Una ola de suicidios sacude la Dirección General de Finanzas Públicas

La conmoción se remonta al 10 de enero. Ese viernes por la mañana, una violenta sorpresa aguardó a los primeros agentes que llegaron al centro de finanzas públicas de Saint-Denis (Seine-Saint-Denis). Encontraron a uno de sus colegas, un joven inspector, ahorcado en la sala de recepción. Tras salir del lugar el día anterior, regresó y se suicidó en el mismo lugar donde trabajaba. Aún no había cumplido los 30 años. Los funcionarios quedaron aún más afectados por esta conmoción porque sus padres también eran agentes de finanzas públicas.

Este es el comienzo de una impresionante serie de acontecimientos. Desde ^{el 1} de enero, doce personas que trabajan para la Dirección General de Finanzas Públicas (DGFiP) se han suicidado en toda Francia, y otras ocho lo han intentado, según el recuento elaborado por este departamento del Ministerio de Economía y Finanzas. Veinte tragedias en seis meses. «Son tragedias que traumatizan a todo nuestro equipo, y cifras preocupantes », admite la directora, Amélie Verdier. «No quiero minimizarlas en absoluto».

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