Tarta Relena y Giorgos Manolakis (★★★★✩), suma de talentos

Tarta Relena y Giorgos Manolakis ★★★★✩Lugar y fecha: Paral·lel 62 (16/X/2025)
El dúo Tarta Relena y el griego Giorgos Manolakis no hablan el mismo idioma pero tampoco son tan diferentes. Se hizo evidente en su actuación en el Festival Clàssics, que los reunía por primera y única vez sobre el escenario, tras tres días de ensayos en Empúries para poner a punto un repertorio que relaciona sus respectivas músicas. Y ya les podemos adelantar que la cosa funcionó a las mil maravillas.
El cretense Manolakis es una autoridad tocando el buzuki y el laúd griego, pero en esta ocasión solo se trajo un laouto, instrumento original de su isla con cuatro cuerdas dobles metálicas que se toca con un plectro y que, amplificado, produce un sonido florido y cristalino. Desde la primera canción, una melodía griega, ya se vio que podrían interactuar a la perfección combinando toque y polifonías. Luego, en el rescate de D’ençà, el tono medieval y las filigranas vocales fueron de la mano del ritmo frenético de las cuerdas.
Marta Torrella confesó que en el último disco de Tarta Relena no solo se inspiraron sino que casi copiaron una canción de Manolakis. Se trata de La font, que ofrecieron alternando la original en griego y la versión en catalán. También explicaron que pudieron convencer a Giorgos de que les acompañase al laúd en otra canción griega de su repertorio, Christos, que originalmente se toca con buzuki; el tono litúrgico y contemplativo de la melodía se vio ligeramente saboteado por leves zumbidos electrónicos, dándole una lograda patina de modernidad.
De ahí pasaron a rescatar a capela la sefardita Esta montanya d’enfrente, alternando canto al unísono y polifonía, y a una dramática y solemne canción griega a trío, combinando el tono grave del cretense con melismas agudos de ellas en un contraste muy logrado.
Hubo espació para el lucimiento de él en solitario en un tema propio, Nube, cuya letra, explicaron, habla del deseo de ser una nube para que el viento pueda acercarla a sus amados, mezclando halo poético folk y virtuosismo técnico. Con humildad, hablaron de que en su repertorio tienen canciones cretenses que han ido cantando por el mundo, pero nunca ante un autóctono.
Fue el momento de resarcirse y de recibir la aprobación, antes de un final de fiesta con una adaptación a trío, trufada de efectos sonoros, del tema tradicional Margarideta, lleva’t de matí y una muy apropiada y magnífica adaptación del Mediterráneo de Serrat.
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