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Robótica en la sala de operaciones: el futuro de la neurocirugía y de la cirugía de columna

Robótica en la sala de operaciones: el futuro de la neurocirugía y de la cirugía de columna

La presencia de los robots en los quirófanos de todo el mundo se ha ido extendiendo en años recientes y sin duda, irá en aumento en los próximos años. Nos tenemos pues que ir acostumbrando a que un cirujano de cualquier especialidad nos proponga una cirugía asistida por un robot o bien completamente ejecutada por uno o varios brazos robóticos. Siempre, al menos de momento, controlados por el equipo de cirujanos.

Los robots realizan movimientos más precisos, más exactos, permitiendo con ello acceder a zonas anatómicas más difíciles, obteniendo con ello menores tasas de complicaciones. Un brazo robótico no tendrá un mal día, no dudará en ejecutar un movimiento ni le temblará el pulso. De momento, necesitan de la planificación y del control por un cirujano humano, pero ya nos están ofreciendo trayectorias de planificación elaboradas por inteligencia artificial que, además, puede aprender como nosotros con el número de casos. El control o supervisión es algo de lo que se precisa en este momento. Sin embargo, es muy probable que los sistemas robóticos sean cada vez más "inteligentes", que sepan cuándo puedan estar a punto de cometer un error y que incluso aprendan como nosotros con la experiencia. Con ello, es muy probable que los mismos robots lleguen a tener mecanismos de supervisión integrados o bien, que unos robots sean los que controlen o supervisen a otros… En cualquiera de los escenarios, al menos en este momento, surgirá la duda sobre quién recaerá la

responsabilidad del posible error. Por supuesto, se trataría de un error no menor, ocurrido en la intervención quirúrgica de una persona. Hoy se me hace difícil pensar que la industria se haga responsable y dudo que las sociedades médicas o los órganos regulatorios tampoco así lo permitan. Así pues, de momento, los cirujanos vamos a seguir estando presentes.

De hecho, hoy los cirujanos hemos de estar muy vigilantes cuando utilizamos esta tecnología. A diferencia de otras especialidades, la neurocirugía y la cirugía de columna, precisan de accesos a áreas anatómicas extremadamente delicadas con limitaciones milimétricas en nuestro margen de maniobra. Por ello, muchos de estos sistemas robóticos llevan asociados también softwares y tecnología de navegación.

Foto: La técnica consiste en implantar un dispositivo quirúrgicamente (Foto: iStock)

Como pueden imaginarse, con la combinación de tanta tecnología, los errores, aunque infrecuentes, pueden tener lugar. De hecho, este es nuestro trabajo hoy en día: además de llevar a cabo la planificación, hemos de estar muy vigilantes en el control de la ejecución.

Con la experiencia hemos comprobado que la robótica es el sistema más preciso y con menos error de todos con los que contamos en el quirófano para la colocación de implantes en la columna. Nos permite realizar cirugías menos invasivas, más dirigidas, con incisiones más pequeñas que conllevan menor lesión tisular y muscular, y por lo tanto menor dolor postoperatorio y una recuperación más rápida. Además, reducimos de forma significativa la radiación que reciben paciente y cirujano. Y algo muy nuevo que resulta reconfortante: disminuye nuestra fatiga, lo que redunda en menos errores.

Foto: (istock)

Es cierto que, al tratarse de una tecnología cara, no todos los hospitales públicos ni todos los hospitales privados pueden disponer de ella. Tampoco suele estar cubierta por las aseguradoras. Sin embargo, en nuestro centro siempre ha existido un decidido esfuerzo para incorporar la tecnología que nos permita realizar cirugías más seguras.

Creo que la robótica en nuestra especialidad está en sus comienzos y que vamos a ver junto con la inteligencia artificial cada vez más aplicaciones. Yo visualizo uno o varios robots o brazos robóticos realizando las intervenciones, colaborando entre ellos de forma parecida a la que hoy en día lo hacemos los humanos.

La presencia de los robots en los quirófanos de todo el mundo se ha ido extendiendo en años recientes y sin duda, irá en aumento en los próximos años. Nos tenemos pues que ir acostumbrando a que un cirujano de cualquier especialidad nos proponga una cirugía asistida por un robot o bien completamente ejecutada por uno o varios brazos robóticos. Siempre, al menos de momento, controlados por el equipo de cirujanos.

El Confidencial

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