Swiss Re advierte del 'lado oscuro' de la inteligencia artificial

Swiss Re Institute ha vuelto a activar el radar con el que cada año trata de detectar nuevos riesgos que pueden atacar al seguro y a la economía global. Y el potencial desestabilizador de las tecnologías y, en particular, de la inteligencia artificial (IA) sobresale esta vez entre los peligros que cobran mayor importancia.
"La evolución de las tecnologías digitales está transformando el panorama de riesgos", apuntan los expertos del servicio de análisis de la reaseguradora en el último informe Sonar 2025. En concreto, ahondan, la cantidad de problemas relacionados con la IA se está incrementando con fuerza. "De 2023 a 2024, estos incidentes crecieron más del 60%", apuntan.
A medida que más personas y empresas interactúan con la IA, podría producirse un aumento de las reclamaciones, anticipa Swiss Re. "Los recientes picos de litigios se han debido a acusaciones de infracción de la propiedad intelectual y demandas por difamación (algunas por los grandes modelos lingüísticos como ChatGPT)". Esto puede contribuir a disparar en el futuro la llamada inflación social (mayor coste de la siniestralidad que afecta a las aseguradoras por motivos que no son económicos).
DesinformaciónAdemás, enfoques innovadores como el de la inteligencia artificial generativa también pueden ser vulnerables a fraudes sofisticados como los deepfakes (vídeos, audios o imágenes manipulados mediante IA) y a la difusión de desinformación a través de las redes sociales, que, entre otras cosas, generan preocupación por las implicaciones en materia de responsabilidad civil, explica el informe Sonar 2025.
Bancos, fintechs y firmas de inversión destacan entre los sujetos más expuestos a esta amenaza, por las grandes sumas de dinero que gestionan y su dependencia de las transacciones digitales, señalan los autores. Otros sectores, como los medios de comunicación, las telecomunicaciones y la industria farmacéutica, son asimismo susceptibles de verse afectados por contenido manipulado capaz de erosionar la confianza y provocar pérdidas de reputación y publicidad.
Ante este panorama, avisan los expertos de Swiss Re Institute, el sector asegurador se encuentra todavía en las etapas iniciales del ciclo de desarrollo de productos, "y aún queda por aclarar la cobertura, las exclusiones y la redacción estandarizada". Por otra parte, el desarrollo de estrategias para combatir estos problemas impone exigencias operativas adicionales a las aseguradoras, lo que afecta la eficiencia y la asignación de recursos.
Olas de calorLa tecnología no es la única fuente de peligros para el seguro que gana peso. El Sonar 2025 identifica otras amenazas emergentes, entre las que ocupa un lugar destacado el aumento de las temperaturas. "Hasta medio millón de personas en todo el mundo sucumben a los efectos del calor extremo cada año, según investigaciones científicas recientes, superando el impacto combinado de inundaciones, terremotos y huracanes", plantea Swiss Re.
Esto, añadido a la previsión de que en los próximos años las olas de calor se produzcan con mayor frecuencia, sitúa este fenómeno entre los riesgos más importantes. "Sus implicaciones para las reclamaciones son numerosas, derivadas de un mayor número de accidentes, enfermedades, patrologías crónicas e incluso la muerte. El calor extremo también puede sobrecargar los sistemas sanitarios, elevando el coste de los seguros médicos", recalcan los autores del informe.
Otro riesgo en auge evaluado por Swiss Re Institute es el daño causado por los plásticos. Este material y sus partículas ya han generado litigios debido a la contaminación ambiental y a su impacto para la salud humana, refieren desde el servicio de análisis. Además, el mayor consumo de alimentos ultraprocesados, la expansión de la industria de los drones o la proliferación de hongos son también motivo de alerta para el sector asegurador, recoge el Sonar 2025.
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