Olvídate de la playa: estos son los pueblos más bonitos de la sierra de Huelva para hacer una escapada este verano

En verano, la playa suele ser la opción más buscada y las que hay en Huelva son cada verano algunas de las más visitadas. Y es que la costa onubense cuenta con destinos muy conocidos, donde se combinan buenas playas, servicios y un ambiente animado. Por eso, no es raro que muchos opten por el litoral de Huelva cuando llega el calor.
Ahora bien, esta provincia tiene mucho más que ofrecer. En el interior, la Sierra esconde pueblos tranquilos, rodeados de naturaleza, que son perfectos para una escapada diferente durante los meses estivales. Son lugares donde se puede disfrutar de senderos, buena gastronomía y un ritmo de vida más pausado. Así que, para quienes prefieren el campo al mar, hay varias opciones ideales para desconectar este verano.

Aracena es una de las mejores opciones para una escapada veraniega en la Sierra de Huelva. Considerada la capital de la comarca, combina patrimonio, naturaleza y buena gastronomía. Su casco histórico, declaradoBien de Interés Cultural, se extiende a los pies del castillo medieval y la iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, que aún conserva el alminar de su antigua mezquita. Ahora bien, el gran reclamo turístico es la Gruta de las Maravillas, una cueva subterránea de más de un kilómetro de recorrido, con lagos y formaciones espectaculares. Abierta al público desde 1914, es una de las más antiguas de Europa en ofrecer visitas turísticas. Además, el pueblo cuenta con otros puntos de interés como iglesias mudéjares, antiguos lavaderos y edificios históricos como el Cabildo. Todo ello convierte a Aracena en un destino completo para quienes buscan algo más que playa este verano.

Cortegana es otro de los pueblos imprescindibles para una escapada veraniega en la Sierra de Huelva. Con un marcado carácter medieval, destaca por su patrimonio y por estar rodeado de naturaleza, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan tranquilidad y rutas al aire libre. Su principal emblema es el Castillo de Cortegana, una fortaleza del siglo XIII que formó parte de la línea defensiva del Reino de Castilla frente a Portugal, y cuya Torre del Homenaje se añadió en el siglo XV. Declarado Bien de Interés Cultural, el castillo es uno de los monumentos más visitados de la provincia, y cada mes de agosto cobra especial protagonismo con su popular feria medieval. Además, el pueblo cuenta con un valioso conjunto religioso, como la Iglesia Parroquial y varias ermitas que completan su atractivo histórico.

Fuenteheridos es una opción perfecta para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y encanto en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Este pequeño pueblo serrano destaca por su cuidada arquitectura tradicional, con fachadas blancas y calles empedradas que conservan el legado castellano-leonés. Su entorno está marcado por la presencia de un importante acuífero subterráneo que alimenta manantiales y fuentes naturales, como la conocida Fuente de los Doce Caños, uno de sus lugares más visitados. Pasear por su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, permite descubrir rincones con mucho carácter, como la iglesia del Espíritu Santo, el Humilladero de La Verónica o la Plaza El Coso, centro neurálgico del pueblo. Así, Fuenteheridos ofrece un ambiente fresco y relajado que lo convierte en un destino ideal para una escapada veraniega alejada del bullicio de la costa.

Alájar es uno de los pueblos más representativos de la Sierra de Huelva para quienes buscan una escapada veraniega lejos del calor y las masificaciones de la costa. Situado en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, su casco urbano, declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva el trazado árabe original, con calles estrechas y empedradas que serpentean entre casas blancas de los siglos XVI al XVIII. Uno de sus elementos más curiosos son los llanos: dibujos geométricos hechos con piedras blancas y negras en la entrada de muchas viviendas. A las afueras del pueblo se encuentra la Peña de Arias Montano, un mirador natural con vistas impresionantes, una ermita del siglo XVI y un entorno cargado de historia y simbolismo.

Almonaster la Real es otra excelente opción para quienes buscan un destino tranquilo en plena Sierra de Huelva este verano. Situado en los límites del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, este pequeño pueblo combina un entorno natural privilegiado con un destacado patrimonio histórico. Declarado Conjunto Histórico-Artístico, conserva una arquitectura tradicional con calles empedradas y casas encaladas. Su principal atractivo es la mezquita del siglo IX, única en el medio rural peninsular, que se alza sobre una colina con vistas panorámicas del entorno. Además, el municipio cuenta con otros puntos de interés como la iglesia gótico-mudéjar de San Martín, el castillo, la ermita de Santa Eulalia y el dolmen de la Peña del Hombre. Alrededor del núcleo urbano se extienden paisajes de dehesas, riberas y montes que invitan al senderismo y al contacto directo con la naturaleza.

Cortelazor es uno de esos pequeños pueblos de la Sierra de Huelva que conservan intacto su encanto rural. Con poco más de 300 habitantes, este rincón tranquilo y auténtico destaca por sus calles estrechas, casas encaladas y una plaza que sirve de punto de encuentro para vecinos y visitantes, ideal para tomar algo. Su entorno natural es perfecto para quienes buscan rutas de senderismo, como la que lleva al Charco Malo, uno de los parajes más bonitos y menos masificados del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. A apenas tres kilómetros del pueblo se encuentra también el Charco del Sapo, una poza natural rodeada de vegetación y formaciones rocosas, con aguas frías y cristalinas, ideal para darse un baño tras la caminata.

Otra opción muy recomendable para quienes quieren cambiar la playa por un entorno más fresco y verde este verano es Galaroza. Situado en pleno Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, este pequeño pueblo combina naturaleza, tradición y patrimonio. Sus alrededores están llenos de arroyos, vegetación frondosa y dehesas que favorecen la cría del cerdo ibérico, base de su economía local. Galaroza también es conocida por la calidad de sus aguas y su artesanía en madera, una tradición muy arraigada en la zona. Su casco urbano, declarado Bien de Interés Cultural, conserva la arquitectura serrana típica, con casas blancas y calles empedradas. Entre sus lugares más destacados están la Iglesia de la Purísima Concepción, la Ermita de Santa Brígida y fuentes con mucho encanto como la de Nuestra Señora del Carmen, la de los Doce Caños o la de Los Jarritos. Además, el término municipal incluye aldeas como Navahermosa o Las Chinas, perfectas para descubrir a pie. Un destino tranquilo y con mucho que ofrecer en cualquier época, pero especialmente apetecible en verano.

Castaño del Robledo es uno de los pueblos más altos de la Sierra de Huelva, situado a más de 700 metros de altitud dentro del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Gracias a su ubicación, goza de un microclima que favorece la presencia de una vegetación muy frondosa y temperaturas agradables incluso en pleno verano, ideal para quienes buscan frescor y naturaleza. Su trazado urbano, declarado Bien de Interés Cultural, refleja su pasado como cruce de caminos hacia pueblos como Jabugo, Fuenteheridos o Alájar. Desde el núcleo urbano, donde destacan la iglesia de Santiago el Mayor y los Humilladeros del Señor, parten rutas que conducen a rincones como los Riscos Altos o el Mirador de los Conejales, con vistas privilegiadas de toda la comarca. Además, el paseo por sus calles ofrece una arquitectura tradicional bien conservada, con un caserío de aires renacentistas, una antigua fuente y hasta una plaza de toros del siglo XIX ya en desuso, pero con valor histórico.
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