Hay más terror todavía: Demián Rugna transforma su película ‘Aterrados’ en libro

Un joven se levanta en el medio de la noche debido a fuertes golpes que retumban en toda su habitación y cuando ingresa al baño contiguo se da cuenta de que son generados por el cuerpo de su mujer ensangrentado retumbando contra el techo y las paredes, golpeándose sin parar, como si fuese una marioneta que está siendo manejada por hilos invisibles.
Un forense está extrayendo las balas de adentro de un cráneo cuando, de pronto, el aparente cadáver le aprieta fuerte el brazo.
Un niño que hace pocos días murió atropellado por un colectivo ahora está sentado en la cocina de su casa tomando la merienda bañado en tierra de pies a cabeza, en aparente estado de descomposición vistiendo el mismo traje que usaba en su velatorio.
Por fortuna del lector, estas escenas no son reales. Son producto de la imaginación de Demián Rugna, director y guionista argentino, referente del terror contemporáneo. La mayoría forman parte de Aterrados (2018), película que lo consagró. La siguiente, Cuando acecha la maldad (2023), ganó el primer premio en el Festival de Sitges, el más importante dentro del género.
Hay una escena de las antes narradas que no está en la película sino en Aterrados, la novela recientemente editada por Minotauro con ilustraciones de Laura Aguerrebehere. El prestigioso sello creado por Paco Porrúa, que hoy forma parte de Planeta, lanzó la versión libro de esta interesante película de terror y suspenso que permite la expansión de algunas escenas, cerrar algunos cabos sueltos y complejizar aún más una historia macabra de fantasmas, resurrección y fenómenos paranormales.
“La idea vino un poco de los editores”, le cuenta a Clarín Rugna. Primero le ofrecieron trabajar con Cuando acecha la maldad pero luego por un tema de derechos el contraofertó novelizar su anterior filme lo cual interesó al sello.
“Me cebaban todo el tiempo. Les encantaba lo que les iba mandando”, comenta y señala diferencias con la escritura de un guión: “El guión es mucho más frío y más visual. En el libro te podés meter en el laberinto del autor y abrir un montón de ventanas para todos lados”.
Demián Rugna, director de "Aterrados", trabajará en Hollywood con Guillermo del Toro en una remake de la película argentina.
Dividida en dos partes (Bienvenidos a Ciudad Jardín y Gajos de Naranja), se va narrando la historia que se vio en la película de un modo más lineal, cronológico. Dentro de esos dos grandes capítulos se incluyen fragmentos breves, de pocas páginas, centrados en algún personaje, narrados en tercera persona.
Así aparece Claudia, la mujer asesinada por fuerzas extrañas, el vecino con insomnio Walter, el niño atropellado apodado Pucho, el comisario Funes, la doctora Allbreck experta en fenómenos paranormales y el forense Jano. De este último, se incluyen fragmentos de su libro que, según anticipa Rugna, también tiene pensado publicar algo en un futuro. Sobre el final, el epílogo expande todavía más la película.
El libro tiene un tono interesante que, para ser la primera publicación del director, se observa logrado. Esto tal vez derive de su experiencia escribiendo guiones y, además, de que no es su primera producción de este tipo. Le revela a Clarín que, en realidad, es el segundo libro que escribe.
”El primero es uno que también saldrá por Minotauro, calculo, el próximo año. Son relatos que escribí en pandemia”. Agrega, además, que “he escrito varios cuentos. Tengo también una novelita inédita. Pero no soy prolífico para nada escribiendo literatura. Cuando me siento a escribir, en realidad me pongo a escribir guiones, por mi actividad laboral. Escribir literario me lleva mucho más tiempo, cabeza, me tengo que abstraer muchísimo”.
“Tuve la suerte y la oportunidad de expandir cada escena como una mancha de aceite”, revela y analiza las diferencias entre el lenguaje audiovisual y el literario: “Cuando escribís un guión no podés ponerte en la cabeza de ningún personaje. Tenés que intentar transmitirlo con una buena actuación pero desde el guión no podés describir demasiado lo que le está pasando a cada personaje ni dar tu punto de vista como autor de la situación, jugar o regodearte con cada detallito hasta el más mínimo”.
En rodaje. Demián Rugna, durante la filmación de "Cuando acecha la maldad".
Resalta aspectos de la literatura (“No sé si es tanto lo que describís sino cómo lo describís. Poder profundizar ahí en cada en cada elemento y en cada pensamiento). Agrega que el libro le permitió inmiscuirse un poco más en la propia trama: “Retomé escenas luego de muchos comentarios y de haberlas visto millones de veces y poder decir: esto es lo que yo pienso mientras sucede, que es lo que piensa el autor”.
En el libro algunas escenas se expanden, se describen o se explican más. Otras parecen calcos de la película, incluso retomando casi los mismos diálogos. Rugna cuenta que el criterio que tomó para ver hasta donde contaba y hasta donde intentaba mantener la esencia del filme fue bastante intuitivo.
Agrega: “Después de la película tuve dos procesos de remake. O sea, reescribí el guión dos veces más readaptándolo. Si bien el libro no tiene nada de esos procesos de remake, o sea, es pura y exclusivamente la versión original, es una historia donde me di la posibilidad de expandir hacia el lugar donde ni siquiera los procesos de remake había tocado”.
La novela, al igual que la película, acierta al seguir el devenir de estos personajes ante sucesos inexplicables, violentos y horrorosos sin explicaciones de más. Lo justo y necesario para que el lector acompañe el misterio de su viaje. “Decidí no sobrecargar por fuera de la historia, controlarme bastante”, complementa Rugna.
Hay guiños al fanático: “Para aquellos que aman la película y necesitan un poquito más de cada personaje, lo encuentra en el libro”. Aunque también agregó algunas reflexiones acerca de qué puede ser aquello tan misterioso que está sucediendo en Ciudad Jardín, uno de los barrios más tranquilos de la zona oeste del conurbano bonaerense.
El director de cine argentino Demián Rugna, posa durante la presentación de su película "Cuando acecha la maldad", en Sitges.EFE/ Siu Wu
El autor, quien confiesa sentirse “muy agradecido, en situación de privilegio”, al publicar su primera novela en un sello tan relevante para la ciencia ficción, el fantástico y el terror, cuenta que sus próximos planes literarios tienen que ver con la corrección de su futura novela –la primera que escribió, segunda en orden de publicación– que saldrá también por Minotauro, lanzará también un cómic con guión de su autoría y en un futuro El libro de Jano, las aventuras del particular forense adepto a los fenómenos paranormales que coprotagoniza esta historia. Luego se dedicará a terminar algunas películas que tiene en carpeta.
Quienes se sorprendieron con las películas de Rugna encontrarán aquí una expansión de su universo que está a la altura. Quienes conozcan por primera vez sus creaciones a través de estas páginas se encontrarán con una historia inquietante, que cala hondo hasta los huesos y es más que un compendio de descripciones sanguinolentas. Que, como el buen terror, género que goza de buena salud en estas latitudes con autores de peso (Luciano Lamberti, Samanta Schweblin, Mariana Enríquez, por nombrar tan solo tres) utiliza el miedo para escarbar en aquellas profundidades donde el sentido común no se atreve a ingresar.
Derivas de seres misteriosos que, como describe la doctora Allbreck en uno de los últimos capítulos, aparecen “jugando con hormigas… o con un muñeco de trapo que pueden arrojar contra la pared o…romperlo para ver qué tiene dentro” y el comisario Funes remata: “Las hormigas somos nosotros”.
Aterrados, de Demián Rugna con ilustraciones de Laura Aguerrebehere (Minotauro).
Clarin