La estremecedora confesión de Ricky Rubio: "Una noche en un hotel dije no quiero seguir, ya no con el baloncesto, con la vida"

Ha pasado más de un año desde la última vez que Ricky Rubio se vistió de corto para jugar al baloncesto de manera profesional. Lo hizo luciendo la camiseta de un Barça —en un Clásico liguero ante el Real Madrid— al que llegó tras superar uno de los momentos más complicados de su vida y su carrera profesional: su retiro temporal de las canchas para cuidar de su salud mental, sobre lo que ha hablado en una extensa entrevista en la que se abre en canal junto a Jordi Évole.

El relato del base catalán arranca con su grave lesión de rodilla, cuando era jugador de los Cleveland Cavaliers en la NBA, en diciembre de 2021: "No quería ni coger el teléfono, porque yo sabía que me había roto. Mi primera reacción es: 'esto no me ha pasado a mí, pero se van a cagar, y voy a volver más fuerte que nunca".

"Y estoy todo un año con una sensación... que no la entiendo, que estoy enfadado con el mundo. Vuelvo a jugar. Hago toda la recuperación, la preparación para el Mundial. Y me voy al Mundial, pero tengo una sensación rarísima dentro. Me veo en el espejo y digo: 'algo no va bien", ha revelado el de El Masnou en otro fragmento de la entrevista. "Pedí ayuda como supe", añade Rubio, que ha relatado como esa tarde pidió a su mujer que le ayudase a hacer las maletas para abandonar la concentración de La Familia.

Ha sido entonces cuando el ex del Joventut ha hecho una impactante confesión: "Una de las noches que estaba en el hotel dije: 'no quiero seguir, ya no con el baloncesto, con la vida". Y ha empatizado con aquellas personas que puedan estar pasando por una situación similar: "Puedo entender a mucha gente, tanto que está en el momento de éxito como, por desgracia, muchos se han quitado la vida, o como gente normal, que dice no puedo seguir. Porque todo te pesa tanto... En el Mundial, cuando digo paro, parece que me muero y que mi vida no tiene sentido".

El jugador de 34 años, que el pasado mes de junio expresó que se había tomado este año "para reflexionar sobre mi carrera y mi vida" y rechazó que fuese "una despedida", también valoró sus 12 años jugando en la NBA: "Ha sido una experiencia brutal, y creo que aquí en Badalona no la hubiera podido vivir, pero igual la persona hubiera estado más feliz".

Durante la década que pasó en la liga norteamericana, Rubio asegura que no tuvo amigos. "Son compañeros", expresa, al mismo tiempo que explica el por qué no pudo hacer ninguna amistad: "Por mi forma de ser, la verdad, porque me cuesta mucho abrirme y conectar. Y no he sabido tampoco enfrentarme al conflicto. Lo he vivido con muchos compañeros con actitudes déspotas. Yo no soy capaz de decir: 'así al camarero no se le habla'. Pero, cómo le voy a decir yo al compañero.. Yo me callo, y veo actitudes o comportamientos que no son los correctos".

"Muchas veces ellos mismos ni se dan cuenta, es su personaje, es su ego. En el vestuario se hablan cosas que no tienen sentido, de qué coche llevas. ¿De verdad voy a competir contigo por tener un coche mejor? No me hará mejor persona", añade el jugador. "Y yo me tuve que crear ese personaje, aunque no quisiera", lamenta.

Por último, Ricky Rubio ha señalado que nunca se enamoró "ni de la cultura ni de las tradiciones", y ha valorado que en Estados Unidos "han convertido la NBA en un show, un business, han dejado el amor por el baloncesto". "¿Qué me llevo de Estados Unidos? Lo que no haría, no lo que haría", concluye en otro extracto de la entrevista.