¿De dónde proviene la felicidad? El experimento con 40.000 personas que trata de averiguarlo
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La felicidad ha intrigado a filósofos, psicólogos y ciudadanos de todo el mundo durante siglos. Pero, ¿qué es exactamente la felicidad? ¿Se hace o se nace? Ahora, un equipo de investigadores ha descubierto que no existe una solución única y uniforme. En su estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour exponen que la felicidad puede provenir de fuentes externas o internas, y que sus raíces varían de persona a persona y de sociedad a sociedad.
"Las personas llevan mucho tiempo buscando maneras de vivir una vida más satisfactoria o feliz", afirmó Stuti Thapa, coautora del trabajo. "¿Aquellos que son más felices tienden a ver las diferentes áreas de su vida de color de rosa? ¿O son las diferentes áreas de la vida la base de la felicidad? En otras palabras, ¿la felicidad proviene de nuestro interior o se construye a partir de influencias externas como el trabajo, la salud, las relaciones y las circunstancias materiales?".
Partiendo de estas incógnitas, los expertos sacaron a la luz los dos modelos principales de felicidad: la perspectiva 'ascendente', que sostiene que la felicidad general proviene de nuestra satisfacción con los aspectos de nuestra vida, como la riqueza, un trabajo agradable y las relaciones satisfactorias y la perspectiva en la que la felicidad no proviene de cosas externas sino de actitudes y cualidades personales.
Sin embargo, también conocemos a personas que parecen ser felices aun experimentando episodios traumáticos en sus vidas. ¿Entonces? ¿Son inmunes a lo que a otros podría socavar su felicidad?
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En un tercer modelo de felicidad, los investigadores exploraron cómo la felicidad puede fluir en ambas direcciones. Las cualidades internas y los dominios de la vida externa se influyen mutuamente de maneras dinámicas y complejas. Es decir, si factores como la salud y la riqueza mejoran la felicidad, las políticas podrían, en teoría, mejorar el bienestar de todos. Pero también es responsabilidad de cada persona cultivar la positividad desde dentro.
No hay una fórmula para todosEs la conclusión de una encuesta a unas 40.000 personas de varios países (entre ellos Alemania, Suiza, Países Bajos, Reino Unido o Australia) a lo largo de tres décadas: la felicidad depende de circunstancias externas (que se considera perspectiva ascendente), de tu forma de afrontar la vida (que se considera perspectiva descendente), de ambas o incluso de ninguna de ellas. La felicidad varía de persona a persona.
"Lo que se desprende es que observamos grupos aproximadamente iguales que demuestran cada patrón", declaró Joshua Jackson, de la Universidad de Washington en San Luis y autor del estudio, en un comunicado de prensa. "Algunos son ascendentes; otros, descendentes; los dominios no afectan su felicidad; algunos son bidireccionales y otros no están claros".
Los resultados sugieren que los indicadores de bienestar subjetivo a gran escala no capturan con precisión cómo vive y siente cada persona. Para lograr una sociedad más feliz, las políticas públicas deben ir más allá de las condiciones externas -como la salud, el empleo, la vivienda o los ingresos- y enfocarse también en aspectos internos como la resiliencia emocional y el sentido de propósito individual.
En conclusión: la felicidad personalizada es más que una teoría y las estrategias universales no funcionarán. Mejorar la atención médica, la vivienda o los ingresos puede beneficiar a algunas personas, pero no a todas. Así que todos nosotros, en vez de centrarnos en la búsqueda de una receta universal para la felicidad, deberíamos intentar comprender los distintos ingredientes de la vida que nos hacen sentirnos realizados para mejorar nuestras vidas y conseguir ese tesoro que llamamos felicidad.
El Confidencial