Médiums en España: la historia de las mujeres que llevaron el esoterismo al espectáculo
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff00%2F6c9%2F0a1%2Ff006c90a15e592ca3f1474c2ef0f3d35.jpg&w=1920&q=100)
Como muestra de las modas de Europa y América, los periódicos españoles pronto empezaron a insertar publicidad del
Madrid, Barcelona y Valencia fueron las grandes capitales peninsulares que acogieron a esta nueva clase de profesionales, unos profesionales que, por primera vez, mostraban a la mujer en el lugar central de la escenificación, y como protagonista absoluta, no como auxiliar o decoración dentro del espectáculo, sino como artífice central de la representación.
En La Correspondencia de España en enero de 1860 se destacan las actividades que en Valencia desarrollaba el dentista, Sr. Bousquets, que se dedicaba a la extracción de muelas a partir de la hipnosis, a la que califica como "anestesia". Lo califica como un método inventado por los doctores Azam y Broca de París: varios individuos se sometieron a la operación que se llevó a cabo con buen éxito, en medio de una porción de personas que habían acudido a presenciar el acto. En un momento extrajo el Dr. doce muelas, sin que los pacientes experimentasen los dolores que extraordinariamente llevan consigo estas operaciones.
Pero ante este éxito, meses después, en mayo, en La España se destacaban "los peligros del Hipnotismo", y se explica que según varios periódicos médicos galos, algunos hipnotizadores debían frenar su actividad: refierase a cierta señora a quien hubo necesidad de despertar corriendo, por la gravedad de las misteriosas revelaciones que hipnotizada hacía, y otra dama que se vio en gravísimo peligro de perder la vida.
Aún hoy en día se confunde dentro del imaginario a las médiums con la prestidigitación, la magia o el espectáculo variopinto
La crónica no ofrecía más detallesLas portadas de El Globo ofrecían (15 de enero, 1883) a los curiosos varias fotos sobre "los Fenómenos del Hipnotismo" que eran detallados a sus lectores. Un tema que les interesaba, ya que en 1884 encontramos varias crónicas al respecto, bastante animadas por lo que respecta a las curaciones que se obtenían con el hipnotismo.
A finales de 1881 ya encontramos en la prensa varios espectáculos de sonambulismo que se desarrollan en Barcelona. En el teatro Tívoli se anuncia una gran función "de prestidigitación, sonambulismo, fuentes maravillosas y fotografía gigante por Mr. Neubours". Un año después, en el teatro Romea, en abril, se celebran sesiones de "Magnetismo y sonambulismo", y aún en enero de 1884, en el Teatro Principal "el célebre Dr. Nicolás y su simpática hija Miss. Elena, ejecutarán trabajos de magnetismo y sonambulismo desconocidos para el público barcelonés". Aquel mismo año, en agosto, se presenta en el popular Circo Ecuestre una mujer, Miss Ariel, "ejecutando varios trabajos de sonambulismo y magnetismo, que le valieron los repetidos aplausos de la numerosa concurrencia".
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F485%2Fa61%2F96a%2F485a6196a573d5fd93c0251ec082557e.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F485%2Fa61%2F96a%2F485a6196a573d5fd93c0251ec082557e.jpg)
En abril de 1885, otra vez en el Tívoli, se anuncia una variada función de magnetismo y sonambulismo, a beneficio de "la estática Emma", por la compañía Zanadell. Pero algo no le salió bien a uno de los magnetizadores, ya que en La Época de Madrid (11 septiembre, 1886) se detalla cómicamente lo que sucedió: En el Teatro Ribas de Barcelona hubo el domingo un escándalo mayúsculo. Se presentaba por primera vez un tal Mr. Donati, que se decía profesor de hipnotismo, fascinación y magnetismo, y se había anunciado pomposamente en los carteles. La concurrencia que había acudido comprendió desde el primer momento que Donati era un charlatán embaucador que no sabe hacer nada, y empezaron las muestras de desaprobación y las risas. La indignación subió de punto cuando el profesor, al observar el nublado que se le venía encima, se adelantó al proscenio y dijo en tono familiar: "¡Señores, estoy en ayunas, y es muy tarde: doy por terminado el espectáculo, ¡y mañana continuaré!".
[Y prosigue el redactor] Al no intervenir la autoridad y custodiarlo por espacio de dos horas, la broma hubiera costado cara a Donati, que se fue conducido, con muchas precauciones al Gobierno civil, donde pasó la noche y parte del día siguiente. Es decir, cada temporada, durante varios años consecutivos, la mediumnidad y el sonambulismo hacen las delicias del público, y hay ya varias mujeres que actúan solas, sin necesidad del magnetizador. La independencia de los hombres para ponerse en trance se va consolidando en aquellos años, además, observamos el mismo fenómeno en los grupos urbanos de espiritistas. Las mujeres se van convirtiendo de vehículo pasivo, canalizador de las voces de ultratumba, en activas médiums que controlan sus trances a voluntad.
"Se van convirtiendo de vehículo pasivo, canalizador de las voces de ultratumba, en activas médiums que controlan sus trances a voluntad"
Estos espectáculos públicos se desarrollaban también en forma de consultas privadas alejadas de los círculos militantes del espiritismo experimental y se convirtieron en una manera fácil de ganar dinero por parte de personas sin escrúpulos, o sencillamente de vivaces buscavidas. Varias consultas destinadas al curanderismo a través de la visión de las médiums, que además proporcionan placebos en forma de píldoras, infusiones o imanes magnetizados, se abrieron en las calles de las principales ciudades españolas. Y además se anunciaban en la prensa.
En 1886 encontramos una de las primeras propuestas en la prensa. Se presenta Francisca, sin un Miss, o un Mademoiselle, sino con nombre popular y que además afirma que "sin magnetismos, ni sonambulismos, pronóstico, adivino y doy noticias, prediciendo el porvenir", eso sí, siguiendo el método (no dice cuál) de "la muy respetada Mlle. Lenordman de París". Toda una garantía, vaya. El precio, dos reales. Además, Francisca atiende a los clientes en un piso del 21 de la calle Egipciacas, en pleno barrio del Rabal. Pero advierte: "No se admitirá a ningún señor que no venga acompañado de su señora". Explícitamente, la profetisa se desmarca de la prostitución o de los galanteos de los más atrevidos.
Y los redactores de La Vanguardia destacan que esta nueva profesión está muy en boga en Barcelona y produce mucho, ya que hay muchos incautos que sienten interés por las artes adivinatorias.
Sobre la autora:
Dolors Marin Silvestre es es una historiadora e investigadora especializada en la historia de los movimientos sociales europeos contemporáneos. Es Doctora en Historia por la Universidad de Barcelona y Diplomada en Sociología por el ICESB. Ha trabajado como documentalista y comisaria de exposiciones y filmes y es profesora de Enseñanza Secundaria. Ha publicado varias investigaciones sobre anarquismo y feminismo en España y ha realizado estancias y conferencias en varios centros de investigación y universidades europeas y americanas. Visionarias, librepensadoras y espiritistas. Mujeres pioneras de las luchas sociales (1830-1931) ofrece un recorrido por más de un siglo de resistencia femenina en el contexto de la España industrial.
Los teatros no hacían más que mostrar lo que a nivel subterráneo recorría las calles de la ciudad. Las sociedades espiritistas realizarán sus experimentos y prácticas y eran de sobra conocidas sus actividades en una sociedad relativamente más pequeña que la actual y sin nuestros grandes medios de comunicación. Las veladas en los barrios obreros, organizadas dos veces por semana en los mismos locales de las sociedades o en las casas particulares, eran un secreto a voces, ya que la prensa anunciaba el desarrollo de estas prácticas con destino a ampliar su base social a partir de la propaganda, distribuida gratuitamente, o por medio de conferencias públicas y acciones en la calle.
Como muestra destacamos algunos de los actos que se desarrollan en Barcelona y que tienen como protagonistas a las figuras más populares del espiritismo en las dos últimas décadas del siglo XIX. En la mayoría destaca la presencia de Amalia Domingo Soler, la figura más visible del movimiento y una de las redactoras más prolíficas del mundo, sin duda alguna.
Domingo compartirá tribuna con sus compañeros de las sociedades espiritistas, pero también con republicanos agnósticos o declaradamente ateos, en lo que se llama sesiones de confrontación. Una modesta modista compartía escenario con abogados, diputados, concejales ciudadanos, activistas obreristas anarquistas, federales o socialistas, periodistas y un largo etcétera. El avance de las mujeres por ocupar un lugar público estaba en marcha. Domingo penetra en espacios prohibidos, con valentía, con decisión y con su voz castiza de andaluza resuelta, con sus poemas y sus discursos anticlericales.
Una muestra de lo que las mujeres desean de la sociedad en transformación, de la sociedad que construyen desde los márgenes, desde la periferia hacia el centro, cada vez con más autoridad. El mérito de Amalia Domingo y el de sus compañeras es el de paulatinamente normalizar la presencia de las mujeres en los actos públicos y de debate sobre la religión, la ciencia, el republicanismo, el anticlericalismo y la educación de las mujeres. La transgresión se realiza semana tras semana en los teatros de las ciudades y en los periódicos que realizan la crónica de las sesiones públicas.
También en las tardes y las noches de la ciudad. Son mujeres que cruzan la ciudad nocturna solas, en horas en que han de estar en casa, según la tradición. Y de las agrupaciones espiritistas pasan a las sociedades obreras, normalizando su presencia, su voz.
Son mujeres que cruzan la ciudad nocturna solas, cuando han de estar en casa, según la tradición
Poco a poco los nombres de las activistas feministas impregnan la ciudad, el imaginario ciudadano y saltan a la prensa satírica o a la literatura, que las demoniza por su valentía, cruelmente, sin piedad, asociándose sus nombres a la frustración, la fealdad, la ignorancia y un largo etcétera por aquellos que las condenan por salir del lugar tradicional, por no resignarse a callar, a ser humilladas diariamente, por no obedecer.
Porque lo más grave resultó ser que los actos convocados por las sociedades espiritistas no tenían nada de marginal. En aquellos años se convocaban en el centro de la ciudad y esto muestra su voluntad de expansión y normalización en su oposición al catolicismo tradicional. Los espiritistas del XIX se presentaron realmente como un peligro y una seria competencia que pronto será contestada por la Iglesia con mucha rotundidad.
En 1885 (11 de mayo) apareció en La Vanguardia la crónica de la velada realizada en el Instituto del Fomento del Trabajo Nacional, donde se discutió sobre los fenómenos del sonambulismo, el magnetismo y el hipnotismo, a cargo de la Sociedad Barcelonesa de los Amigos de la Instrucción. En 1887 (13 de junio) en el mismo periódico se destaca una conferencia en París a cargo de Mr. Mesmer sobre: "El sonambulismo desde el punto de vista Médico-legal", y aún en noviembre del mismo año se reseñó un experimento realizado en el Hospital Clínico de la Chartté de París por el Dr. Luys sobre "las sustancias medicinales a distancia sobre los individuos en estado de hipnosis", unos experimentos, que asegura el redactor: "actualmente constituyen la mayor preocupación en el mundo de la medicina". Es decir, hallamos ya una relación entre la medicina y la hipnosis a partir del magnetismo que empieza a ser tomada en serio.
El doctor Das clavaba punzones y agujas metálicas a sus pacientes en brazos y piernas
La moda de los experimentos realizados por magnetizadores e hipnotistas sobre los cuerpos de los enfermos, o lo que se conoció por las histéricas, llegó a tales extremos que en algunos países como Suiza fueron prohibidos, ya que los médicos actuaban como verdaderos sádicos o psicópatas sobre los maltrechos cuerpos de los hipnotizados o sobre los cándidos voluntarios que se presentaban a ser dormidos. Así, en Madrid, fue muy controvertido el magnetizador italiano que se hacía llamar "Doctor Das". El doctor Das, según los periódicos, clavaba punzones y agujas metálicas a sus pacientes en brazos y piernas, o les descargaba potentes corrientes eléctricas ante la admiración del pudiente público de los salones madrileños.
En los años finales del siglo XIX aún encontramos varias noticias en la prensa. En La Época de Madrid (21, julio, 1894), bajo el título de "Hipnotismo", se destacan los experimentos de Charcot en París y se afirma que el hipnotismo causa más preocupación entre los hombres de ciencia franceses que el cólera. La sugestión hipnótica es descrita, en primera página, por el redactor como una derivación del popular magnetismo, o del sueño artificial y explicita que:
La escuela espiritista que parecía que después de ridiculizada, caída por completo en el olvido, resucita con tal fuerza (…) que en América vuelve a estar en boga, en Inglaterra penetra en las revistas más importantes, y en Italia, el profesor Lombroso, el antropologista, parece inclinado a creer en los espíritus (…) y un prestigioso periódico de Roma escribe: "Difúndese de nuevo, desde América a Alemania por todo el mundo, un fluido espiritista, y las mesas giratorias y el mesmerismo empiezan a turbar otra vez el espíritu humano". Pero lo que ahora "asombra a sabios e ignorantes, no son las fantasmagorías y visiones literarias; son hechos, hechos innegables, porque se han realizado bajo la autoridad del profesorado y la ciencia. El redactor cita la moda de literatura espirita tanto en Balzac, como Dumas, Edgard Poe, Ana Radcliff e, Farina, Fogazzaro, Checchi, y cómo no, Gautier. El redactor describe los experimentos de La Salpêtriére, y concluye su larga exposición afirmando: "Yo soy, por desgracia, de los escépticos" con respecto al espiritismo "pero lo cierto es que, a medida que creemos menos, son más las cosas que quedan sin explicar".
El Confidencial