Atleti club de vacaciones

Madrid es una ciudad maravillosa para vivir y España tiene uno de los mejores climas del mundo. El Atleti es un club en el top 10 mundial, con un gran entrenador, con historia, una afición que no solamente anima en las buenas, y sobre todo con dos cosas que cualquier jugador de medio pelo ve como un chollo. Pagan buenos salarios y la exigencia tampoco es que sea la mayor de entre todos los equipos punteros. En este equipo se vive muy bien y eso tiene consecuencias porque la agonía deportiva puede acabar realmente mal y ser un verdadero cementerio de elefantes.
El proyecto ha tocado fondo esta temporada, no ha fracasado, pero sí que ha languidecido y algunos dicen que el discurso del míster es el que ya no cala; pero la única realidad palpable es que es una de las plantillas más envejecidas del continente con multitud de jugadores firmados en el último lustro en el ocaso de sus carreras o que fueron apuestas para salir del paso un verano más. Es cierto que en el mercado de 2024 se hizo una importante inversión, y que poner el foco en si han funcionado o no esos cuaro o cinco fichajes no debería ser el problema real que acapare el foco. Con una sola temporada no se puede apreciar del todo esa apuesta y menos en la forma en la que transcurrieron los acontecimientos. Ahora bien, hay mucho jugador acomodado en esa plantilla.
Desde hace unas semanas noto por las declaraciones de Simeone una ambición como la que no había detectado desde tiempos anteriores a la pandemia, salvo el oasis que supuso contar con Luis Suárez en el once titular. El Cholo ya no quiere molestar solamente, quiere ganar, pide piernas en plaza pública y quizá todo eso es porque sabe que puede estar ante su último gran proyecto en el club. La energía es así, a veces se agota, por eso mismo quiere enchufarse de nuevo y especialmente porque el trabajo duro de convencer a una superestrella mundial ya está hecho. Sabe mejor que cualquier aficionado que ha habido una travesía profunda navegando sobre la nada cumpliendo el objetivo, pero también que ha entrado bastante dinero. Al club le toca rearmarse con esa gran inversión que se anuncia en prensa, pero principalmente tiene quitar lastre, aunque sea duro por cuestiones emocionales o no se saque rédito económico. Simeone es el primero que debe demostrarlo, pero también toda la estructura que sostiene y donde muchos viven refugiados tras su figura. Se acabó eso de ser un club ciudad de vacaciones, de lo contrario puede que vuelvan tiempos oscuros.
20minutos