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Golpe al bolsillo: los precios de la nafta y el gasoil en la Argentina ya son más altos que en los países vecinos

Golpe al bolsillo: los precios de la nafta y el gasoil en la Argentina ya son más altos que en los países vecinos

La nafta y el gasoil en la Argentina están más caros que en el resto de la región, y todo indica que habrá otro aumento en los primeros días de julio. Esto encareció los precios locales en comparación con otros países, afectando especialmente a productos con precios internacionales como el combustible.

De acuerdo a datos del portal Global Petrol Prices, el litro de nafta promedia los 1,15 dólares en la Argentina y el gasoil, 1,19. Sin embargo, los valores pueden variar: en la Ciudad de Buenos Aires son más bajos por cuestiones logísticas, impositivas y también por su peso simbólico como referencia nacional. Aun así, el promedio nacional ya supera a Brasil, Paraguay, Chile y se acerca a Uruguay, donde tradicionalmente los combustibles son más costosos.

En Paraguay —que no produce petróleo— la nafta cuesta 80 centavos de dólar y el gasoil, 87. En Brasil, productor de la región, la nafta se consigue a US$ 1,13 y el gasoil a US$ 1,08. Incluso en Chile, que también importa todo el combustible, el gasoil es más barato que en Argentina. Solo Uruguay supera ampliamente los precios locales, con la nafta a US$ 1,95 por litro.

«El precio alto se explica, principalmente, por el tipo de cambio. La estructura impositiva sigue siendo la misma que cuando venían extranjeros a cargar combustible. Como pasa con vestirse, comer o pagar un médico, todo se encareció», explicó el exsubsecretario de Combustibles Alberto Fiandesio. Un ejecutivo del sector agregó que el 35% del precio en surtidor son impuestos nacionales y provinciales, a lo que se suman tasas municipales y costos logísticos.

La última suba fue aplicada por Shell, Axion y Puma, mientras que YPF decidió no mover sus precios para no tensar aún más la inflación. Eso generó una brecha de hasta 10% con sus competidores. Sin embargo, la petrolera estatal no puede sostener indefinidamente esa diferencia: todo indica que encabezará el nuevo ajuste desde el 1° de julio.

A la par, el Gobierno sigue postergando la actualización de los impuestos a los combustibles para no recalentar los precios. Esa decisión, sin embargo, implica una pérdida de recaudación que también tiene un límite. Todo apunta a que la suba será inminente.

elintransigente

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