El Gobierno planta cara al Supremo y critica su acusación al fiscal general

Cada semana es más inclemente el temporal, sin dar un respiro al Gobierno ni permitirle levantar cabeza, mientras Alberto Núñez Feijóo sueña ya con dar la puntilla a Pedro Sánchez.
A la tormenta desatada por la exmilitante socialista Leire Díez, le sigue esta semana, sin interrupción, la tempestad por el procesamiento del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Y llega acompañada por borrascas en el este, con el registro del domicilio del exministro José Luis Ábalos en València; y en el oeste, con el fraude de ley que la jueza de Badajoz atribuye al aforamiento del líder del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, para dilatar la causa contra el hermano del jefe del Ejecutivo. “¡Ya basta!”, claman los socialistas. “¡Mafia y cloacas!”, arremeten los populares.
El Gobierno quiso plantar cara ayer para tratar de capear el temporal. Y elevó varios grados el tono, al cuestionar al instructor del Supremo Ángel Hurtado, que la víspera dictó auto de procesamiento contra el fiscal general por presunta revelación de secretos en el caso que afecta a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, por supuesto fraude fiscal.
Lee también“Es evidente a estas alturas que hay algunos jueces que están haciendo cosas difíciles de entender”, advirtió la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.
En la Moncloa evitaron tachar de “prevaricación” la actuación del juez Hurtado, que es lo que todos tienen en mente. La propia Alegría alegó que su expresión fue “suficientemente prudente, pero también suficientemente explícita”. Y lo reiteró: “Es evidente que hay jueces que están dando señales difíciles de comprender”.
“Hay algunos jueces que están haciendo cosas difíciles de entender”, advierte la portavoz del EjecutivoLa ministra portavoz defendió la “presunción de inocencia” del fiscal general. Si en un Estado de derecho siempre hay que tener en cuenta este principio, “más si cabe en este caso”. Y fue tajante: “No hay ninguna prueba directa de que el fiscal general filtrara nada”.
El Ejecutivo, como ya hizo la víspera cuando arreció el nuevo temporal, mostró su total apoyo a García Ortiz, y subrayó que el procesamiento aún no es firme.
En la Moncloa siguen sin contemplar la dimisión ni el cese del fiscal general. “Cuenta con nuestro apoyo siempre y hasta el final. Con las pruebas que hay sobre la mesa, hasta el final”, recalcan. Y se muestran dispuestos a resistir todas las presiones. “¿El fiscal general tiene que dimitir por algo que no está demostrado y de lo que no hay ninguna prueba?”, replican.
Alegría también negó “rotunda y categóricamente” que el fiscal general actuara en este asunto siguiendo órdenes del presidente, como sostiene el juez Hurtado y asegura el PP. “Lamentamos mucho que el Tribunal Supremo haya hecho estas afirmaciones sin ninguna prueba”, zanjó.
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Pero Feijóo, ayer en Alicante junto al presidente valenciano, Carlos Mazón, aprovechó para pisar a fondo el acelerador. “En ningún Estado europeo un fiscal general se sienta en el banquillo”, clamó. “En ningún país europeo el fiscal general es procesado por actuar contra los rivales del presidente siguiendo instrucciones de la presidencia”, remarcó. Y elevó el tiro contra Sánchez: “Ya sabemos que la Fiscalía depende de él. Si el fiscal general se sienta en el banquillo por cumplir sus órdenes, ¿qué tendría que pasar con el presidente?”, requirió.
El líder del PP denunció el deterioro institucional y pidió “una limpieza total”. Además de elecciones: “España ya no soporta más mentiras, más cloacas ni más degradación”.
Su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, denunció que Sánchez “está en el ajo” de todas las causas que salpican a su entorno. Y tachó al presidente de “forajido”, por estar “huido”.
Hoy, no obstante, Sánchez y Feijóo volverán a verse las caras en el Congreso. Y el choque entre ambos está garantizado.
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