“Monte”: maderas del monte santiagueño dialogan con arte contemporáneo en Herlitzka&Co

Dos mesas de madera de cuatro metros de largo realizadas a partir de una única pieza encontrada en el monte santiagueño. Funcionan como la columna vertebral de Monte, la reciente exhibición que se inauguró en Herlitzka&Co, en la que los muebles de Ricardo Paz se muestran en diálogo con obras de Juan Sorrentino, Alicia Herrera, Alejandro Puente, Hernán Salamanco, Nicolás García Uriburu, Noemí Gerstein y Candelaria Traverso, entre otros.
Mauro Herlitzka, al frente de su galería, ha sabido leer los cambios en el mercado post pandemia. A su reputación de galerista de artistas modernos - los que pasaron por el Instituto Di Tella– sumó en el último año a su staff a diseñadores como Martín Churba y el Colectivo Tsufwelej y, en esta oportunidad, presenta los muebles en madera virgen de Paz junto a otros trabajos realizados en textiles, lana y cuero.
“Repensamos lo que estamos haciendo en la galería: qué presentar, qué incluir, qué diálogo, qué otros cruces podemos presentar dentro del campo artístico. No solamente el campo visual, sino también de las instalaciones, cómo presentas la idea de otros espacios de creación, que no sea solamente, estrictamente, lo que definimos como las bellas artes”, sostiene.
Herlitzka detectó que luego de la pandemia surgieron nuevos coleccionistas y nuevos compradores de arte que se vinculan de una manera particular con las obras: el arte se incorpora a sus hábitats, en sus casas, sus oficinas. En ese cruce, apareció casi de manera natural el diseño cada vez más aceptado como disciplina del arte
La exhibición “Monte” reúne muebles de Ricardo Paz y obras de Juan Sorrentino, Alejandro Puente y Nicolás García Uriburu. Foto: gentileza Herlitzka&Co
“La muestra de diseño que realizó hace poco el Malba, Del cielo a casa. Conexiones e intermitencias en la cultura, fue la tercera muestra más vista en la historia del Malba, Aquí estamos - Mujeres en el diseño 1900 - Hoy, que vimos Proa, han tenido un récord de asistencia y de interés”, reflexionó.
Con todo esto en mente, el galerista convocó a Paz, un artesano del diseño afincado desde hace 30 años en Santiago del Estero. Luego de años de viajar por el mundo regresó al país a inicios de los años ochenta. Una atracción por el arte y la historia lo llevó a investigar el oficio de anticuario y toparse en Santiago del Estero con rasgos de la identidad nacional, pero sobre todo, de la identidad provincial, cuna de los criollos y ‘madre de ciudades’.
“Cuarenta años después de llegar a este monte, Mauro me invita a mostrar este trabajo. Se compone, como siempre, de los elementos de esa tierra, que son madera, lana y cuero. No hay piedra, por supuesto, no hay metal, no hay plástico. Y con eso se vive. Ese es el mundo del monte”, explica Paz.
El artista trabaja con maderas que encuentra en el monte tiradas (N.de la R, monte refiere tanto a una elevación del terreno como a una porción cubierta de vegetación similar a un bosque). Desde 2002 dirige la Reserva Natural y Cultural Los Silencios, destinada a recuperar el monte nativo: más de 500 hectáreas de naturaleza protegida en las Sierras de Sumampa, al sur de Santiago del Estero.
La exhibición “Monte” reúne muebles de Ricardo Paz y obras de Juan Sorrentino, Alejandro Puente y Nicolás García Uriburu. Foto: gentileza Herlitzka&Co
Allí, además de su labor ecologista, Paz instaló su taller, donde produce sus piezas y desarrolla proyectos de Land Art. Realiza muebles respetando la porosidad de la materia que luego vende en su local-taller de Palermo Viejo donde también restaura y crea nuevas piezas. A la par, se ha convertido con el tiempo en un investigador amateur del tejido.
Herlitzka definió a Paz como “un creador, un movilizador cultural, un formador de gente, de trabajo, de gusto” y comentó que “muchas grandes colecciones argentinas en el exterior, refinadísimas y con temas muy distintos, tienen sus muebles”.
Sus mesas de cuatro metros, sus superficies más bajas, los cuencos de madera, las estructuras de madera que reproducen formas de rejilla, dialogan en la sala con una obra temprana de estilo informalista de García Uriburu, obras históricas de Puente -artista que se vinculó con las formas de componer y los colores que utilizaban los pueblos originarios andinos- una tela de Churba y hasta un cubo de acrílico transparente, una obra conceptual de Margarita Paksa.
“El monte es el espacio que la muestra evoca, en un encuentro de materiales y formas, de objetos antiguos y nuevos, en un cruce de configuraciones tan diversas como cuadros, instalaciones, muebles y tejidos. De pieza en pieza vamos siguiendo el diálogo rumoroso que establecen las pinturas de artistas consagrados con las mantas tejidas por manos desconocidas hace cien años, y el textil tradicional con el contemporáneo”, escribe Marta Penhos, historiadora del arte y vicepresidenta de la Academia Nacional de Bellas Artes en el texto curatorial.
Ricardo Paz - Monte taller, Ramadas. Monte tupido. Placa laberinto en madera de Wiñaj, Daniel Íñiguez. Foto: gentileza Herlitzka&Co
En una sala apartada, Juan Sorrentino, el artista chaqueño que se ha vuelto sinónimo de arte sonoro, exhibe algunas de sus esculturas hechas de cajas de madera descartadas, colocadas sobre patas de hierro. Dentro esconden un mecanismo que reproduce un sonido, una composición musical, vinculada con el entorno del que alguna vez formó parte esa madera antes de convertirse en obra de arte.
“La guitarra antes de ser instrumento fue árbol y en él cantaban los pájaros. La madera sabía de música mucho antes de ser instrumento", decía Atahualpa Yupanqui, una frase que inspiró al artista.
Al lado de Sorrentino cuelga otra instalación, pero de Paz. Sobre una rama colocada sobre la pared cuelga una cortina de boleadoras. De las sogas se desprende el interés del artista por el tejido; de sus puntas, las bolas que fueron talladas en madera.
La denominada Sala E de Herlitzka es un espacio separado del resto de la galería, de techos bajos, espacio reducido e invitación a la experimentación. Paz exhibe allí una mirada más íntima de sus trabajos e intereses: el monte y la espiritualidad.
La exhibición “Monte” reúne muebles de Ricardo Paz y obras de Juan Sorrentino, Alejandro Puente y Nicolás García Uriburu. Foto: gentileza Herlitzka&Co
Aprovechando la distribución y las medidas de la sala, el artista crea un pequeño mundo de intimidad, un hogar, donde cuelga telares en las paredes, sogas, un camastro y un altar. Es el espacio elegido por el artista para poner el foco en las mujeres que dominan los telares.
“Acá encontramos la lana, la madera y el cuero, en su forma antigua, de antes, y ahora en su forma contemporánea. Lo que hacen las mujeres ahora con la lana es cambiar su función porque ya no es para el abrigo o el recuerdo de la tierra de aquel que se va a trabajar o se casa en la provincia de Buenos Aires. Ahora ya es un oficio, ser telera es un oficio. Las teleras difícilmente hagan telar para abrigos así como los hombres difícilmente se hagan una silla con los restos del monte”, plantea Paz.
La exhibición “Monte” reúne muebles de Ricardo Paz y obras de Juan Sorrentino, Alejandro Puente y Nicolás García Uriburu. Foto: gentileza Herlitzka&Co
Lucía Paz, hija del artista, se encargó del pequeño oratorio que ubicó en una esquina de la sala, en la parte más remota de la galería, alejada del bullicio y a espaldas de éste. La espiritualidad en el monte se manifiesta de distintas maneras, desde estampitas del Gauchito Gil y Mamá Antula hasta retazos de hilos teñidos con tintes naturales.
Monte, en Herlitzka & Co (Libertad 1630), de lunes a viernes de 11:30 a 19. Hasta el 8 de octubre con entrada gratis.
Clarin