Harvard ya no recibirá subvenciones federales, anuncia la administración Trump

Continúa el enfrentamiento entre la Universidad de Harvard y la administración Trump. "Harvard ya no debería solicitar subvenciones federales, ya que no las recibirá", advirtió la secretaria de Educación de Estados Unidos, Linda McMahon, en una carta dirigida el lunes 5 de mayo a Alan Garber, presidente de la institución ubicada cerca de Boston.

"Harvard ya no será una institución financiada por el Estado y podrá funcionar como una institución privada (...) recaudando fondos de su gran grupo de exalumnos adinerados", continuó, afirmando que la universidad ubicada cerca de Boston (noreste) "recibe miles de millones de dólares de los contribuyentes cada año", pero sin especificar las cantidades involucradas.

Donald Trump, un firme partidario de Israel, acusa a Harvard y a otras universidades estadounidenses de renombre como Columbia de antisemitismo por haber permitido que en sus campus florecieran movimientos estudiantiles contra la guerra en Gaza.

Las grandes universidades estadounidenses están en la mira, en términos más generales, de la derecha estadounidense, que las acusa de ser focos de protesta progresista.

Harvard, la universidad más antigua de Estados Unidos y una de las de mayor prestigio del mundo, ha recibido críticas especiales del presidente republicano al demandar a su gobierno por congelar 2.000 millones de dólares en subvenciones federales después de que la renombrada institución se negara a cumplir con una serie de demandas de Donald Trump.

El presidente estadounidense quiere tener el derecho a supervisar los procedimientos de admisión de estudiantes, la contratación de profesores e incluso los programas universitarios. Recientemente, Trump ha retratado a Harvard como una "institución de extrema izquierda y antisemita", un "desastre progresista" y una "amenaza para la democracia".

En su carta, la Secretaria de Educación acusa a Harvard de estar "inmersa en un patrón sistémico de incumplimiento de la ley federal", "de seguir participando en un racismo odioso" y de "gestión catastrófica". "La carta de hoy marca el fin de la financiación adicional para la universidad", concluyó ^McMahon .

En un mensaje a los ex alumnos visto por la Agence France-Presse el miércoles, Alan Garber destacó que la universidad estaba comprometida en una larga batalla existencial y pidió donaciones.