‘La agenda de las mujeres sirvió para elegirse, pero no para defenderla’: Susana Muhamad habla de su aspiración presidencial por el Pacto Histórico

Susana Muhamad es reconocida como una de las ministras estrella de lo que va de la administración de Gustavo Petro. Su paso por el Ministerio de Ambiente le dio un amplio reconocimiento que ahora busca capitalizar para ser la candidata del Pacto Histórico en la consulta del Frente Amplio de marzo. En diálogo con EL TIEMPO, habló de su aspiración, sobre su salida del gobierno Petro y de las razones por las que cree que Daniel Quintero no debe aparecer en los tarjetones de la consulta de la izquierda.
¿Por qué ante tantos candidatos que hay en la izquierda y el centro usted decide lanzarse?El ambiente en la izquierda es muy positivo en este momento con la organización del partido único, que es algo que no es menor después de tantas luchas, sobre todo la UP y el Partido Comunista, proceder a entregar las personerías jurídicas. No son gestos menores. En este momento está emergiendo una generación en el progresismo y yo quiero ser parte porque tengo experiencia y puedo ayudar a un diálogo intergeneracional con nuestro líder político Gustavo Petro y los más jóvenes. Tenemos que entender que ya no somos pequeñas fuerzas de oposición que pueden lograr un partido amplio y mayoritario de base social. Segundo, quiero que se profundice el cambio y eso pasa por ir a fondo en una forma de organización social, política y económica que se base en la diversidad cultural y ambiental del país.

Exministra de Ambiente Susana Muhamad. Foto:Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Seremos un perro que se muerde la cola si avanzamos económicamente, pero seguimos con la misma desigualdad o si erosionamos las capacidades para la economía y la vida, que debe ser nuestro mayor potencial. Quiero hacer un programa de gobierno donde se profundice el cambio pero que tenga en cuenta las seguridades climáticas, lo que implica que el Estado garantice agua -desde el páramo hasta el mar-, seguridad y soberanía alimentaria y energética, salud y protección contra los desastres naturales. Desde ahí debemos crear las economías para la vida, que es una transformación muy inclusiva e incluyente para el país. Debemos ser una luz en el siglo XXI sobre qué es vivir en la crisis climática, mejorar la calidad de vida y capacidades de nuestro pueblo que ha sufrido tanto, y cómo es vivir en un mundo que está en guerra y va hacia el fascismo. Es una misión de vida.
Ya que habla de la soberanía energética, se ha destacado la transición energética propuesta por este gobierno, pero se ha cuestionado que puso en peligro la soberanía que ya se tenía en temas como petróleo y gas natural. ¿Qué hará usted en un gobierno suyo?Yo profundizaría la actual estrategia del gobierno. Para afianzar la transición energética se necesita de unos instrumentos sin pasar por encima de la biodiversidad y las comunidades. En Colombia podemos generar una gran capacidad de soberanía y seguridad energética con renovables de varias fuentes para obtener esa resiliencia para eventos climáticos, porque nuestra resiliencia de las hidroeléctricas es muy frágil con el cambio climático. Necesitamos generar un ecosistema de colaboración para resolver los conflictos que genera la transición. Mientras los otros candidatos hablan de fracking y de regresar al pasado, nosotros queremos seguir empujando hacia el futuro. El offshore nos asegura petróleo y gas por el tiempo que lo necesitamos y ahora lo que necesitamos, que no ha hecho el gobierno, es trabajar sobre la demanda de fósiles que tiene el sector transporte, residencial e industrial Debemos ir hacia la electrificación, pero eso necesita un pacto de tarifas e industrial.
Es cierto que se debe ir hacia la transición energética, pero es que este gobierno puso al país a importar de Venezuela el gas y cosas que antes no se hacían...No es cierto que no se importara gas. Llevamos 8 años importando. Segundo, hay un bache de producción, pero es de 2 o 3 años y es mientras entran a funcionar los nuevos proyectos. Ahí recuperamos la seguridad de la producción de gas. Lo que no ha trabajado este gobierno y en lo que debemos comenzar es convertir la demanda. Hemos avanzado digamos en temas como que se pasó del cocinol al gas natural, pero ahora debemos avanzar en la electrificación. Además, debemos entender que se necesita la interconexión eléctrica con los vecinos, como lo ha propuesto el presidente Petro.

Carta de renuncia de Susana Muhamad. Foto:X @susanamuhamad
Eso hay que verlo en dos sentidos. La transición es económica, y es acabar la dependencia a la exportación de petróleo para los ingresos fiscales del gobierno y el balance del intercambio comercial. La descarbonización está avanzando en el mundo, y no podemos quedarnos a depender del carbón, que ya no está siendo consumido, y nuestros petróleos son caros porque son pesados. A medida que haya descarbonización a nivel mundial, vamos a ser menos competitivos. Si no comenzamos a reemplazar esos ingresos, vamos a tener un problema económico, como cuando en el Cesar cerró la mina de Prodeco. La descarbonización es una obligación ya ambiental, no solo económica. También miremos la afectación de la contaminación en mortalidad. Podemos volvernos un HUB cero emisiones y hacer que las grandes industrias se ubiquen en Colombia. Descarbonizar nuestra demanda interna es por salud, mejoras tarifarias, generar más autonomía y resiliencia, y pasar a ser un HUB cero emisiones. O aprovechamos la oportunidad o seguimos metiendo mano al fracking y a tecnologías del siglo XIX.
¿No tiene miedo de que la mala imagen del gobierno haga que temas tabúes como fracking ahora sean asumidos como normales y los quiera incluir en sus planes de gobierno?Por eso creo que la gobernanza de la transición y la solución permanente de conflicto. Generar confianza es trascendental para la transición porque sí ha pasado que la gente siente que la transición energética es una amenaza a las seguridades que ya tiene. La gente prefiere mantener lo que tiene y no arriesgarse en algo nuevo. Si no garantizamos seguridad y autonomía, podemos estar lanzando un boomerang que genere una contrafuerza, que es lo que está pasando con la derecha de regresar a lo conocido y al pasado, inclusive si eso va en contravía del futuro. Por eso mi propuesta es un sistema de gobernanza público, privado, comunitario y sindical -porque la transición también es de los trabajadores- para discutir los procesos de la transición de forma abierta y colaborativa.
Yendo más hacia el tema de política electoral, ¿cómo está el panorama en el Pacto, porque incluso usted en un momento sacó un comunicado expresando su preocupación porque iba a ser una consulta cerrada?El sábado pasado lanzamos la reglamentación oficial, incluyendo la forma en que actuarán los partidos y los precandidatos. Ya logramos una consulta abierta y que las listas sean organizadas por votación abierta a toda la ciudadanía, que serán los que escojan los candidatos del Pacto para la Presidencia y el Congreso.
Llegando a octubre, si no se ve posicionada en las encuestas a la Presidencia, ¿buscaría el Senado?No, en las reglas queda claro que los precandidatos a la presidencia no pueden ir a lista del Congreso. Se quiere ser presidente es a ser presidente y si se quieren ser senadores, pues Senado. Pero solo hay una excepción y es el segundo en la consulta presidencial. Ese, junto con la mujer más votada al Senado y el hombre más votado va a haber una decisión política sobre quiénes serán la cabeza de lista. Si yo quedara de segunda, contemplaría, pero no tengo intención de ir al Congreso. Quiero ganarme la candidatura del Pacto.
Hablando del Pacto, ¿qué impacto ha tenido el mensaje de Gustavo Bolívar en el que habló de estrategias desde la izquierda no tan éticas con influencers y bodegas?Yo creo que las redes sociales se han convertido en escenarios de disputa política muy importantes. Deben regularse ciertos aspectos para las campañas electorales: no hay actualmente regulación sobre financiación y creo que debe haber un principio ético. En eso último estoy de acuerdo con Bolívar en que se debe dejar claro cuando las opiniones están bajo contratos comerciales. Sobre todo, debe evitarse desacreditar a otro candidato, eso erosiona el principio democrático. La idea es que la legitimidad se gana por su quehacer, no por el descrédito. Es como cuando hay pautas en televisión y se deja claro que es una publicidad política pagada. Es un problema de regulación y de principios éticos.

Susana Muhamad, exministra de Medio Ambiente Foto:Archivo particular
Daniel Quintero debe ir al Frente Amplio. El Pacto merece tener un candidato de izquierda. La izquierda debe ser representada en la consulta de marzo. Ya si gana alguno de los de centro en esa consulta, pues nosotros lo vamos a apoyar, pero necesitamos una representación política propia de la tradición progresista.
O sea, ¿Quintero no es progresista?No, yo no lo veo a él como una persona de izquierda o progresista. Él es un liberal con buen marketing y eso es poderoso en la política. Por lo tanto, aunque el Pacto quiere ser amplio e incluir a todas las fuerzas políticas y sociales, sería injusto que quede representado por alguien que no viene de esta tradición política. No es por el tiempo de militancia, sino por la lógica de pensamiento. Si él aparece en nuestra consulta, solo estaríamos adelantando la elección del Frente Amplio. El Pacto merece alguien de adentro para que tengamos esa representación política propia. Además, me preocupa el impacto político de las imputaciones de corrupción frente a la ciudadanía. Yo no juzgo, pero las imputaciones tienen un impacto político que le da papaya a la oposición. Debemos reivindicar principios de transparencia fuerte.
Hablando de transparencia, ¿Cuánto les va a costar el escándalo de la UNGRD?Nos va a costar mucho. Hay que asumir la responsabilidad política, como el propio presidente Petro lo reconoció. Pasó en nuestro gobierno y es inaceptable, sobre todo porque tuvo que ver con la plata del agua de los niños de La Guajira. Por eso debemos reivindicar candidatos que den las mejores garantías. Tampoco podemos ser ingenuos, no es que en Colombia haya corrupción, sino que el sistema político es la corrupción. Cualquiera que se enfrente en liderazgos políticos debe enfrentarse a escenarios en los que la política funciona así. Pero no es que debamos cohonestar con eso, sino que debemos entender que es un sistema que funciona así. Por eso creo que debemos hacer una reforma política que solo se puede lograr, en eso estoy de acuerdo con el Presidente, en que debe ser una reforma constitucional. Se ha intentado tramitar en el Congreso y no pasa porque el régimen de corrupción le es conveniente a los que están en el poder. Eso no quiere decir que esté de acuerdo con Quintero, de acabar el Congreso. Con eso no se acaba la clase corrupta. Lo que debemos hacer es instituciones que vigilen mejor. Hay que trazar un límite: se está con el régimen de la corrupción o con la profundización de la democracia. Yo reivindico lo segundo y la izquierda ha hecho históricamente eso.
Pero, usted dice que la izquierda reivindica la lucha contra la corrupción, pero el escándalo de la UNGRD uno ve a Olmedo López y a Carlos Ramón González. También uno ve a cuestionados en el gobierno, que incluso le costaron su salida de Gobierno...Pues hay resistencia contra la corrupción, y yo soy una de esas resistencias. No creo que el pasado determine el futuro. Yo creo que hay que hacer alianzas para ganar las mayorías, pero para ganar debe ser con el poder popular para que las alianzas tengan el ADN nuestro y no al revés. Por eso necesitamos un candidato del progresismo para marzo. Solo con ese poder político podemos hacer los pactos de alianza con los otros que van a tener alianzas con los otros. Si perdemos en marzo, igual vamos a lograr que con un candidato fuerte podamos tener poder de negociación. Lo que no puede pasar es que nos diluyamos antes de empezar la carrera.

La exministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible Susana Muhamad. Foto:Ricardo Maldonado Rozo. EFE
La verdad es que tuve una discusión a fondo con el presidente Petro. Me quería quedar en gobierno y buscamos la salida para eso, pero no se dieron las condiciones. Al final, es mejor hacer ese proceso político afuera porque la institucionalidad tiene otras lógicas. Uno puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Hubiese valido la pena quedarse, pero solo si había las condiciones. Todo lo que se dijo en ese consejo de ministros lo redujeron a lo de Benedetti, pero no solo fue ese tema. Las condiciones para seguir no estaban. Pero sigo luchando y en lo que propongo las mujeres tienen un rol fundamental. Sin mujeres empoderadas no hay posibilidades de transformaciones sociales y económicas. La lucha no se acaba con un gobierno.
¿Hay una deuda hacia las mujeres en este gobierno?Sí. Hubo avances, destaco que en la reforma rural integral que se buscó entregar tierra a nombre de las mujeres cabezas de hogar, la reforma laboral y pensional, pero no hubo una articulación de la política para mujeres. También hubo una deuda en la representación política en la más alta esfera. Se pasó por encima, privilegiando otras cosas siempre. La agenda de las mujeres fue residual. Sirvió para elegirse, pero no para defenderla. Colombia necesita una mujer en la presidencia que esté del lado de los derechos de las mujeres y que empiece las prácticas políticas machistas, que son el común denominador en el país: los partidos, los políticos, y la izquierda son machistas.
¿Cómo está su relación con el presidente Petro?Está bien, tenemos comunicación y es bastante respetuoso y le agradezco que pudimos reflexionar con él la situación que se presentó y el espacio político que me dio. Salgo del gobierno con mucho agradecimiento por ese gesto que él hizo. Sigo defendiendo el proyecto del gobierno y por eso nos la jugamos para las próximas elecciones.
Uno ve que Bolívar salió mal del gobierno y usted también, ¿les va a jugar en contra para las próximas elecciones?El presidente Petro es nuestro líder político natural. Su influencia, indudablemente, es grande, no tanto en nosotros, pero sí en el pueblo. Aun así, yo me la juego porque yo sigo siendo militante de este proceso y yo no creo que al Presidente le moleste que yo sea candidata. Cada uno de nosotros amplía la perspectiva de la consulta. Además, ayudamos a que la consulta del Pacto sea muy votada. Lo único que hacemos es sumar.
Usted dio a entender más atrás que seguiría con la propuesta de asamblea constituyente del presidente Petro, ¿es así?Sí. Hay temas que no han podido ser ajustados por el Congreso: la reforma política, la reforma a la justicia y la adecuación del ordenamiento a la realidad climática, ante las insuficiencias y la incapacidad del Estado para responder a esa crisis. La que se llamó la constitución ecológica no previó que 30 años después íbamos a estar en esta acelerada crisis mundial, por lo que creo que debemos repensar el orden institucional en ese tema.

Susana Muhamad, entre lágrimas, dijo que no podía sentarse en un gobierno con Benedetti. Foto:Presidencia de la República
Eso va a depender de la correlación de la fuerza política, por eso el 2026 es tan importante. Además, la propuesta del Presidente de meter una papeleta, no es un hecho jurídico, sino un hecho político para saber cuál es la fuerza popular que estaría a favor de una constituyente para que el próximo presidente consolide la movilización popular en su mandato. La correlación de fuerzas solo se sabrá al calor de la lucha.
¿Seguirá con la política de 'paz total'?Yo sí creo que se debe seguir buscando la paz territorial. No estoy de acuerdo con los candidatos que dicen que hay que regresar a la bota militar. Lo que pasa es que hacer que hacer la adecuación institucional. Es muy importante hacer los marcos jurídicos, porque la paz total está fregada por la falta de estos.
Habla de la bota militar como algo negativo, pero algunos apuntan que faltó el garrote y que hubo mucha zanahoria en la 'paz total'. ¿Qué responde?Creo que faltó los marcos jurídicos claros de la acción del Estado. Eso generaba las condiciones sobre las que se negociaba. Arrancar con ceses bilaterales no fue acertado. Eso generó en algunas regiones, empoderamiento de algunos actores que antes no lo tenían. Por eso se necesita una revisión urgente. No es renunciar a la paz territorial o la posibilidad de acogimientos a la justicia, pero deben ser claras las condiciones.
Usted dejó un proyecto de decreto para la Sabana de Bogotá, fue muy criticado porque dicen que le pone freno a todo y hasta lo vieron como en contra de la administración Galán...Esas críticas fueron ridículas. Además, los que criticaron fueron el alcalde Galán junto con los constructores al unísono. Ahí terminaron ocultando voces a favor como es el campesinado de la Sabana, los ambientalistas y los ciudadanos de los pueblos y municipios que no han entrado en la región metropolitana de Bogotá porque ven en ello un interés urbanístico y urbanizador. Segundo, es una locura lo que decían porque era una deuda histórica porque pasaron 31 años desde que la ley 99 dijo que había que expedir los lineamientos para la Sabana para impedir su destrucción. El interés por las rentas pesó más en todos estos años que el interés ambiental. Además, la resolución no frena todo, sino que ordena el territorio para que tengamos agua. El racionamiento del año pasado fue una muestra de que debemos tomar acciones rápido.
Al presidente Gustavo Petro le han criticado acciones como el 'decretazo' o la búsqueda de la constituyente por fuera del marco normativo. ¿Qué responde?Eso fue un pulso político de titanes frente al sabotaje institucional de la Comisión Séptima, que le dio una cachetada al pueblo colombiano al archivar la reforma laboral sin ninguna discusión. Ahí comenzó un pulso en defensa de los derechos. Ahora, el decreto fue revocado ante la aprobación de la reforma en el Congreso. Entonces, al final el Congreso logró un acuerdo con el gobierno. Se vio que no queríamos sacrificar la reforma laboral para usar la consulta como mecanismo de movilización. Si se logran los acuerdos lógicos, se usan los mecanismos institucionales que hay. Tampoco es cierto que la constituyente sea por fuera del marco legal, lo único es que se propone es una manifestación política para que el próximo gobierno convoque, bajo las actuales reglas, convoque a una constituyente. No pueden usar la lógica normativa para negar la manifestación política popular. Ahí está el debate. Algunos les gusta tomar decisiones en pequeños círculos y lo que el presidente Petro ha hecho es la movilización general de la población.

#ColombiaEn5Minutos Francia Márquez rompe el silencio. Foto:
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
eltiempo