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Las utopías de Clara

Las utopías de Clara

Llegaron juntas a los cargos ejecutivos, en 2018. Ambas, bajo el paraguas de la Cuarta Transformación. Claudia Sheinbaum y Clara Brugada se ciñeron al programa de mejoramiento urbano ideado por Román Meyer Falcón para dar cumplimiento a la instrucción presidencial: contribuir al acceso y ejercicio del derecho a la ciudad.

A partir de entonces, Sedatu instrumentó “intervenciones integrales” en las 31 entidades federativas. Para la Ciudad de México, la Jefa de Gobierno —quien había sido secretaria del Medio Ambiente en el sexenio de AMLO como gobernante capitalino— lanzó los programas “Sembrando Parques” y “Pilares”, con los que propuso ampliar los espacios públicos y la infraestructura social en las colonias más marginadas.

Para Iztapalapa, la primera alcaldesa morenista, Clara Brugada, apostó por un enfoque territorial. Las Utopías (Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social) nacieron como “un gran proyecto de urbanismo social que recupera los espacios públicos”, con una clara inspiración en las Unidades de Vida Articulada (UVAS) implantado por la alcaldía de Medellín, en los barrios más conflictivos de aquella urbe colombiana.

La pandemia ralentizó ambos proyectos. Aunque en Iztapalapa, cuando estaba por finalizar el primer trienio de Brugada, en 2021, ya habían invertido 1,400 millones de pesos para edificar 14 Utopías.

Al cierre del bienio 2019-2020 apenas habían construido cinco unidades que sumaban 698,524 metros cuadrados de “espacio público equipado” incluían seis albercas semiolímpicas nuevas, tres auditorios para 400 personas, dos foros al aire libre; cuatro casas sociales para la atención de grupos vulnerables, tres nuevas escuelas de box, una pista de hielo profesional, un gimnasio múltiple y una pista BMX profesional.

Al paso de seis años, los Pilares se mantienen en servicio modestamente. Y el modelo antioqueño ahora tendrá presencia en las 16 alcaldías de la Ciudad de México, aunque con una característica diferenciadora: para cumplir con los mínimos esenciales para nuevos espacios sociales, culturales y recreativos serán reconvertidos 10 unidades deportivas y tres parques, administradas por el gobierno capitalino. El resto se instalarían en predios de la Federación.

A cinco meses del anuncio del despliegue de las Utopías, los trabajos de construcción ya están en marcha en seis alcaldías. Pero las obras no registran avance en el Centro SCOP, la antigua sede de la secretaría de Comunicaciones y Transportes ubicada en la colonia Narvarte que tuvo que ser desalojada tras el sismo del 2017.

Además de la antigua sede de la Secretaría del ramo y la Torre de Telecomunicaciones, ese conjunto arquitectónico albergaba un tesoro, literalmente: los murales de mosaico, desmontados pieza por pieza de los edificios dañados estructuralmente, estaban al borde del colapso. Acaba de presentarse en el Colegio Nacional un compendio de investigaciones históricas, técnicas y críticas realizadas por Renato González Mello, Rebeca Barquera, Zyanya Ortega y Francisco Esteban Alvarado Carrasco, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.

“Un gesto de resistencia intelectual y académica”, resumió la directora de dicha institución, Angélica Velázquez Guadarrama. Un grito desesperado para que la autoridades capitalinas emprendan una reconstrucción que no tomara en cuenta el cuidadoso orden de los murales de Juan O’Gorman y José Chávez Morado, su sutileza simbólica y su considerable ambición compositiva.

Una reconstrucción que además está condicionada por una póliza de seguro que —para ser valedera— exige que los murales queden en el mismo sitio donde estuvieron los edificios, en el proyecto original que también contemplaba una unidad habitacional y los consultorios médicos. En la defensa de los murales también habrá un jugador emergente: Luis Mendoza, alcalde panista de Benito Juárez, quien se opone al traslado de los murales.

Efectos secundarios

VOLTERETAS. Aunque no es reciente su nombramiento como director ejecutivo de seguridad y protección para el Mundial de la FIFA, el abogado itamita Rodrigo Sigfrid Martínez-Celis Wogau sigue siendo un referente —para bien y para mal— en el Edomex, donde fungió como jefe de la policía estatal en el último trienio de Alfredo Del Mazo. “Va a terminar en la cárcel”, auguró el entonces diputado morenista Ariel Juárez, ahora director de la junta estatal de caminos. La administración de Delfina Gómez lo tenía en la mira, le quitó las escoltas, lo mismo que al exmandatario priista.

Eleconomista

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