‘Sharenting’: el error de mostrar a nuestros hijos en redes sociales

El sharenting es una palabra que combina share (‘compartir’) y parenting (‘paternidad’) para definir la práctica en la que papás y mamás comparten fotos y datos de sus hijos en redes sociales. Esto, de manera probada, supone un grave riesgo para la seguridad y la privacidad de los menores.
Al publicar imágenes, videos y detalles personales, los padres exponen a sus hijos a amenazas que van desde el ciberacoso hasta la explotación de imágenes en redes de pedofilia. El riesgo principal radica en la creación de una huella digital permanente sin el consentimiento del niño, lo cual puede poner en peligro su bienestar a largo plazo.
La sobreexposición infantil en el entorno digital, según la Unidad de Delitos Informáticos de la Dijín, puede tener consecuencias devastadoras. Información como la ubicación del colegio y lugares frecuentados es susceptible de utilizarse para identificar y localizar a los menores, aumentando el riesgo de situaciones peligrosas. Proteger a los niños en el mundo digital implica un cambio de mentalidad con el que se reconozca que la seguridad y la privacidad deben ser prioritarias.
La facilidad con la que se pueden compartir fotografías y videos ha normalizado la exposición de la vida de los menores, pese a que no pueden comprender las implicaciones ni dar su consentimiento. Este gesto, que puede parecer natural y hasta amoroso, genera una huella digital que acompaña al niño durante toda su vida y afecta su privacidad futura y su bienestar emocional.

Foto:iStock
Los datos del sharenting alarman. Según estudios en Latinoamérica, 89 por ciento de los padres publican imágenes de sus hijos al menos una vez al mes. Más preocupante es que el 23 por ciento de niños ya tienen presencia en línea antes de nacer, por la publicación de ecografías y baby showers, y ese porcentaje se eleva al 81 por ciento antes de cumplir los seis meses de vida.
Un informe de la Policía Nacional de España reveló que el 72 por ciento del material incautado a pedófilos consiste en imágenes no sexualizadas de menores en su vida cotidiana, tomadas de redes sociales de sus propios padres y familiares.
Respetar la privacidadEl principio básico de la polémica con el sharenting se basa en el respeto por la privacidad. Los niños, aunque dependan de sus padres, no deben someterse a la sobreexposición digital.
Una encuesta reciente de la Children’s Commissioner en el Reino Unido mostró que un 42 por ciento de los menores se sienten molestos o avergonzados por el contenido que sus padres publican sobre ellos. Esta exposición puede derivar en ciberacoso y burlas: fotos compartidas inocentemente se convierten en material para memes o bromas crueles, afectando la autoestima y la salud mental del niño.

Foto:iStock
En Colombia, la Ley 1098 de 2006, conocida como el Código de Infancia y Adolescencia, establece el derecho a la intimidad y a la protección de datos personales de niños, niñas y adolescentes, como uno de los más importantes en la legislación nacional. La Corte Constitucional ha amparado en distintas sentencias esos derechos fundamentales.
La recomendación es no publicar información de los menores. Para expertos en ciberseguridad, no existe el sharenting seguro; cuando una imagen se comparte, es casi imposible recuperarla y controlar su difusión.
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- Con uniforme. Compartir dónde estudian permite ubicarlos.
- De su rostro. La imagen del menor está protegida por la ley y puede ser usada por extraños.
- En lugares reconocibles. Previene que sean ubicados según sus rutinas.
- Expresando sentimientos. Son momentos íntimos que pueden ser usados para matoneo, montajes, memes, etc.
- En vestido de baño. Redes de pedofilia cazan estas imágenes, según la Policía.
- De otros niños. Puede cometer un delito contra la intimidad de otros menores.
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