¿Sed por el calor extremo? Estas son las diferencias entre suero oral, bebida deportiva e hidratante

MÉRIDA.- Las épocas de calor extremo como la que se vive en Yucatán nos llevan a buscar las mejores opciones para hidratarnos, consumiendo agua u otras bebidas energizantes e incluso suero.
Sin embargo, ¿sabías que no siempre es recomendable consumir sueros, bebidas deportivas o hidratantes? Esto, porque sus funciones, composición y usos son distintos.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), un uso inadecuado puede representar riesgos para la salud, especialmente en personas con padecimientos crónicos.
Los sueros orales, conocidos popularmente cómo electrolitos, están diseñadas para tratar la deshidratación leve o moderada causada por enfermedades como diarrea, fiebre o vómitos.
Aunque se vende sin receta, su consumo debe ser recetado por un médico, ya que contienen altas concentraciones de sodio, potasio y glucosa, lo cual puede alterar el equilibrio del cuerpo.
En contraste, las bebidas deportivas están diseñadas para personas que realizan actividad física intensa.
Cabe señalar que estas bebidas no deben sustituir el agua ni consumirse sin haber realizado esfuerzo físico, pues también contienen azúcares y calorías que pueden ser innecesarios si no hay desgaste físico.
Por su parte, las llamadas bebidas hidratantes son una categoría más comercial y menos regulada.
Aunque su presentación puede parecer similar a la de un suero, su fórmula es distinta: contienen agua, pequeñas cantidades de electrolitos, edulcorantes y saborizantes.
No están pensadas para tratar la deshidratación médica y, si se consumen en exceso, pueden aportar minerales que el cuerpo no necesita.
Profeco recomienda identificar la causa de la pérdida de líquidos antes de elegir una bebida de rehidratación.
En condiciones normales, el agua simple es la mejor opción para mantenerse hidratado. Sin embargo, ante ciertas circunstancias específicas, puede requerirse un producto más especializado:
- Sueros orales: recomendados cuando hay deshidratación por enfermedades gastrointestinales o fiebre.
- Bebidas deportivas: apropiadas sólo después de entrenamientos exigentes o actividades físicas intensas.
- Bebidas hidratantes: pueden tomarse como complemento, pero no deben usarse para tratar enfermedades ni como sustituto del agua.
El uso indiscriminado de estas bebidas puede tener efectos negativos en la salud. Un exceso de minerales, especialmente sodio, puede resultar perjudicial, en especial en personas con hipertensión o enfermedades renales.
Por ello, Profeco aconseja:
- Leer cuidadosamente el etiquetado.
- Evitar automedicarse o usar productos sin orientación médica.
- Elegir el tipo de bebida según la necesidad real y no por moda o sabor.
Finalmente, Profeco subraya que la hidratación debe ser constante y preventiva. El agua simple debe ser la principal fuente de líquidos en la vida diaria.
Las bebidas con electrolitos o azúcares añadidos sólo deben emplearse en situaciones específicas, de forma temporal y bajo orientación médica, para evitar riesgos y garantizar una correcta reposición de líquidos.
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