¿Una Barbie ‘inteligente’? Mattel y OpenAI se alían para entrar en el mundo de los juguetes

El pasado 12 de junio, Mattel y OpenAI anunciaron un acuerdo para integrar “en el contenido y en las ofertas” de los juguetes de la primera la inteligencia artificial. La propuesta es lo suficientemente abierta como para generar ilusiones, dudas y miedos. El fabricante de Barbie o de Hot Wheels ya dio un paso industrial en 2023 con la película Barbie, que fue un punto de entrada en otra industria que le permita explotar sus marcas y productos. Ahora quiere llevar la inteligencia artificial a sus juguetes, por lo tanto, a sus consumidores. Es decir, a la infancia.
“Cada uno de nuestros productos y experiencias está diseñado para inspirar a los fans, entretener al público y enriquecer vidas a través del juego”, explicó Josh Silverman, director de franquicias de Mattel, en el comunicado que anunciaba el acuerdo. “La inteligencia artificial tiene el poder de ampliar esa misión y aumentar el alcance de nuestras marcas de formas nuevas y emocionantes”, subrayó.
El plan inicial dentro de la estrategia de monetización impulsada por el CEO Ynon Kreiz —cuyo currículum incluye el paso por Fox Kids o Maker Studio, antes de ser comprado por Disney— es meramente interno: optimizar operaciones para el desarrollo de productos y creatividad, además del análisis de comentarios de clientes y usuarios para mejorar procesos.
Lee tambiénNo obstante, y de la misma manera que Barbie dio un sonado salto al cine, la idea del acuerdo es que para finales de este año el impacto de la alianza con OpenAI sea tangible en forma de producto: ya sea un juguete o un formato.
Un experimento fallido en 2015Mattel confía en que, una década después, su apuesta por la inteligencia artificial sea exitosa. Conviene recordar que en 2015 el lanzamiento de Hello Barbie estuvo lleno de polémica. La muñeca se conectaba al wifi y tenía un sistema de IA para el reconocimiento de voz. Y todo fueron problemas: Campaign for a Commercial‑Free Childhood la describieron como “un Gran Hermano en miniatura”, ya que tomaba datos de las conversaciones de los menores. Además, los audios que se grababan se subían a la nube de servidores de Mattel, solo con el consentimiento firmado de los padres; un consentimiento que entregaba los datos recolectados a la “investigación y desarrollo”, sin una estructura de protección de datos. Además, el dispositivo era fácilmente hackeable. Tener una Hello Barbie se convertía en convivir con una esbelta y rubia espía en casa.

Una promoción por el estreno de la película 'Barbie'.
Ignacio Rodriguez / PropiasPor este motivo, Mattel asegura que la primera tarea de la alianza con OpenAI está vinculada a “la seguridad y la privacidad”. Una tarea que, no obstante, recaerá sobre el proyecto de inteligencia artificial, que deberá procurar un sistema cerrado, un filtro de selección de los datos que recoge y otro sobre a qué preguntas no debe responder.
La importancia de la privacidadEn cuanto a la privacidad, Calli Schroeder, directora del Proyecto sobre IA y Derechos Humanos del Electronic Privacy Information Center (EPIC) —citada por Observer—, señaló su preocupación por “cualquier juguete que intente incorporar IA y esté dirigido a niños”. Un desarrollo completamente seguro y apto para la infancia “cuesta más dinero y lleva más tiempo, y no he visto muchas empresas de IA dispuestas gastar más”.
Con unos años más… como Barbie seré, rezaba un eslogan de Mattel de hace décadas. Un eslogan que recibió críticas, pasado el tiempo, porque imponía a las menores un estándar físico y de apariencia. Quizá en un futuro próximo, ser como Barbie no sea solo acomodarse al estilo de una muñeca, sino escuchar a una consejera capaz de responder a preguntas, o mantener conversaciones. Esa distopía es la que Mattel y OpenAI quieren evitar.
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