¿Puede ser el láser capilar la solución para combatir la caída del pelo?

Aunque, de momento, el injerto capilar es la única solución definitiva para paliar la alopecia, cada vez hay más tratamientos para frenar la caída del pelo, un problema que afecta tanto a hombres como a mujeres. Una de las terapias que más están dando que hablar últimamente es el láser de baja intensidad, conocido también por sus siglas en inglés LLLT (low-level light Therapy). Se trata de una técnica de bioestimulación LED, basada en luz de baja potencia, que está demostrando eficacia en tratamientos capilares. Desde Hospital Capilar aseguran que «existen evidencias científicas que demuestran que el uso del láser tiene algún efecto sobre la caída del cabello, pero no es intenso; sino que debe entenderse como una terapia coadyuvante a otros tratamientos».
El doctor Walker, de Hospital Capilar, señala que «el láser capilar puede afectar a algunos procesos postquirúrgicos estimulando células o procesos metabólicos específicos, como los de cicatrización e inflamación y vasodilatación, aumentando el riego sanguíneo al folículo piloso, los cuales son proporcionados por la luz roja».
El experto recalca que el tratamiento está indicado para pacientes postquirúrgicos de trasplante con trastornos en el cuero cabelludo asociados a procesos inflamatorios. «También puede resultar efectivo aplicar terapia LLLT tras la mesoterapia capilar, ya que aumenta el riego sanguíneo aumentando la absorción de los medicamentos utilizados».
En casos de alopecia androgénica, una de las más habituales, el tratamiento más aconsejado sigue siendo la farmacología, con minoxidil, principalmente, o finasteride. Desde Hospital Capilar, aseguran que «la terapia LLLT puede ser un complemento a la terapia oral, pero no una alternativa. También puede ser útil después de un injerto capilar como parte del proceso de recuperación y fortalecimiento, ya que la luz roja estimula la regeneración de los tejidos, produciendo mayor colágeno y elastina, así como disminuyendo la inflamación».
Desde Insparya también apuestan por esta tecnología que utiliza láser de baja intensidad para estimular las células de la unidad folicular y mejorar la microcirculación sanguínea en el cuero cabelludo. Este tratamiento indoloro y sin efectos secundarios se recomienda en sesiones de 20 minutos, al menos cuatro veces por semana.
Los beneficios, según la clínica capilar, incluyen el aumento del grosor del cabello, la reducción de la caída y la estimulación del crecimiento de nuevo cabello más fuerte y saludable. Puede usarse tanto de forma aislada, como en combinación con otros tratamientos como la mesoterapia capilar o el plasma rico en plaquetas.
Basados en esta misma tecnología existen cascos domésticos que pueden ser otra alternativa, aunque lógicamente la potencia es menor que en los tratamientos de láser capilar en las clínicas.
A la hora de buscar soluciones para la caída del pelo es fundamental acudir a un dermatólogo tricólogo para que pueda realizar un diagnóstico personalizado y recomendar el tratamiento más adecuado. No hay productos ni tratamientos milagrosos, pero hoy en día sí es posible frenar la pérdida de cabello y conseguir que vuelva a crecer.
En último caso, siempre está la opción del trasplante que también se puede realizar en verano, aunque el postoperatorio puede ser más complejo, al ser los meses de máxima exposición solar y de altas temperaturas. No se recomiendan los baños en piscinas ni en el mar, y es necesario protegerse del sol.
abc