Trump agrava el parón de las ventas del 'private equity' en Europa

Si el mercado de traspasos del private equity ya estaba tocado en Europa, el Día de la Liberación protagonizado el pasado 2 de abril por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha contribuido a acabar de hundirlo. El posible efecto de una crisis arancelaria aún por concretar sobre las empresas participadas en el Viejo Continente ha activado las alertas de los fondos, que profundizan en la ralentización de las ventas.
En el periodo de abril a junio el private equity ha registrado en Europa transacciones de desinversión por valor de 48.800 millones de euros, según recogen los datos provisionales del servicio de análisis Pitchbook. Este importe es casi un 22,8% inferior a los 63.200 millones que movilizaron los traspasos de los fondos en el primer trimestre del año.
Peor es la comparativa con igual lapso de 2024. Entonces se apuntaron ventas de participadas del private equity en esta geografía por una cantidad de 93.400 millones. Por tanto, respecto a un año atrás, la cifra contabilizada en operaciones de salida se ha visto reducida un 47,7%, también sobre la base de la información de la plataforma Pitchbook.
Esta evolución de los traspasos en la región revela que ha hecho aguas el repunte de las ventas de los fondos que auguraban algunos expertos del sector y que se prolongará todavía más la difícil etapa que ya venían atravesando estas operaciones. Y, por otra parte, que la agresiva política comercial anunciada por Trump y que cobró cuerpo el Día de la Liberación ha afectado más al mercado en Europa que en otras zonas del planeta.
CautelaEn Estados Unidos, principal potencia para los activos alternativos, el volumen de desinversión en el segundo trimestre (calculado por Pitchbook en 118.500 millones de dólares, en torno a 100.600 millones de euros) ha caído respecto al primer cuarto de 2025, pero no frente al anotado en idéntico intervalo del año pasado. Esto indica que los fondos temen más el impacto de los aranceles en los grupos participados en el Viejo Continente.
Ante una situación de incertidumbre económica generalizada, "muchos gestores de private equity se mantienen a la expectativa, conservando las empresas dentro de su cartera durante más tiempo y hasta que el mercado se aclare", explican profesionales de la industria. Y esta cautela se ha acentuado más en los fondos desplegados en Europa, sobre todo a partir del último ingrediente para la inestabilidad global: los aranceles de Trump.
Se agrava, por tanto, la ralentización de las salidas que ya acusaba el private equity en Europa y en el plano mundial. "La caída de las salidas de los últimos dos años ha dejado a los fondos con un importante volumen de compañías en sus portfolios, muchas de las cuales fueron adquiridas con valoraciones premium durante el pico del mercado en 2021. La recuperación moderada en la actividad de venta el año pasado no ha sido suficiente para absorber esta acumulación de activos", explica la consultora Alvarez & Marsal (A&M).
Ahora la inquietud en torno a las tasas a la importación y exportación de productos y servicios complica este problema. "Se espera que las salidas de participadas se retrasen aún más, ya que los vendedores buscan precios superiores a los que los compradores están dispuestos a pagar en el mercado actual", añaden desde A&M.
¿La nota positiva? Esta falta de incentivos a la rotación de cartera por parte de los fondos está produciendo un fuerte apogeo de los vehículos de continuación, que las gestoras lanzan para seguir participando en las empresas, pero pudiendo renovar la base de inversores. Este tipo de instrumentos va camino de alcanzar un nuevo máximo de captación en Europa, con más de 5.300 millones de euros absorbidos en la primera mitad del año.
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