PAN denuncia a Adán Augusto por presuntos nexos con el narco; exigen su renuncia

La vicecoordinadora del Partido Acción Nacional (PAN), Noemí Luna, encendió la polémica este 24 de julio al anunciar una denuncia penal contra el senador y exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, a quien señalan por presuntos vínculos con el grupo criminal conocido como La Barredora.

Según la legisladora, los hechos se remontan al periodo en que López Hernández gobernó Tabasco (2019–2021), tiempo durante el cual, sostiene, habría existido una presunta relación de tolerancia e incluso complicidad con esta organización delictiva.

“No se trata de una acusación ligera. Hay elementos que deben ser investigados y aclarados por las autoridades competentes”, afirmó Luna ante medios en el Congreso. “Morena ha intentado deslindarse del narcotráfico, pero pareciera que sí son cómplices de los cárteles”.

Además de la denuncia formal presentada ante la Fiscalía General de la República (FGR), el PAN exige que Adán Augusto deje su puesto como coordinador de los senadores de Morena mientras se desarrollan las investigaciones.

“Mientras no se aclare su participación, López Hernández no puede seguir al frente de una bancada que toma decisiones cruciales para el país”, sentenció Luna, quien subrayó que el caso no debe politizarse, sino resolverse con transparencia y legalidad.

Durante su conferencia matutina del 21 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum abordó las acusaciones contra el senador morenista. “No vamos a encubrir a nadie, ni nosotros ni la Fiscalía… pero tiene que haber pruebas”, declaró con firmeza.

Sheinbaum también se refirió a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco y señalado por sus vínculos con La Barredora, quien actualmente está prófugo. En este contexto, la presidenta marcó distancia con otros escándalos del pasado, como el de Genaro García Luna:

“Aquí de inmediato, cuando hubo conocimiento de vínculos, se abre la carpeta de investigación y la orden de aprehensión. Eso ya es una diferencia”.

Además, Sheinbaum negó haber abordado el caso directamente con Adán Augusto en sus reuniones con coordinadores parlamentarios, insistiendo en que esos encuentros han sido estrictamente legislativos.

Las implicaciones políticas del caso son profundas. Adán Augusto López ha sido una figura clave dentro del lopezobradorismo y ahora se ve envuelto en una trama que, de confirmarse, podría minar la narrativa de lucha contra el narco impulsada por Morena.

El caso también reabre una vieja herida en la política mexicana: la supuesta colusión entre funcionarios públicos y grupos delictivos. Y lo hace en un momento en el que la seguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de la ciudadanía.

La denuncia del PAN, de ser admitida y judicializada, podría convertirse en uno de los escándalos políticos más relevantes del sexenio.

Mientras la FGR analiza la denuncia, el escenario político se polariza. El PAN insiste en que su acusación no es un acto de oportunismo electoral, sino un intento por romper con lo que llaman “la red de protección institucional al crimen”. Por su parte, Morena intenta contener la crisis interna y defender la presunción de inocencia de uno de sus cuadros más visibles.

La pregunta que flota en el aire: ¿es esta la antesala de un nuevo caso como el de García Luna o solo un capítulo más del fuego cruzado en la política mexicana?