Decálogo por la belleza natural a partir de los 50 años (sin olvidar el cuello o las manos)

La medicina estética moderna no busca cambiar rostros, sino acompañar con sensatez y respeto el proceso natural del envejecimiento. Este decálogo recoge los principios fundamentales de una estética sensata y regenerativa, donde la prioridad no es parecer más joven a cualquier precio, sino mantener la armonía y cuidar la piel con criterio médico. La clave está en tratamientos discretos, no olvidar zonas como el cuello, escote o manos, confiar en un profesional y, sobre todo, cultivar el bienestar emocional, la actitud y no olvidarnos de sonreír.

Acabo de participar en el Summit de la interesante iniciativa Womanhood donde he hablado de cómo el dermatólogo puede ayudar a la mujer en este periodo de la vida. La menopausia no solo marca el final de la etapa fértil, sino también el inicio de una nueva relación con nuestra piel. Disminuyen los estrógenos, se pierde colágeno y la piel comienza a mostrar cambios visibles: arrugas, flacidez, sequedad, manchas o pérdida de volumen.

El dermatólogo puede acompañar a la mujer en este periodo mejorando su pelo y uñas, controlando su sudoración, valorando la carga emocional que los cambios cutáneos produce en la calidad de vida de la persona y también mejorando su aspecto estético.

Este gráfico resume las principales causas del envejecimiento facial y los tratamientos más efectivos para abordarlas. Cada sección del círculo representa un factor diferente: calidad de piel, arrugas de expresión, atrofia muscular, pérdida de volumen y flacidez. Cada uno tiene su propio abordaje, y solo con una visión global se logran resultados armónicos y naturales.

A pesar de que la dermatología moderna permite mejorar estéticamente muchos cambios que se producen en la mujer en la menopausia, es importante el sentido común y tener presente que los resultados discretos son los más elegantes. Por ello quería proponer un decálogo por la belleza natural a partir de los 50 años:

1. Sé prudente

Ningún tratamiento estético va a devolver exactamente la piel o la mirada de hace 20 años, pero sí puede ayudarte a sentirte bien contigo misma hoy.

2. La buena medicina estética es la que no se ve

Los tratamientos más efectivos son discretos: mejoran la expresión sin alterar tu identidad.

3. Natural no es lo que no se toca, sino lo que no se nota

La clave no está en evitar los tratamientos, sino en aplicarlos con criterio y sensibilidad.

4. No trates solo la cara

Cuello, escote y manos también envejecen. Ignorarlos rompe la armonía y delata el paso del tiempo.

5. Menos rellenos, más regeneración

La medicina estética ha evolucionado hacia la regeneración: láseres, bioestimulación, inductores de colágeno, ultrasonidos. El objetivo no es rellenar, sino reactivar los mecanismos propios de la piel. El láser frío regenerativo Ultraclear es lo último en regeneración de la piel.

6. Las peores arrugas son las del alma

Cuidar tu bienestar emocional es muy importante. La belleza también es actitud.

7. Disfruta del camino

Hay un momento en la vida en que lo más importante no es cumplir años, sino cumplir sueños.

8. Confía en tu médico

La fidelidad es clave. Un profesional que te acompañe con sentido común en el proceso de envejecimiento marcará la diferencia. No hagas “shopping” de técnicas estéticas.

9. Sonríe más

Una sonrisa se ha demostrado que es más eficaz para crear una buena primera impresión que cualquier cirugía o técnica estética.

10. Y no olvides…

Como decía Woody Allen: “hay que guardar algo de locura para la menopausia”.