¿Quién marcará el fuera de juego?

Que Hansi Flick haya aceptado sin un solo lamento público la marcha de Iñigo Martínez a una sola semana del inicio de la Liga es la clara demostración de que el técnico alemán es, por encima de todo, un hombre de club. Otro cualquiera, en su lugar, estaría lanzando reproches a los cuatro vientos por la pérdida de un elemento tan esencial como el ondarrés en los planteamientos del entrenador. A los treinta y cuatro años se había convertido en todo un líder dentro y fuera del campo, donde se hacía escuchar, especialmente por parte de los jóvenes.
La progresión de Cubarsí no se entendería sin la complicidad que había adquirido con la experiencia que le daba jugar al lado de Iñigo.
Para Flick es todo un golpe bajo prescindir de uno de los futbolistas que daban sentido a la manera de interpretar el juego del Barça. Desde la salida limpia del balón, con sus desplazamientos en largas diagonales, gracias a la ventaja de ser el único central zurdo de la plantilla. Pero sobre todo por el hecho de ser el encargado de ordenar el avance de la línea del fuera de juego, la mayor seña de identidad táctica de los blaugrana la temporada pasada. Una estrategia de riesgo enorme que obligaba a ser ejecutada con la gran precisión que lo hacía el vasco. Bien es cierto que el excesivo número de goles encajados fue el talón de Aquiles de la temporada pasada y que impidió poder ganar la Champions. Por los 156 goles marcados en los sesenta y tres partidos disputados, se encajaron 58, de los cuales los siete recibidos contra el Inter fueron especialmente dolorosos.
Este es un factor que corregir y que en muy poco contribuirá la salida del ex del Athletic. Por lo que no descarten, a pesar de los desmentidos de rigor, alguna incorporación en la amplia nómina de centrales de los que dispone Flick: Cubarsí, Araújo, Christensen, Eric Garcia, Koundé y Gerard Martín.
Si tomamos como referencia el Gamper, la pareja Araújo-Cubarsí sería la que partiría con ventaja para la titularidad en el estreno de la Liga en Mallorca y con Pau, a pesar de su condición de diestro, ocupando el perfil izquierdo de Martínez, de quien ha heredado el mítico dorsal 5 que llevaron otros grandes centrales de la historia del Barça como Biosca, Gallego, Migueli o Puyol.
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