Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Spain

Down Icon

Torre Pacheco, un peón en el juego

Torre Pacheco, un peón en el juego

“¿Ha terminado ya la guerra?”. Es jueves 17 de julio y la broma de un cliente habitual rompe el silencio en la terraza del bar. Los vecinos de Torre Pacheco se saben observados, entre otras cosas, porque apostados en la escasa sombra que proporciona el moderno edificio del Ayuntamiento permanecen varias parejas de reporteros llegados de Murcia, Madrid e incluso Lisboa, como los compañeros portugueses de CNN Internacional. “Aquí ya no hay nada”, dice una joven periodista local, pachequera de nacimiento. Está programada una concentración para el mismo jueves a las ocho de la tarde, pero, como acaba de explicar el alcalde, la del miércoles ya fue un fracaso.

“Tenemos claro que nos están utilizando”, explica uno de los carteros que reparte en la zona. Nadie pasa tanto tiempo en la calle y él lleva mucho tiempo haciéndolo. En las tiendas, en los bares, es más fácil obtener respuestas como paseante anónimo que como periodista. “Aquí han venido unos y otros a vender su historia”, razona el empleado postal, “los youtubers a grabar sus vídeos y los medios a contar su película, pero ya todo está tranquilo”.

“Tenemos claro que nos están utilizando”, explica uno de los carteros que reparte en la zona

Las autoridades han dicho que el dispositivo policial desplegado con motivo de los altercados que sucedieron a la brutal agresión sufrida por Domingo Tomás se mantendrá el fin de semana. “Aquí el sábado y el domingo los españoles se van todos a la playa, a la Manga, o a la piscina del club de tenis”, apunta el cartero. Y es que Torre Pacheco ocupa un espacio físico singular, una isla en medio de los cultivos -el aroma del abono en sus calles lo delata- pero a escasos minutos de exclusivos campos del golf y un enclave turístico de tanto renombre como La Manga del Mar Menor.

Al acceder en coche desde Murcia, la acumulación de invernaderos –ese mar de plástico tan común en las áreas rurales del sur de Alicante, Murcia y Almería– explica la razón por la cual la presencia de trabajadores magrebíes es tan habitual en estos pueblos, hasta alcanzar el 30% del censo en Torre Pacheco. No hace falta consultar las estadísticas para percibirlo, porque la vestimenta de muchas de las mujeres que caminan por las ardientes calles céntricas de la localidad así lo delata. Ellas no muestran interés en hablar del asunto.

Tres mujeres caminan por una céntrica calle de Torre Pacheco, el jueves 17 de julio de 2025.

Tres mujeres caminan por una céntrica calle de Torre Pacheco, el jueves 17 de julio de 2025.

EB

Sí lo hace uno de los jóvenes sentado a la sombra de los árboles en la Plaza Tánger, que luce una escueta perilla y se identifica como marroquí nacido en el pueblo. “Vino gente de fuera buscando problemas, y como por aquí no los encontraron –hace un gesto señalando a su alrededor– se fueron al barrio de San Antonio y allí, claro, pues se defendieron”.

Reconoce el joven que esos primeros días de la semana él y sus amigos se abstuvieron de reunirse donde hoy están, por lo que pudiera pasar. Ya el jueves la presencia policial pasaba desapercibida para el transeúnte, apenas una patrulla de la Policía Local y otra de la Guardia Civil –cuya escasa dotación se ha denunciado estos días y las autoridades han prometido reforzar– circulaban en sus respectivos vehículos; no había ningún control de acceso al pueblo.

“Todo es política, amigo”, dice uno. “Aquí hay mucha gente que trabaja , y algunos que se meten en líos, como en todas partes”

Frente a la oficina de Turismo pasea una pareja de jubilados británicos. Saben lo que ha ocurrido por las noticias, pero aseguran que no están aquí por eso. Son habituales de la zona, donde llegaron atraídos por la posibilidad de jugar al golf todo el año, aunque ahora –afirman– “hace demasiado calor”. “¿Ya conocían Torre Pacheco?”. “Sí, por los melones”, sonríe ella, “ahora están muy buenos”.

Y es que, en efecto, esta es tierra de melones y es época de consumirlos. Los hay en las fruterías del centro y en las que encontramos en la avenida de la Estación, donde las casas más altas tienen dos plantas y a los lados las carnicerías, las teterías, los bazares y las tiendas de alimentación llaman a sus clientes en caracteres árabes y latinos. En estas terrazas, ocupadas en exclusiva por hombres, adivinan que el nuevo cliente es periodista antes aún de que se identifique. “Todo es política, amigo”, dice uno. “Aquí hay mucha gente que trabaja , y algunos que se meten en líos, como en todas partes”, resume otro. Sobre los incidentes: “si vas a buscar pelea, encuentras pelea, es normal”.

Una pintada reciente en el centro de Torre Pacheco, el 17 de julio de 2025.

Una pintada reciente en el centro de Torre Pacheco, el 17 de julio de 2025.

EB

Ninguno dice conocer al joven de 19 años, de origen marroquí, presuntamente autor de la agresión, vecino del pueblo aunque su documentación acredita que en algún momento vivió en Barcelona, detenido en el País Vasco, y que en las horas anteriores a su violento ataque a un vecino que desencadenó la algarada había agredido a un agente de la Policía Local y había intentado un robo, mientras tiene pendiente un juicio en Cartagena por otro asunto similar.

Esa es una de las quejas que transmiten varios vecinos en una improvisada tertulia a la puerta de una farmacia, cerca de la calle Mayor: “Hay algunos que los conoce todo el mundo, los detienen, pero entran por una puerta y salen por otra”, afirma una mujer de mediana edad. Temen que el nombre de Torre Pacheco se identifique durante mucho tiempo con la inseguridad y con el racismo. “El Facebook estos días es una locura”, apunta una joven, “no paro de contestar barbaridades”.

Una patrulla de la Policía Local en la calle Mayor de Torre Pacheco

Una patrulla de la Policía Local en la calle Mayor de Torre Pacheco

EB
Lee también Medio centenar de organizaciones claman contra el discurso de odio en Torre Pacheco Agencias
Horizontal

Tras la concentración antirracista del viernes a mediodía, los equipos de televisión que llevan desde el martes alojados en un hotel de Los Alcázares hacen el equipaje para retornar a sus sedes centrales a la espera de su próximo destino. En las radios locales, los sucesos de Torre Pacheco condicionan el debate para la aprobación del presupuesto regional: Vox agita el avispero, el PP pide calma, el PSOE ofrece un pacto que excluya a la ultraderecha... Torre Pacheco es un peón de una partida que se juega lejos de aquí.

lavanguardia

lavanguardia

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow