Primer aniversario de los Juegos Olímpicos: peleas, movimientos de público, gente aplastada, incivilidad... El "concierto gratuito" del rapero Tiakola en La Courneuve (93) estuvo marcado por los excesos. "No vamos a arruinar esto..."

El rapero se estrenó en su ciudad natal en un espectáculo gratuito organizado por el departamento de Seine-Saint-Denis . El comportamiento ridículo del público arruinó enormemente la velada. (…)

El DJ Milan Tavares dio inicio a la sesión poco antes de las 19:00. Entre el público, los fans jugaban a las cartas. Otros, estudiantes de secundaria y preparatoria, se creyeron lo suficientemente listos como para empujar a los demás y llegar al frente. La mayoría del público se identificó como congoleño, argelino, senegalés, marfileño, maliense o camerunés cuando el encargado del local repasó el origen de cada uno .

La espera es larga. (…)

Son las 21:00, todos esperan a Tiakola. Pero el ambiente es desastroso. Unos supuestos fans atropellan a otros y retrasan la llegada de la cantante, que ya está lista para subir al escenario. Se produce un primer alboroto. "Por favor, cálmense, si no, no podremos empezar ", les pide el encargado del local. "Por favor, sean amables, el concierto es gratis. Hay niños con nosotros, familias. ¿Deberíamos cancelarlo?" (...)

Tras esta llamada al orden, que duró unos diez minutos, Tiakola hizo su entrada. Comenzó su espectáculo, junto a su DJ, con su sencillo «Si j'savais» , seguido de «TIA» . Sin embargo, el rapero se vio obligado a interrumpir a mitad de la canción. «No vamos a arruinar esto », gritó Tiakola. «Despacio ahí delante. Hay familias, hermanos y hermanas. Si no, no podré continuar. Por favor, que la gente salga». Tiakola se transformó en policía durante casi toda la noche . (…)

Pero cada vez se ve obligado a interrumpir su actuación para poner orden en el caos. Esto dura varios minutos más. "Estamos aquí para celebrar, ustedes están aquí, ¡la están cagando!", se lamenta uno de sus compañeros. Se dice que entre el público se han dado golpes. Zapatos vuelan, aterrizando en las cabezas de espectadores que no han pedido nada a nadie. Peor aún, se ve una peluca en el aire. Es un circo al aire libre. Una espectadora, entre el público, se permite bromear : "¿Qué esperaban? Estamos en el 93". Risas irónicas a su alrededor. (...)

El Fígaro