El precio de tus refrescos ha subido de repente, aquí te explicamos por qué

Desde el 1 de marzo de 2025, es posible que hayas notado un aumento significativo en los precios de los refrescos azucarados. Este aumento se debe principalmente a la revisión del impuesto a las bebidas azucaradas , que entró en vigor con el Proyecto de Ley de Financiamiento de la Seguridad Social (PLFSS) de 2025.
El impuesto a las bebidas gaseosas, introducido en Francia en 2012, tiene como objetivo reducir el consumo de azúcar , responsable de enfermedades como la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares. En 2025, el gobierno decidió reforzar este impuesto duplicando o incluso triplicando las tasas existentes. Se ha simplificado la escala, pasando de 16 a 3 bandas, y se han incrementado los tipos en función del contenido de azúcar de las bebidas. Por ejemplo, una bebida que contenga 9 kg de azúcar por hectolitro ahora pagará un impuesto de 13,38 euros por hectolitro, frente a los 5,23 euros que pagaba antes.
Un impacto directo en los precios de ventaEste aumento de impuestos ha provocado un aumento de los precios de los refrescos. Según la información disponible, el precio de una botella de Coca-Cola de 1,75 litros ha aumentado de 2 euros a 2,30 euros, lo que supone un incremento del 15%. Los fabricantes, ante esta carga adicional, trasladaron parte del impuesto a los consumidores para mantener su rentabilidad.
Críticas de los profesionalesEsta decisión ha provocado numerosas reacciones por parte de los actores del sector. Organizaciones profesionales, como la Federación de Bebidas No Alcohólicas (FNB) y la Unión de Bebidas No Alcohólicas (SBSA), han expresado su descontento. Consideran que este aumento de impuestos supone una carga adicional para las empresas, en particular los productores, mayoristas y restauradores, ya debilitados por las crisis económicas y sanitarias pasadas.
El Gobierno justifica esta medida por la necesidad de combatir los problemas de salud pública vinculados al consumo excesivo de azúcar. Sin embargo, algunos expertos y profesionales del sector creen que este enfoque fiscal puede no ser suficiente para cambiar el comportamiento del consumidor. Sugieren que serían necesarias estrategias complementarias, como la concientización y la educación nutricional, para alcanzar los objetivos de salud pública deseados.
En 2025, el aumento de los precios de los refrescos se debe principalmente a la revisión del impuesto a las bebidas gaseosas, destinada a reducir el consumo de azúcar por razones de salud pública. Aunque esta medida cuenta con el apoyo del gobierno, ha generado críticas por parte de profesionales del sector, quienes destacan los impactos económicos de esta decisión. Queda por ver si esta política fiscal, combinada con otras iniciativas, logrará los objetivos de salud pública fijados.
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