De la petición de respeto a los árbitros a una ácida crítica: «No se les puede hablar, pero ellos hacen comentarios soeces y ridículos»
A la espera de que las primeras reuniones para estudiar una modificación del sistema arbitral comiencen a dar frutos tangibles, el arbitraje en España no consigue salir del ojo del huracán. En la élite y en las categorías más alejadas de los focos, como es el caso de la Segunda Federación. Ha sido ahí donde el presidente de un equipo, la Gimnástica Torrelavega, se ha desahogado en sala de prensa para afear de forma contundente la actitud de los colegiados en los terrenos de juego.
Siro del Barrio, presidente del club cántabro desde el año 2021 se sentó ante los medios de comunicación por iniciativa propia tras el empate sin goles de su equipo ante el Coruxo. Un resultado que deja a la Gimnástica Torrelavega, que acabó el partido con nueve jugadores, en la decimoséptima posición del Grupo 1, a nueve de la salvación.
Sin embargo, el mandamás del club no tomó la palabra para señalar al árbitro por sus decisiones sino por su actitud. «Lo primero que tenemos que decir y aclarar es que esta situación es propia, no es excusa. No vamos con 20 puntos por culpa de los árbitros o porque sea un complot contra la Gimnástica... Tampoco vengo a hablar de los errores arbitrales, porque como cualquier jugador, presidente o entrenador son humanos y se confunden... pero sí de la actitud que tienen los colegiados, no solo en estos partidos sino los que pueden verse por la tele... un poco la chulería, la soberbia y el no poder comunicarte con él».
«El árbitro es una persona que forma parte de este circo, de este negocio, de este deporte... y lo que no puede estar es fuera de él», agregó. Al árbitro los jugadores no se le pueden dirigir ni mal, obviamente, ni bien, no se le puede hablar, pero el árbitro es capaz de hacer comentarios soeces y ridículos como se me ha hecho a mí por parte de los informadores, diciéndome que los errores son nuestros, que no las metemos, que no les echemos la culpa...».
Para Del Barrio «esos comentarios sobran y esos comentarios encienden a la gente». «Un árbitro, para que la gente lo sepa, en Segunda Federación cuesta al club entre 2.200 y 2.300 euros por arbitraje. Ningún jugador de esta categoría, al menos en nuestro club y creo que en el setenta por ciento de los clubes, gana este dinero ni de lejos... y el nivel no es el mismo. Creo que el comportamiento es tan importante como el saber hacer».
«La forma de dirigirse a los jugadores y al cuerpo técnico tiene que ser mucho más tranquila y desde un perfil muchísimo más bajo (...). Esto ha llegado a un punto que es insostenible, y prácticamente entran aquí, y entiendo que en todos los campos, con una impunidad que no puede ser», aseguró ante los medios.
«He salido al terreno de juego a intentar hablar con ellos para que vayan tranquilos, que se había avisado a la policía para que no tuvieran problemas, y prácticamente me han apartado y me han dicho que me dirija a ellos, cuando lo único que intentas es ayudar», se lamentó el dirigente del club cántabro.
«Si esto no cambia al final reventará por alguna parte y creo que va a ser malo para el fútbol, los jugadores, la directiva, los equipos y para los árbitros. Una cosa es que se le tenga que respetar, como a cualquier persona, que tengan derecho a equivocarse y otra que ellos también tienen la obligación de tratar a la gente y a compañeros suyos de profesión (...) con el mismo respeto que piden. Y eso no está sucediendo. Y es algo que está pasando en el fútbol español», insistió tras confirmar que «se realizará la queja pertinente al comité de árbitros».
abc