A España se le hace grande Wembley
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Wembley, una de las mecas del fútbol, tierra sagrada para los anglosajones y también para el Barcelona, conquistadas dos Copas de Europa sobre su verde césped, se le hizo grande a España. La selección sumó su primera derrota en la fase de grupos de la Nations League tras caer ante Inglaterra (0-1) en un duelo que rozó el gol en abundancia, pero su falta de puntería y los errores defensivos acabaron por lanzar a las locales. Fue Park la que dejó la victoria en la isla, autora la delantera de un gol propiciado por un nuevo error defensivo de Paredes. Aunque Paralluelo y Caldentey estuvieron cerca de firmar el empate en la segunda mitad, Inglaterra supo sufrir y denegar el paso a las españolas hasta el pitido final.
Fase de grupos de la Nations League - Jornada 2
- Inglaterra Hampton; Bronze, Williamson, Bright, Charles; Walsh, Clinton, Toone (Naz, min.84); Park (Kelly, min.64), James, Russo (Parris, min.64).
- España Coll, Batlle, Paredes, Méndez, Carmona (Leila Ouahabi, min.56); Aleixandri (Zubieta, min. 83), Bonmatí, Caldentey; Pina, Paralluelo (Redondo, min. 83), Lucía García (Athenea, min.70).
- Goles 1-0: Park, min.33.
- Árbitro e incidencias T.Olofsson (Suecia). Amonestó a Paredes y a Kelly. Partido disputado en Wembley, Londres, ante 50.000 aficionados.
Al ritmo de Aitana Bonmatí, muy fina la centrocampista como de costumbre, España comenzó a edificar su superioridad ante Inglaterra en los primeros minutos. Sus posesiones eran larguísimas, de bajo pulso pero de mucha intención, y, cuando las locales caían hipnotizadas ante semejante batería de pases, la selección aprovechaba para hincar el colmillo con fuerza. Muy cerca estuvo Salma Paralluelo de hacer el primero de la noche tras una gran jugada, casi maradoniana, con varios recortes consecutivos, pero su genialidad fue apagada por un mar de piernas anglosajonas. Lucía García, poco después, aprovechó el caos generado por un córner para mandar el balón al larguero con un disparo a bocajarro. Inglaterra se refugiaba con éxito en su físico, pero lo cierto es que el talento visitante se imponía con claridad.
Piezas entre las que solo chirriaba Paredes, que desde su vuelta al combinado nacional no ha conseguido alcanzar el nivel esperado. Sufría la central del Barça con el juego por las bandas de las locales e incluso vio la amarilla en el 22 tras derribar a Toone. Esa inseguridad dio alas a Inglaterra, que cada vez llegaba con más continuidad. Su gol no se hizo efectivo por las genialidades de Coll bajo palos, pero el cambio de dinámica había sido evidente. Perdonó España en su momento y ahora le tocaba sufrir, una realidad que se hizo efectiva en el 33. Una gran acción individual de Russo por el sector izquierdo propició que Park, asistida por la propia Paredes, anotase el primero a placer con la defensa visitante ya vencida. El golpe fue suavizado por el ejemplar empeño de Paralluelo, pero el descanso evitó que tuviese repercusión en el electrónico.
Renovadas volvieron las pupilas de Montse Tomé tras la reanudación. Caldentey casi atina desde la larga distancia y García, tras un buen pase en profundidad de su compañera, estuvo cerca de batir a Hampton. Una ventisca solo detenida por un apagón casi total en el estadio, coloreado por los 50.000 teléfonos que habitaban en las gradas y por las pantallas supervivientes, en las que se podía leer «¡Vamos, Inglaterra!». Superados los problemas técnicos, Tomé metió el bisturí e introdujo a Leila Ouahabi para detener la sangría por la banda izquierda, pero las británicas parecían de nuevo lanzadas a por la victoria, con opciones de aumentar su ventaja y muy sólidas en la parcela defensiva.
Paralluelo, la mejor del bando español, o al menos la más brava, gozó de una oportunidad clarísima para hacer el empate. Sin embargo, cuando corría sin oposición hacia la portería, el esférico se le quedó atrás, desperdiciando así uno de los pocos errores que había cometido la zaga local. Quedaban 15 minutos para el final y la selección estaba volcada en el ataque, solo le hacía falta una pizca de suerte para alcanzar el ansiado empate. Una suerte que, por otra parte, nunca hizo acto de presencia.
abc