El odio visceral entre Topuria y Pimblett es una mina de oro para la UFC (y todos lo saben)

La impresionante victoria de Ilia Topuria (17-0-0) sobre Charles Olivera (35-11-0) en UFC317 ha disparado el caché del luchador hispanogeorgiano. El demoledor KO sobre la leyenda brasileña significó el doble cinturón (peso pluma y peso ligero) y se tradujo en una nueva explosión de popularidad y admiración. Tanto es así que, después de 602 días y para disgusto de Islam Makhachev, El Matador se convirtió en el luchador número uno libra por libra de la compañía.

Además, esta misma semana, Topuria también superó los 10 millones de seguidores en Instagram y rebasó a Makhachev. Un dato anecdótico, pero a su vez que sirve para medir el impacto de su última victoria y por qué ya es la gran superestrella de la UFC. A sus 28 años, en pleno apogeo deportivo y tras fulminar a tres mitos de la compañía como Volkanovski, Holloway y Oliveira, la pregunta es quién será el próximo rival del doble campeón y si podrá detenerlo.

La pelea contra Makhachev se producirá algún día, del mismo modo que se dio el histórico enfrentamiento entre Khabib Nurmagomedov y Conor McGregor. La UFC es un negocio y el choque podría reventar cifras de ingresos. Por aquel entonces, el Mcgregor-Khabib fue el evento más lucrativo de la UFC (mayor venta PPV de la historia y segundo en recaudación en taquilla).

¿Se odian Topuria y Pimblett?

¿Pero qué lo hizo tan famoso y esperado? Además del choque deportivo, cultural y hasta religioso, lo que aumentó la expectación fue que realmente ambos peleadores se llevaban muy mal. Esa pelea no fue un mero duelo deportivo con cinturón y millones en juego. Fue algo personal, un choque que destilaba odio visceral. Tanto es así que la pelea acabó en batalla campal, multas económicas de récord y suspensiones temporales para ambos peleadores.

De hecho, la Comisión Atlética de Nevada consideró que el nivel de provocación y violencia fue "sin precedentes". En este sentido, Topuria mantiene una fuerte rivalidad con quien apunta a ser su próximo rival, Paddy Pimblett (23-3-0). El británico no es el contendiente número uno, lugar que le corresponde al armenio Arman Tsarukyan, pero sí ha sabido jugar sus cartas dentro y... especialmente fuera del octágono.

Ya al final de la última pelea, Pimblett subió a la jaula para mantener un cara a cara con Topuria. Preguntado sobre su próximo combate, Topuria afirmó. "No sé, tenemos aquí a varios pringados, una rubia que no me gusta, otro que le duele la espalda cuando tiene que pelear. A cualquiera que me pongan, vamos a pelear". En este sentido, con el adjetivo de la rubia, se refería exactamente al luchador Paddy Pimblett. El peleador dejó caer en MARCA que le gustaría volver a la jaula antes de 2026.

Lo que sabe Pimblett

Tras un intenso choque de provocaciones y amenazas, Topuria empujó fuertemente a Pimblett, momento en que varios de los presentes tuvieron que separarlos a riesgo de que el conflicto escalara aún más. "Te voy a hacer lo mismo, te voy a arrancar la cabeza", le dijo a Pimblett. El británico aseguró que Ilia "sabe que no puede noquearme".

Pero más interesante fue lo que reveló el de Liverpool en ESPN. "Tenemos nuestra historia. Ni siquiera necesitas vender la pelea. Se vende sola. Dos tipos que se odian mutuamente, que se odian de verdad. No hemos visto esto desde Khabib y McGregor. Quiero desfigurarle la cara", declaró Pimblett. El pique entre Topuria y Pimblet va camino del lustro de antigüedad, pero la diferencia de pesos hacía imposible pelea... hasta ahora.

En 2021, Pimblett publicó un tweet ofensivo sobre Georgia, país de origen de Topuria, donde hizo referencia a la guerra entre Rusia y Georgia y aseguró que los georgianos "se rindieron como pequeños ratones". Topuria defendió sus raíces, le llamó "basura" y prometió venganza. Un año después coincidieron en el mismo hotel durante un evento de UFC en Londres y Topuria se fue a por Pimblett, con cruce de puñetazos incluido, aunque finalmente fueron separados.

Pimblett entró en el TOP10 del peso ligero por los pelos. Es probable que una pelea contra Gaethje, Tsarukyan e incluso una revancha contra Holloway en el peso ligero fuese más dura para Topuria, pero el componente de rivalidad insana que ha desarrollado con Pimblett convierte el enfrentamiento en un foco de atención que podría reportar grandes ganancias a la UFC, así como a ambos peleadores.