Mastantuono se despide de River Plate y de este Mundial tras la derrota frente a un sólido Inter

Tras las dos primeras mediocres apariciones del Inter de Milán en el Mundial de Clubes, el cuadro nerazzurri se reencontró con su mejor versión para vencer a un serio e intenso River Plate y abrazar el liderato del grupo E. Así, el primer acto fue igualado y competido, con grandes compases de Franco Mastantuono en el inicio, pero en la segunda contienda el subcampeón de Europa impuso su dominio de la mano de unos excepcionales Lautaro Martínez y Mkhitaryan. El encuentro acabó 2-0, con goles de Francesco Esposito y Alessandro Bastoni. Los de Chivu se enfrentarán a Fluminense en octavos, mientras que los de Marcelo Gallardo ya pueden comprar los billetes de avión para volver al Cono Sur. El Monterrey mexicano se clasifica como segundo en este grupo y competirá contra el Borussia de Dortmund en la siguiente ronda.

Cada jornada mundialista transcurrida en la que interviene River Plate parece más claro que el Real Madrid ha fichado a un auténtico jugón con Franco Mastantuono. Fueron muy buenos los primeros minutos del cuadro argentino en un partido frenético desde el inicio, al compás del gusto por la bola cuando la atesoraba el aún menor de edad. Inquietaron la meta del subcampeón de Europa sin éxito, con mucho empuje y sabiendo que hacer gol resultaba vital para la clasificación. Más aún si, en el otro choque del grupo, le daba por ganar al Monterrey de Sergio Ramos, como finalmente ocurrió. Era notable el tesón del equipo dirigido por Marcelo Gallardo, pero sin fortuna de cara a gol.

El Inter de Milán se sacudió el dominio rival en el ecuador de la primera contienda y empezó a acercarse también a la mitad defendida por Franco Armani. De hecho, lo hacía con mayor peligro, gracias a la mordiente generada por los incisivos carrileros, Dumfries y Di Marco, al gran manejo de la pelota de Mkhitaryan y, sobre todo, los desmarques y movimientos de Lautaro Martínez, que cuajó un gran partido. La más clara la tuvo Esposito, el elegido por Christian Chivu para sustituir al lesionado Marcos Thuram. Tras una brillante jugada colectiva de los milaneses, le llegó la pelota al joven delantero italiano dentro del área, pero falló la ocasión cuando era mucho más fácil meterla.

Excelente segunda mitad interista

Si era extraño que, por intensidad y ocasiones, el partido llegase al descanso con el cero brillando en el electrónico del Lumen Field, más increíble resultaba que este siguiese sin moverse transcurrido el primer cuarto de hora de la segunda parte. Y es que el Inter de Milán tuvo tres ocasiones impresionantes, de esas que no pueden perdonarse. Dos de ellas, con un palo incluido, en las botas de Lautaro Martínez, y otra marrada por Mkhitaryan. Difícil de creer, pero la pelota seguía sin entrar en la red defendida por Armani, quien mucho tuvo que ver en ello. Sin duda, los de Chivu, pese a estar clasificados con la clara victoria que Monterrey le estaba endosando a Urawa Red en el otro partido, pusieron la directa para sumar los tres puntos y acabar líderes de grupo. Merecían el triunfo, mientras que los millonarios parecían impotentes.

Las cosas se pusieron más feas aún para los argentinos en el minuto 65. El hiperactivo mediocampista armenio del Inter se marchaba solo a la meta de Armani cuando Martínez Quarta se vio prácticamente obligado a derribarlo. Aunque los argentinos argumentaron que el jugador rival no se dirigía justamente al centro del área, la roja que mostró el trencilla uzbeco Ilgiz Tantashev era totalmente justa. Y así, por decirlo con palabras de Gabriel García Márquez, se empezó a escribir la crónica de una muerte anunciada: una gran jugada de Petar Sučić, recién ingresado al césped de Seattle, le permitió anotar a Francesco Esposito el 1-0. River Plate quedaba tocado y, en realidad, totalmente hundido.

Pudo haber sentenciado antes el partido el Inter de Milán, pero en la tarde estadounidense le faltó parte de la inspiración frente al arco que sí tuvieron en el histórico enfrentamiento de hace un par de meses contra el FC Barcelona. De hecho, Mkhitaryan pudo poner un broche dorado a su excelente puesta en escena en el Lumen Field con un gol si no hubiese mandado a las nubes su lanzamiento cuando ya había regateado a Armani. Quien sí vio puerta fue el excelente defensor Alessandro Bastoni, con el equipo rival totalmente echado arriba y desordenado, y en un contrataque que, con cierta fortuna, pudo culminar con un zapatazo. Así se clausuró un choque muy entretenido.

Con una victoria, un empate y una derrota, el histórico club argentino dice adiós antes de lo deseado y Franco Mastantuono ya puede empezar a preparar las maletas para su aterrizaje en Chamartín, esperado para agosto. No es, ni mucho menos, la despedida soñada para un jugador y un equipo que emulan la suerte del otro conjunto argentino del torneo, Boca Juniors, que también confirmó en esta fase de grupos su pronta eliminación.

Tras las dos primeras mediocres apariciones del Inter de Milán en el Mundial de Clubes, el cuadro nerazzurri se reencontró con su mejor versión para vencer a un serio e intenso River Plate y abrazar el liderato del grupo E. Así, el primer acto fue igualado y competido, con grandes compases de Franco Mastantuono en el inicio, pero en la segunda contienda el subcampeón de Europa impuso su dominio de la mano de unos excepcionales Lautaro Martínez y Mkhitaryan. El encuentro acabó 2-0, con goles de Francesco Esposito y Alessandro Bastoni. Los de Chivu se enfrentarán a Fluminense en octavos, mientras que los de Marcelo Gallardo ya pueden comprar los billetes de avión para volver al Cono Sur. El Monterrey mexicano se clasifica como segundo en este grupo y competirá contra el Borussia de Dortmund en la siguiente ronda.