«El franquismo es algo pasado, pero sigue siendo muy útil»

El Aula de Cultura ABC acogió el jueves en el Círculo de Bellas Artes un coloquio en torno a la novela 'Saga nostra', de Gastón Segura, una ficción ambientada en el tramo final de la pandemia que retrata desde el interior de una familia burguesa catalana el impacto social y emocional del 'procés'. Con la moderación de Carlos Aganzo, director de la Fundación Vocento, y en conversación con los historiadores Gabriel Tortella y Jordi Canal, el autor explicó que su libro aborda cuestiones como «la traición de una parte de la burguesía catalana a España» y el modo en que la ideología nacionalista se ha ido normalizando desde el clientelismo y el sentimentalismo.
En ese sentido, Tortella denunció que los sucesivos gobiernos españoles «no han entendido Cataluña» y que han actuado «con miedo» ante el nacionalismo, permitiendo que figuras como Jordi Pujol «se convirtieran en señores feudales». El historiador acusó a la clase política, desde los tiempos de Felipe González, de haber cedido ante la presión nacionalista: «Me da la impresión de que, para los políticos de Madrid, Cataluña es un animal salvaje que hay que domesticar y tratar con mucho cuidado para que no te muerda».
Tortella criticó además el uso del franquismo como coartada ideológica: «A Franco lo sufrimos todos. A mí me metieron en chirona en Madrid, no por ser catalán, sino por ser de izquierdas. Pero hoy parece que solo los catalanes fueron oprimidos». Canal coincidió en este punto: «El franquismo es algo pasado, pero sigue siendo muy útil. El relato nacionalista ha instalado la idea de un genocidio cultural en Cataluña, que es falso. La mayoría de los alcaldes franquistas acabaron como alcaldes de Convergència». Y sin embargo, añadió, «en la escuela, en los medios, se ha construido una historia mítica que presenta todas las guerras como ataques a Cataluña».
Jordi Canal considera que el 'procés' es resultado de un largo proceso de nacionalización iniciado durante el pujolismo y que se consolidó tras 2003. «Los partidos nacionalistas ya se habían repartido todos los cargos. Cuando pierden la Generalitat, acusan a sus socios de ERC de traición», dijo. La reacción ante eso, explicó, fue radicalizar el discurso y buscar una vía independentista que ya estaba latente.
Canal señaló que el independentismo catalán actual tiene un componente geográfico claro: «El 'procés' es algo muy propio de la Cataluña interior, de municipios como Olot, donde la inmersión lingüística y la educación han sido claves para convertirse en un núcleo duro». Canal recordó que él estudió allí, durante la segunda mitad de los años 60: «Hasta los 18 años no hablé castellano con nadie, porque no conocía a nadie que lo hablara». Hoy ya no es bienvenido allí. «Con la presentación de mi libro 'Con permiso de Kafka', mi reacción ante el hartazgo de lo que ocurrió en 2017 [el año de la declaración de independencia], consideraron que no podía ir solo y me colocaron dos policías al lado. Y, claro, a uno no le apetece ir por su ciudad natal acompañado por dos mossos...».
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