El MNAC presentará su «incapacidad técnica» para trasladar los murales de Sijena sin dañarlos
No se niegan a entregar los murales de Sijena, lo que ocurre es que no saben cómo hacerlo sin dañarlos. Así podría resumirse lo ocurrido en la reunión del Patronato del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Después de asegurar que respetan la resolución judicial del pasado 27 de mayo, y que aceptan su cumplimiento, alegan que no saben cómo llevar a cabo este proceso sin poner en riesgo las obras.
Por este motivo, en el cuarto punto de su comunicado, «se acuerda pedir una incidencia de ejecución en sede judicial para informar de la incapacidad técnica del museo de llevar a cabo esta operación».
Aunque pudiera parecer una estratagema legal para alargar el plazo de entrega de las obras, el comunicado insiste en cumplir la resolución judicial y crear un grupo de trabajo, conjuntamente con Aragón, «con la finalidad de evaluar y llevar acabo los trabajos necesarios para el cumplimiento de las resoluciones jurídicas». De esta forma, se crearía una comisión de especialistas con los técnicos que el Gobierno de Aragón considere, así como los de los miembros del patronato, el Estado, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona.
A primera hora de la mañana estaba prevista la reunión de un Patronato que sabía que tenía las manos atadas a la hora de frenar la ejecución de la sentencia del Supremo. La tristeza y preocupación era el sentimiento general en un museo que ha custodiado, conservado y exhibido las obras durante más de 60 años y que ve ahora impotente cómo su trabajo se podría perder y con ello destruir un patrimonio cultural, tanto nacional como universal, que se remonta al año 1200.
En la reunión del patronato estuvieron presentes Jordi Martí, secretario de Estado de Cultura; Sonia Hernández, de la consejería de Cultura de la Generalitat; y Xavier Marcé, regidor de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona; la segunda teniente de Alcalde de Barcelona, Maria Eugènia Gay; así como el director del museo, Pepe Serra.
En primer lugar, el Patronato quiso valorar el «trabajo impecable» realizado por el MNAC en la custodia y conservación de las piezas salvadas de un incendio en 1936. «El museo ha garantizado su accesibilidad universal y han podido ser visitadas por millones de personas y estudiadas en el marco de los congresos del Románico más prestigiosos del mundo».
En el segundo punto de su comunicado, el Patronato quiso dejar claro que las obras de Sijena constituyen, por ley, bienes inmuebles que tienen la consideración de bien de interés cultural. Su protección y cuidado, por tanto, es importante y se ha de velar por su integridad.
La parte esencial de los acuerdos tomados por el patronato llega en el cuarto punto cuando hablan de la «imposibilidad de realizar el traslado de las pinturas murales para restituir la Sala Capitular del Real Monasterio de Sijena sin ponerlas en riesgo». Es por ello que desde el museo se ha tomado la determinación de: «pedir una incidencia de ejecución en sede judicial para informar de la incapacidad técnica del museo de llevar a cabo esta operación en el plazo establecido por la ley de enjuiciamiento civil, ni tampoco técnicamente».
El comunicado insiste en que no se niegan a devolver las obras, sino que instan a abrir un proceso de estudio para encontrar la mejor manera de hacerlo minimizando todos los riesgos. En este sentido, concluyen que lo más conveniente es: «pedir a las diferentes administraciones que conforman el consorcio la creación de un grupo de trabajo de carácter técnico e integrado únicamente por personal especializado».
Por último, insisten que para que este trabajo sea efectivo, insisten en que el Gobierno de Aragón participe con sus propios técnicos en este estudio, «designando al efecto a los especialistas que considere convenientes». Lo que es evidente es que el traslado no será sencillo y que se tiene que realizar con las mayores garantías posibles.
ABC.es