan, su primogénito, nacido prácticamente un año después, en mayo de 2023. Precisamente su boda, cuya ceremonia se celebró en la iglesia de San Adrián, un templo del siglo XV, además de un convite que tuvo lugar en el Palacio de la Torre, todo ello en Comillas, Cantabria, y sus alrededores, es un ejemplo claro de lo que la propia influencer y empresaria ha dejado claro, que no es otra cosa que seguir aprendiendo en todo momento.

La prima de Belén Corsini —quien, como curiosidad, también se encuentra embarazada de su segundo hijo junto a Carlos Fitz-James—, pasó por el altar con el mismo diseño de 1958 con el que se había casado una persona a quien le unía una relación muy especial, su abuela Carmina, si bien ella misma lo había customizado para la ocasión. Y esa pasión por la moda es la que le llevó, por un lado, a vestir a todas sus invitadas y, por otro, al estrellato con su propia firma, Bimani.

Según ella misma explicó en una carta abierta para todos sus seguidores, al decidir casarse con el vestido de su abuela solo pensaba en una cosa, en "la ilusión" que le hacía a ella y a su familia. Y a nadie más. "La moda no solo debería estar para el 'qué dirán'. La moda también existe para plasmar emociones y estoy a escasos minutos de vivir el momento más emocionante de mi vida, con el vestido más especial", afirmó. Porque es precisamente el mundo de los talleres y las pasarelas en el que vuelca día a día todos sus esfuerzos, a pesar de provenir de una gran familia de empresarios del ladrillo.

Fundó Bimani hace 13 años —paradójicamente, el primer nombre de su marca era biombo 13—. "Surgió de manera improvisada y sin financiación en el verano del 2012", cuenta ella misma en la web de su empresa, "tenía 22 años, acababa de terminar Administración y Dirección de Empresas en ICADE y empezaba Diseño de Moda en Marangoni, París". Además, dice recordar "lo poco claro que tenía" cuál sería su camino en el mundo de la moda tras sus "primeras prácticas en Ágatha Ruiz de la Prada".

Aun así, tal y como le contó a Vanity Fair, Laura daba por hecho que era entre costuras donde estaba su futuro, admitiendo que fue su madre, Sonia Santolaria del Toro, quien a pesar de ser médico de profesión, le metió el gusanillo y le ayudó a dar sus primeros pasos. "Montamos un taller en la cocina y con Valentina, quien trabajaba en su casa y hoy es parte de Bimani [de hecho, le ha dado nombre a unos botines de la firma], cogíamos las camisas y les poníamos flecos, tachuelas… Nos hicimos un nombre por el boca a boca", puntualizó.

Pero fue una conversación con su padre, Jacobo Corsini —que, como explican desde el citado medio, es uno de los 11 hijos de Jacobo Corsini Marquina, quien alcanzó la excelencia empresarial gracias a Corsán, constructora levantada por su padre, Carlos Corsini de Senespleda—, la que lo cambió todo, porque, como ella mima siguió contando, le llamaron "a los siete meses de empezar" su propia empresa "para trabajar en Inditex", lo que no dudó en calificar como su sueño, pero aquellas palabras de su progenitor supusieron un punto de inflexión. "Me dijo que no lo aceptara y que siguiera adelante con mi proyecto. Fue ahí donde decidí ir a tope", rememoró.

Porque si algo vertebra la vida de Laura es su círculo, sus raíces. En definitiva, los suyos. Por ello sigue veraneando en Comillas, donde su familia ha pasado las vacaciones estivales desde que era pequeña. Un lugar muy selecto en el que forjó un vínculo irrompible con sus hermanas: tanto Ana, quien se licenció en Ingeniería de los Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos y lleva vinculada varios años a Deloitte, como Alejandra, de profesión interiorista, son dos personas en las que confía a pies juntillas.

Las tres son hijas del segundo matrimonio de su padre, que además tuvo otros tres hijos con su primera esposa, Fe Pérez Torrens, quien falleció en 2018. Ellos son Jacobo, marido de Lucía Delibes, sobrina de miguel Delibes, Álvaro, marido y socio de la chef Cristina Oria, y; Marta, quien tras trabajar en el Museo del Prado tiene hoy por hoy su propio estudio de decoración. "Nos juntamos en comidas familiares una vez al mes y en un viaje al año que todos esperamos con muchas ganas, ha declarado Lucía sobre la buena relación que también guarda con esta rama de su familia.

Precisamente ese ambiente tan cercano con todos los suyos es lo que intenta transmitir y se ha llevado a Pozuelo de Alarcón, donde ella y su esposo tienen una casa de dos plantas y 700 metros cuadrados, con un amplio jardín, amén de que sus estancias suelen ser el plató perfecto para sus fotografías de Instagram. Porque ella no pierde la vez a la hora de ir consolidando su firma, que ya se ha convertido en una indispensable entre la clase alta, especialmente la madrileña. Y siempre buscando novedades. Aunque su gran objetivo sería abrir una tienda en el exclusivo barrio parisino de Saint Germain, por ahora va dando pequeños. El último: una colección para novias e invitadas a grandes actos y eventos.