Cada uno de nosotros tiene una imprevisibilidad “relativamente predecible”
Un equipo de investigadores ha descubierto que cada individuo parece poseer una especie de "generador de azar" estrictamente personal. Esto significa, como explica el Süddeutsche Zeitung, que el grado de azar en nuestro comportamiento, así como la forma en que "gestionamos" lo inesperado, es una tendencia individual estable... y, en última instancia, bastante predecible.
¿Qué tienen en común una liebre, un futbolista que lanza penaltis y un brillante negociador? Su comportamiento errático o aleatorio puede, hasta cierto punto, darles ventaja.
La liebre tiene más posibilidades de escapar del cazador cuando cambia de dirección bruscamente, y sobre todo al azar. El futbolista tiene más posibilidades de marcar cuando no dispara siempre en la misma esquina, sino que envía el balón a veces a la derecha, a veces a la izquierda, arriba, abajo o al centro, siempre que el disparo sea preciso, por supuesto. Y un negociador obtiene mejores resultados cuando se comporta un poco, pero solo un poco, de forma errática. Gracias al azar, la liebre, el futbolista y el negociador pueden ser más difíciles de predecir para la persona del otro bando.
Pero ¿pueden realmente los seres humanos aceptar el azar e integrarlo en sus acciones?
En resumidas cuentas: no realmente.
Si queremos ir más allá, es un poco más complicado. Un equipo de psicólogos dirigido por Tal Boger, de la Universidad Johns Hopkins, y Sami Yousif, de la Universidad de Carolina del Norte, acaba de publicar un estudio en la revista Journal of Experimental Psychology: General , que concluye que
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