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Veredicto Ligue 1: Crónica de una autodestrucción

Veredicto Ligue 1: Crónica de una autodestrucción

Veredicto Ligue 1: Crónica de una autodestrucción
El Error Millonario: Cómo la Ligue 1 se autodestruyó, dejando un rastro de quiebras y desesperación

La crisis financiera que amenaza con llevar a la Ligue 1 a la bancarrota no es un desastre natural, sino el resultado de una soberbia monumental y una cadena de decisiones catastróficas. El punto de origen de este colapso fue el delirante acuerdo de derechos de televisión firmado en 2018 con la empresa española Mediapro. La Liga de Fútbol Profesional (LFP) vendió su producto por una cifra récord de 1.150 millones de euros anuales, un 60% más que el contrato anterior, soñando con cerrar la brecha financiera con la Premier League.

Los clubes franceses, seducidos por esta promesa de riqueza, inflaron sus presupuestos en consecuencia. Pero el sueño se convirtió en pesadilla. En 2020, a los pocos meses de empezar el contrato, Mediapro incumplió sus pagos y se retiró, dejando a la liga y a sus clubes con un agujero financiero masivo y una realidad insostenible. Este fue el pecado original: una gestión imprudente que basó todo el futuro de una liga en un espejismo.

Desesperada, la LFP buscó un salvavidas y lo encontró en DAZN, pero a un precio mucho más bajo, aproximadamente un 60% menos que el acuerdo con Mediapro.34 Sin embargo, este matrimonio de conveniencia también estaba condenado. DAZN no logró atraer a los suscriptores necesarios y la relación se agrió, culminando en una disputa legal y la rescisión anticipada del contrato a cambio de una compensación de solo 100 millones de euros, una miseria en comparación con el valor perdido.

En medio de este caos, y con los clubes ahogados por las deudas post-pandemia, la LFP recurrió a una solución a corto plazo que se ha convertido en un problema a largo plazo: un pacto con el fondo de capital privado CVC Capital Partners. A cambio de una inyección de 1.500 millones de euros, la LFP cedió a CVC el 13% de los ingresos comerciales futuros de la liga. Este acuerdo, que está siendo investigado por el senado francés, ahora actúa como un ancla, drenando un porcentaje significativo de un pastel de ingresos que no deja de encoger.

El resultado de esta mala gestión es un panorama desolador. Clubes históricos como el Girondins de Burdeos, campeón en 2009, han sido relegados administrativamente a la cuarta división por su insostenible situación financiera.34 Otros, como el Olympique de Lyon, Montpellier, Le Havre y Angers, se tambalean al borde de la quiebra o el descenso administrativo, dependientes de unos ingresos televisivos que se han evaporado.

La crisis ha devaluado tanto el producto que la LFP se enfrenta ahora a la humillante perspectiva de tener que lanzar su propio servicio de streaming (DTC) no como una estrategia de crecimiento innovadora, sino como el último recurso desesperado al no encontrar un comprador para sus derechos.

Veredicto Final: La Ligue de Football Professionnel (LFP) es declarada culpable de una gestión financiera temeraria y de una negligencia que ha llevado a una de las cinco grandes ligas europeas al borde del colapso.

Es culpable de vender a sus clubes un sueño de grandeza insostenible, de tomar decisiones de pánico y de encadenar su futuro a un pacto de capital privado que ahora acelera su declive. La crisis de la Ligue 1 es una lección brutal sobre la burbuja del fútbol europeo y una advertencia para otras ligas: la soberbia financiera y la mala planificación estratégica conducen inevitablemente a la ruina. El caso está cerrado.

Giovanna Cancino
La Verdad Yucatán

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