¿Qué queda de las instalaciones nucleares de Irán tras el ataque de Trump?

Tras el ataque estadounidense a tres centros nucleares mediante bombarderos estratégicos y apoyo de un submarino, las primeras imágenes satelitales y declaraciones de expertos plantean dudas sobre la efectividad del asalto para enterrar la capacidad de desarrollar armas atómicas. Hasta el momento es imposible saber con certeza qué queda de las instalaciones nucleares o si los activos han sido trasladados a instalaciones secretas. Estados Unidos ha declarado que el ataque ha sido un éxito y se han compartido imágenes satelitales que muestran diversos cráteres de los bombardeos y daños severos en las estructuras superficiales. Irán asegura que su programa nuclear no ha sido eliminado completamente. Esta es la información que se conoce hasta el momento.
Operación Martillo de MedianocheEn la madrugada del sábado (hora local), un ataque aeronaval coordinado bombardeó varios puntos de Irán utilizando B-2 Spirit, cazas de combate y misiles de crucero Tomahawk disparados desde submarinos. La intervención estadounidense, denominada Martillo de Medianoche, se concentró en tres centros iraníes: Fordow, Isfahán y Natanz. Estas instalaciones se creen —según ha declarado la Casa Blanca y las fuerzas militares israelíes— que son la columna vertebral del programa nuclear iraní, así como los cimientos para el desarrollo hipotético de armas atómicas.
El ataque fue anunciado horas después por el propio presidente de EEUU, Donald Trump, en su red social. El inquilino de la Casa Blanca aseguró que las instalaciones habían sido "totalmente destruidas". El ataque estadounidense utilizó un armamento inédito para destruir las instalaciones subterráneas de Fordow y Natanz: bombas perforantes GBU-57 disparadas desde los B-2.
Las propias fuerzas armadas estadounidenses anunciaron el lanzamiento de al menos 14 bombas antibúnkeres en pasadas aéreas sucesivas. El objetivo eran los centros de enriquecimiento, que se encuentran a unos 40 metros de profundidad y revestidos de hormigón armado de 8 metros de grosor, según estiman los informes publicados por Israel y EEUU. En paralelo, misiles de crucero Tomahawk destruyeron las instalaciones de Isfahán, principal centro de almacenamiento de material atómico del país.
¿Cómo de efectivo ha sido el ataque estadounidense sobre las instalaciones nucleares de Irán? Se desconoce hasta el momento. Un análisis de las imágenes satelitales proporcionadas por Maxar después del bombardeo ha levantado dudas. En las fotografías se muestran daños severos en las instalaciones superficiales, así como cráteres provocados por las bombas perforantes. No obstante, según expertos citados por Reuters, no se puede concluir la destrucción de las plantas nucleares solo con las fotografías. El general de la Fuerza Aérea estadounidense Dan Caine declaró en una rueda de prensa celebrada el domingo que la evaluación de los "daños finales de la batalla llevará algún tiempo".
La Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha asegurado que no hay rastros de radiactividad, lo que puede indicar dos posibilidades: parte de las instalaciones siguen intactas o el uranio se encuentra en otro lugar. Inspectores de la agencia nuclear han asegurado a Bloomberg que llevan una semana sin saber el paradero del material atómico. Este lunes, Fordow ha vuelto a sufrir un nuevo ataque aéreo, según las autoridades iraníes, a pesar de que Trump señaló que las instalaciones habían sido completamente destruidas. La situación acrecienta el riesgo para Washington de que el programa nuclear iraní siga operativo.
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