El fenómeno Tobalina: la profesora que arrasa con sus vídeos de sumerios, egipcios y romanos
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Sumer y los sumerios, Babilonia y sus imperios, Galilea en tiempos de Jesús, el temible Imperio Asirio… ¿Cómo es posible que conferencias sobre estas temáticas, subidas al canal de YouTube de una asociación cultural de Vitoria, acumulen millones de visitas? ¿Qué está pasando? ¿Desde cuándo sentimos tanta fascinación en España por las tumbas reales de Ur?
La responsable es Eva Tobalina (Vitoria-Gasteiz, 1975), doctora en Historia Antigua, profesora universitaria y auténtico fenómeno digital. Su claridad y el entusiasmo que transmite la convierten en una divulgadora excepcional, respetada —y casi idolatrada— por los estudiantes de Historia.
Tobalina no tiene redes sociales, pero sí legiones de seguidores. En Facebook existe incluso un club de fans activo con más de 3.000 miembros, donde la definen como “la mejor conferenciante en lengua castellana”.
“Mítica”, “diosa”, “genio”… Son solo algunos de los comentarios que recibo sobre Tobalina en una rápida batida por los grupos de estudiantes de WhatsApp de Historia de la UNED. Precisamente, en uno de esos grupos veo que ya se están organizando para ir a la presentación de su libro Los Caminos de la Seda y me entra cierta angustia, una sensación parecida —supongo— a la de quienes temían quedarse sin entradas para alguno de los conciertos de Bad Bunny en España. “A ver si esta gente me va a dejar sin sitio”, me sorprendo pensando, arrepentida de haber sacado el tema. Trato de no decirle a nadie más que Tobalina está en Madrid, pero los comentarios siguen llegando: “Gracias a ella la mayoría de los alumnos de la UNED aprueban”, “No usa coletillas, no se atasca y transmite que domina el tema a la perfección”, “Sus conferencias me parecen magníficas, de una claridad expositiva inigualable y con detalles colaterales que evitan que sean ladrillos”.
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José Alipio Morejón, doctor en Historia del Arte y director de la asociación Raíces de Europa —donde Tobalina imparte sus conferencias—, me dice por teléfono que Tobalina tiene un don y que "es un verdadero fenómeno, pero ella no se lo cree". Se muestra muy contento por su éxito y destaca que, gracias a ella, muchas personas se han acercado a la historia. Añade que hay un enorme interés por asistir a sus conferencias en Vitoria de forma presencial, aunque lamentablemente “mucha gente se queda fuera porque no caben todos”.
La fascinación de Eva Tobalina por las culturas antiguas cobra vida en su libro
PREGUNTA. ¿Cuándo comienza tu interés por la historia?
RESPUESTA. Empieza cuando era pequeña, y en casa de mis abuelos me topé con un ejemplar de
P. Tus conferencias suman millones de visualizaciones en Internet y los estudiantes de las carreras de Historia e Historia del arte te adoran. ¿Cómo vives este éxito? ¿A qué crees que se debe?
R. Lo vivo con auténtica sorpresa, porque uno nunca piensa que una profesora de Historia Antigua de mediana edad y con gafas pueda tener éxito en el internet de hoy en día. Y creo que se debe a que yo concibo la divulgación como una experiencia compartida. Una manera de que el público y yo compartamos la maravilla del descubrimiento del pasado. Eso nos acerca, nos iguala y nos hace cómplices en el disfrute.
P. ¿Cuánto tiempo le sueles dedicar a la preparación de una conferencia y cómo es ese proceso?
R. Depende. Si se trata de un tema que ya domino puedo prepararla en una mañana. Se trata sólo de poner en orden las ideas y seleccionar las fotos. Pero si no estoy tan familiarizada con el contenido puedo necesitar días para documentarme y leer sobre el tema. El proceso empieza por informarme sobre el tema, decidir cómo lo voy a abordar, buscar la forma más clara y didáctica de hacerlo, y buscar también cambios de tono y de contenido que mantengan la atención del oyente.
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P. Llevas una década embarcada en Los caminos de la seda. Esa ruta que, en realidad, como explicas en tu libro, ni se llamaba realmente así, ni era sólo una ruta ni, por supuesto, sólo vendía seda. ¿Qué te llevó a elegir este tema y cómo ha sido el proceso de dar forma al libro tras tantos años de estudio y trabajo?
R. El tema comenzó a interesarme cuando empecé a viajar a los países de la Ruta, como Uzbekistán e Irán. Descubrí todo lo que había detrás de la ruta y quedé fascinada. Eso sí, cuando comencé a escribir el libro y profundicé en la geografía, la historia y el arte, descubrí que se trataba de un mundo todavía más maravilloso e interesante de lo que pensaba al principio.
P. Uno de los mitos más extendidos sobre la Ruta de la Seda, como bien explicas, es la idea romántica de largas caravanas de mercaderes que recorrían miles de kilómetros desde China hasta el Mediterráneo. Sin embargo, en realidad, la mayoría de los mercaderes solo transitaban tramos cortos del recorrido: vendían sus productos, compraban otros y regresaban a casa. Si tú fueras una mercader china de aquella época, ¿qué “trozo” de la ruta escogerías recorrer? ¿Qué productos llevarías contigo y qué mercancías te interesaría comprar?
R. Sí. Es uno de los aspectos más interesantes del recorrido. Un artesano chino podía elaborar una prenda de seda sin sospechar remotamente las manos por las que iba a pasar, los territorios que iba a recorrer o el no imaginar el rostro de la mujer romana que iba a vestirlo. En cuanto al “trozo”, es difícil quedarse con uno. Hay tantos lugares fascinantes. Quizás la cuenca del Tarim, pero por motivos egoístas. Es la parte que personalmente peor conozco. Y también me resultaría difícil quedarme con un producto. Lo más estimulante de la ruta es que las mercancías eran lo de menos. Lo importante eran las ideas, las creencias y las corrientes artísticas. Y en este sentido me quedo sin dudarlo con el arte de Gandara.
P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
R. De momento, dar a conocer este mundo increíble que rodeaba a la Ruta de la Seda y que, aunque los españoles no lo sepamos, tiene tanto que ver con nuestro propio pasado.
El Confidencial