Esta App Agota tu Batería: Cómo Encontrar al Culpable Oculto

Es una de las quejas más universales entre los usuarios de smartphones: «la batería no me dura nada». Si bien es cierto que las baterías se degradan con el tiempo, a menudo el culpable de un drenaje rápido y repentino es una aplicación mal optimizada o con un comportamiento agresivo en segundo plano. Identificar a este «vampiro energético» es el primer paso para recuperar la autonomía de tu dispositivo.

Tanto Android como iOS ofrecen herramientas nativas para que puedas investigar qué está consumiendo la energía de tu teléfono. No necesitas ser un experto para usarlas.

1. Abre el menú de Ajustes en tu dispositivo.
2. Busca y selecciona la opción «Batería» o «Uso de la batería».
3. En esta pantalla, verás una lista de aplicaciones ordenadas por el porcentaje de batería que han consumido desde la última carga completa.Esta lista te dará una visión general, pero la clave está en interpretar los datos.

Al analizar la lista, es fundamental diferenciar entre dos tipos de consumo:

• Consumo en primer plano: Es la energía que una app gasta mientras la estás usando activamente (con la pantalla encendida). Es normal que apps como YouTube, TikTok o juegos exigentes aparezcan en los primeros puestos si las has usado durante mucho tiempo. Este consumo es legítimo.
• Consumo en segundo plano: Esta es la energía que una app gasta cuando no la estás usando directamente. Realiza tareas como sincronizar datos, buscar tu ubicación o enviar notificaciones. Aquí es donde se esconden los verdaderos culpables.«Si una aplicación consume mucha energía en segundo plano, podría ser la causa del agotamiento rápido de la batería». – MovilZona.

  Si ves una aplicación que no has usado mucho pero que tiene un alto porcentaje de consumo, o si al pulsar sobre ella ves que su «tiempo en segundo plano» es muy elevado, has encontrado un posible problema.

Ciertas categorías de aplicaciones son conocidas por su alto consumo en segundo plano debido a su naturaleza :

• Redes Sociales (Facebook, Instagram, WhatsApp): Constantemente sincronizan mensajes, actualizan feeds y envían notificaciones.
• Apps de Fitness y Salud (Fitbit, Strava): Utilizan el GPS y los sensores del móvil para rastrear tu actividad de forma continua.
• Apps de Correo Electrónico (Gmail, Outlook): Están permanentemente conectadas para notificarte de nuevos correos al instante.
• Apps de Almacenamiento en la Nube (Google Drive, Dropbox): Sincronizan archivos en segundo plano.
• Apps de Banca: Por seguridad y para notificaciones, a menudo mantienen procesos activos.Sugerencia: Un carrusel de imágenes mostrando cómo acceder a los ajustes de batería en Android y en iPhone.

Una vez identificado el sospechoso, puedes tomar varias medidas para controlarlo:

1. Restringir la actividad en segundo plano: En los detalles de uso de la batería de la app, busca una opción para «restringir» o «limitar» su actividad en segundo plano. Esto evitará que la app se ejecute cuando no la estés usando.
2. Gestionar los permisos de ubicación: Si la app no necesita saber tu ubicación constantemente, cambia su permiso de «Permitir siempre» a «Permitir solo mientras se usa la app» o «Preguntar siempre».
3. Desactivar notificaciones innecesarias: Cada notificación despierta tu teléfono y consume energía. Desactiva las de las apps que no sean prioritarias.
4. Borrar la caché: A veces, una caché corrupta puede hacer que una app funcione mal y consuma más energía. Ve a Ajustes > Aplicaciones, selecciona la app y pulsa en Almacenamiento > Borrar caché.
5. Actualizar o reinstalar: Asegúrate de que tanto la aplicación como el sistema operativo de tu móvil estén actualizados. Las actualizaciones suelen incluir correcciones de errores y optimizaciones de consumo. Si nada funciona, prueba a desinstalar y volver a instalar la aplicación.

La autonomía de tu móvil no es solo una cuestión de hardware; es una batalla constante a nivel de software. Mientras que el uso intensivo de la pantalla y las aplicaciones de streaming son consumidores de energía evidentes y justificados, el verdadero enemigo de tu batería suele ser una aplicación que trabaja en la sombra, consumiendo recursos sin que te des cuenta. Aprender a usar las herramientas de tu propio teléfono para identificar, controlar y restringir a estos «vampiros energéticos» es la clave para recuperar el control y hacer que tu móvil llegue al final del día.