Los secretos del implacable Zak Brown para el éxito de McLaren: "Si no te presiono, preocúpate"
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fbae%2Feea%2Ffde%2Fbaeeeafde1b3229287b0c008f7602058.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd2e%2Fd73%2F9af%2Fd2ed739afe0db292eca3195276814657.jpg&w=1920&q=100)
"Implacable, divertido y justo". Así se define Zak Brown, un verdadero workaholic —adicto al trabajo—, y el principal responsable de la reconstrucción y el éxito no solo del equipo en la Fórmula 1, sino también de McLaren como compañía.
Cuando en 2017 Brown llegó a Woking como CEO, se encontró con un panorama desolador: "Nuestro peor rendimiento en pista de la historia, la menor cantidad de patrocinio jamás registrada y una fuerza laboral desmotivada. Aparte de eso, lo único que seguía siendo excelente era nuestra marca y la pasión de la gente. Solo necesitaba ser todo recalibrado".
El año pasado McLaren logró el título de Constructores y este año conquistarán ambos campeonatos. En el IndyCar, Alex Palou impide que uno de sus pilotos (Pato O'Ward) se alce con el título y, tras su paso por la Fórmula E, el equipo se centrará en el Mundial de Resistencia y las 24 Horas de Le Mans a partir de 2027.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F356%2Fdda%2F18f%2F356dda18fd1bd6a82c30bb2bb139e694.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F356%2Fdda%2F18f%2F356dda18fd1bd6a82c30bb2bb139e694.jpg)
En una reciente entrevista para un pódcast sobre liderazgo, Brown compartió algunas de sus claves para entender tanto su estilo de gestión como la apasionada personalidad que ha liderado a McLaren hasta superar a gigantes como Red Bull, Mercedes o Ferrari. "Desde el departamento de Recursos Humanos hasta el Financiero, todo en McLaren está enfocado al rendimiento; todo lo que hacemos tiene como fin mejorar el coche de carreras".
Aprendiendo de los mejoresSu amor por la competición nació en 1981, durante una visita familiar al Gran Premio de Long Beach. "Todavía conservo el programa de aquella carrera". Fue entonces cuando se enganchó a la Fórmula 1 y a la competición. "Era un niño que, y sigo siéndolo, si algo me entusiasma, doy todo por hacerlo bien. Pero si no me interesa, simplemente no aparezco". De aquí que fuera un pésimo estudiante. "Era más probable que acabara en un mal lugar en la vida que al frente de un equipo de Fórmula 1".
Pero encontró su formación en la experiencia del día a día, y convertirse en piloto fue su primera universidad. "Cuando corría, me rodeé de gente exitosa a una edad temprana. En las carreras te rodeas de CEOs, así que aprendí observando cómo trabajaban, qué hacían bien y qué no. Tuve que financiar mi carrera con patrocinios, y eso me obligó a entender el negocio". Brown es el perfecto ejemplo de quien se ha hecho a sí mismo en la vida. "Me eduqué observando a los mejores. Aprendí qué hacer... y qué evitar".
Mega shift out there, Osc 🧡#McLaren | #HungarianGP 🇭🇺 pic.twitter.com/Gl4CHPsp5g
— McLaren (@McLarenF1) August 3, 2025
Durante un tiempo compaginó carreras y empresa. "Monté mi propio negocio (agencia de patrocinios), así que era mi propio recepcionista, CEO, director de marketing y financiero... Me siento cómodo ensuciándome las manos, pero también aprendí a delegar, algo que cuesta cuando eres orquesta de un solo hombre". De su etapa como piloto acumuló un gran repertorio de lecciones para los negocios. "Valorar el riesgo-recompensa, la importancia de la comunicación, confiar en tu equipo, rodearte de buena tecnología y ser increíblemente competitivo".
Aunque su carácter es afable y campechano, se describe a sí mismo como un líder muy exigente: "Pongo mucha presión sobre mi equipo, pero siempre con un enfoque divertido. Me exijo a mí mismo más que a nadie. Lidero con el ejemplo. Si no te estoy presionando, preocúpate". A Brown se le ve en todos los frentes y no para de viajar: Fórmula 1, IndyCar, correr y probar su colección de coches... "Amo lo que hago. Aunque sea estresante, no lo vivo como un trabajo. Todavía me siento como aquel niño de diez años. Eso me permite trabajar tan duro como lo hago, y sobrellevar el estrés con diversión".
200 wins and counting 🧡#McLaren | #NeverStopRacing pic.twitter.com/rvNsa5VQIn
— McLaren (@McLarenF1) August 4, 2025
Cuando llegó a McLaren, la situación era crítica. "Este equipo arrastraba una cultura arrogante, poco transparente, plagada de teorías de conspiración. Se asumía que eras culpable hasta que se demostrara lo contrario. No tratábamos bien a nuestros socios. Creíamos seguir siendo el McLaren dominante, y actuábamos con una exclusividad que nos alejaba del compromiso y la colaboración".
Entonces, ¿cuál es la filosofía empresarial y comercial que ha aplicado a McLaren? El equipo británico cuenta con una extraordinaria cartera de patrocinadores que no ha parado de crecer desde su llegada. "Nunca he exprimido al máximo un acuerdo, siempre he jugado a largo plazo, siempre he dejado un dólar sobre la mesa porque llevo en este negocio más de 30 años, y puedes acumular una gran cantidad de éxito y relaciones si juegas a largo plazo. Si te asocias con nosotros, es win-win. Si eres la competencia, queremos ganarte. Prefiero relaciones de diez años antes que éxitos fugaces".
Zak Brown crafted Alonso's Indy 500 deal, but one Indycar driver also had to make way for the Spaniard... https://t.co/uoNsM1NUqx pic.twitter.com/oPex0WiZhY
— F1i (@F1icom) April 12, 2017
También ha aplicado su experiencia como piloto a la gestión interna con los suyos, crítica en estos tiempos en los que Lando Norris y Oscar Piastri luchan por las victorias y títulos entre ambos: "El haber sido piloto me ayuda a entender por lo que pasan. Apostamos por la transparencia, la equidad. Cuando hay mejoras y solo podemos dárselas a uno, lo explicamos. Y llevamos la cuenta para compensar en la siguiente carrera".
Sobre Norris y Piastri, Brown considera que son "buenos chicos, rápidos, respetuosos y competitivos. Si todo va bien, lucharán por el título. Normalmente, esas situaciones acaban mal, pero nosotros no lo tememos y hablamos de ello. No dejamos que sea el elefante en la habitación".
¿Con qué coche llegará al trabajo?Brown combina su pasión por este mundo con una pragmática visión empresarial, se muestra totalmente alineado con los objetivos y gestión de Liberty, y ve la Fórmula 1 como un espectáculo. "Si compras una entrada para una carrera, un partido o un concierto, lo haces por entretenimiento. La Fórmula 1 debe aceptar que también es espectáculo, y los fans están respondiendo".
El americano fue uno de los impulsores del límite presupuestario en la Fórmula 1, enfrentándose para ello a Mercedes, Ferrari y Red Bull para que el deporte fuera más igualado y competitivo. Hoy, su equipo les supera en la pista, ha multiplicado su cartera comercial y expandido a McLaren más allá de la Fórmula 1: "Queremos ser más grandes en Norteamérica que nuestros rivales. Ahora somos el único equipo que compite en Fórmula 1, IndyCar y Le Mans. Somos como un restaurante con varias cocinas: atraemos a públicos más diversos".
Another mega Festival of Speed celebrating the most iconic cars and legends of our sport. None more legendary than my hero @MarioAndretti . Always cool to "loan him for the day" his 1978 Lotus 79 that he won the championship in. Legendary driver and car! pic.twitter.com/MpljQOBeVj
— Zak Brown (@ZBrownCEO) July 13, 2025
En definitiva, Brown rezuma una extraordinaria pasión por todo lo relacionado con los coches, las carreras y, por supuesto, su labor en McLaren. "La mayoría de los días voy al trabajo en un Range Rover. No es aburrido, pero tampoco tan emocionante como el resto de mi colección". Destaca que su favorito en ella es "el coche ganador del GP de Mónaco de Ayrton Senna en 1991, lo tiene todo (es un McLaren)".
"Soy un gran coleccionista de coches, puedes ver una gran variedad de coches, desde McLarens como es de esperar, hasta Porsches 959, que son geniales, o Cobras antiguos de 1963. Creo que al equipo le hace gracia por el ruido que hago al llegar el adivinar con qué coche llegué al trabajo", remató. Zak Brown ha llevado a McLaren algo más que el ruido de sus coches.
El Confidencial